La aviación es una de las actividades humanas más contaminantes

ecología

Contaminación en efectivo

Una iniciativa europea busca que los viajeros frecuentes paguen por las emisiones de CO2 de su avión y su responsabilidad por el calentamiento global.

24 de noviembre de 2007

La aviación comercial es una actividad altamente contaminante, y las aerolíneas no quieren ser indiferentes ante esa realidad. Por eso están tomando acción gracias a una iniciativa llamada Acción Carbono, nacida del fotógrafo francés Yann Arthus-Bertrand, famoso por sus fotos de la Tierra vista desde el cielo, que hoy le dan la vuelta al mundo como un testimonio de la belleza del planeta, así como de su fragilidad. Sus actividades profesionales, que le llevaron a recorrer más de 100 países en los últimos años, lo obligaron a tomar conciencia de que él también le estaba causando un impacto negativo al medio ambiente con sus desplazamientos aéreos. Esto lo motivó a crear, en 2005, la ONG Goodplanet, con la cual adelanta proyectos de energía renovable, eficacia energética y reforestación en los países del sur.

En desarrollo de Acción Carbono, la compañía francesa Air France puso a disposición de sus clientes un calculador de emisiones de CO2 por persona y por kilómetro recorrido (el cual se puede consultar en su página web), para que los pasajeros que deseen compensar el daño ecológico que ocasionan sus desplazamientos puedan, por medio de un aporte financiero, ayudar a mitigar dicho impacto.

Así, en un viaje Bogotá-París, en el cual se generan 1.634 kilos de CO2 por persona (2,1 más de lo que la Tierra puede soportar por año y per cápita, para evitar el aumento del efecto invernadero, según la ONG Goodplanet), se invita al pasajero a pagar 24,51 euros, lo que equivale a un promedio de 15 por tonelada de CO2 emitida. El pago no es obligatorio y su monto puede ser modificado libremente por el viajero. El dinero recogido servirá para financiar proyectos 'verdes', que van desde la difusión de tanques de biocombustible en India, hasta producir carbón verde (fabricado a partir de residuos agrícolas) en Senegal, pasando por la reforestación en Colombia y la entrega de 'cocinas solares' en Chile.

Arthus-Bertrand, aventurero y activista ecológico, dejó su trabajo de actor de cine en los años 60 para dirigir una reserva animal en África. Expone así sus observaciones del estado actual del planeta: "En 50 años el hombre ha logrado modificar su medio natural, más que en toda la historia de la humanidad". Estas palabras están a tono con el reciente informe de Naciones Unidas que acaba de certificar, luego de consultar a cerca de 3.500 expertos, que el cambio climático sí es responsabilidad del hombre, e invita a los gobiernos a tomar acciones urgentes para combatirlo. Ese informe vino a reforzar otro presentado 20 años atrás sin que los gobiernos tomaran las medidas necesarias para evitarlo.

Para el activista, sin embargo, el medio ambiente no concierne sólo a las autoridades gubernamentales: "Cada cual es responsable, personalmente, del futuro de la Tierra". Por eso el calculador de CO2, propuesto en la página web de Goodplanet, invita por igual a ciudades, instituciones, empresas e individuos a participar. Para los ciudadanos es posible calcular las emisiones de CO2 que produce su carro particular y hasta las generadas por sus hogares, de acuerdo con los electrodomésticos y el tipo de energía que utilicen. En su primer año el programa ha recogido 345.526 euros, de los cuales 289.458 han sido invertidos en proyectos, como los ya citados.

Valdría la pena preguntarse, sin embargo, si este programa no tiene un efecto contradictorio: el de hacer que los países ricos y las personas pudientes se conformen con pagar para seguir contaminando (lo que sería a pesar de todo mejor que contaminar y no pagar), o si es necesario cambiar las actitudes y transformar los hábitos de consumo para ayudar a frenar de manera inmediata el calentamiento global. Por ejemplo, limitar el uso del carro particular o prohibir, como lo están haciendo algunas ciudades del mundo, los empaques y bolsas plásticas desechables. Pues si bien las industrias tienen una gran parte de responsabilidad en la contaminación mundial, los ciudadanos también inciden en ella.

Según el diagnóstico de los más de 3.500 expertos consultados por Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, lo importante es actuar en el menor tiempo posible para frenar dicho proceso. El profesor Olav Hohmeyer resume así el informe dado a conocer en octubre por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma): "Sí, el hombre es culpable del cambio climático. Sí, podemos hacer algo. Sí, ya contamos con todos los medios para hacerlo. Pero debemos comenzar de inmediato".

Si tiene planeado viajes a destinos lejanos, no olvide que algunas empresas proponen programas similares a los de Air France, entre las cuales se encuentra British Airways, y SAS en Europa.