CUAL ES TU E-MAIL?

POR CUENTA DE LA TECNOLOGIA, LA TINTA Y EL PAPEL DE LAS CARTAS TRADICIONALES ESTAN SIENDO REEMPLAZADOS POR LOS BYTES DEL CORRERO ELECTRONICO.

20 de mayo de 1996

Las pastorales perfumadas que se enviaban los enamorados para jurarse amor eterno son cada vez más escasas. Lo mismo que las esquelas con impecable redacción que antes eran el principal vínculo entre familiares, amigos y conoci-dos alrededor del mundo. Y posiblemente en un futuro no muy lejano también saldrán de circulación los memos internos de las oficinas.Todas estas costumbres de comunicación están cambiando gracias a que los colombianos han entrado en la onda del correo electrónico (o E-Mail, por sus siglas en inglés) que permite en cuestión de segundos el intercambio de datos, gráficas y fotografías a través del computador sin intermediarios, timbres postales ni estampillas. Basta con digitar el nombre del destinatario, escribir el mensaje y hacer un click para que la persona reciba la información. Y de manera muy económica, ya que un mensaje enviado por correo electrónico a través de la red mundial puede ser 90 por ciento más barato que un fax y que el correo físico, y la conexión a la red equivale a una llamada local, así el mensaje se esté enviando al Japón.Muchas de las grandes empresas cuentan hoy con un programa de correo interno para comunicarse con sus sucursales en el país y en el mundo. Según Ricardo Corrales, de la compañía Colomsat, un 80 por ciento de los usuarios de Internet en Colombia, calculados en más de 80.000 personas, tiene una dirección de correo electrónico activo. Se calcula que en empresas como El Tiempo, como mínimo, se transmiten 10.000 mensajes diarios por correo electrónico. Cambio de hábitoLos fanáticos de este servicio lo comparan con un vicio o una obsesión. Cada mañana ya es costumbre que los usuarios de E-mail revisen su correspondencia en su buzón. "Cuando no hay mensajes algunos se sienten mal, mientras que otros tienen cierto magnetismo para mantener un buzón lleno", dice Juan Guillemo Buenaventura, de la facultad de comunicación social de la Universidad Javeriana. Quienes andan en esta onda ya incluyen la dirección electrónica en sus tarjetas de presentación. Así mismo, algunos centros educativos y empresariales ya no solicitan el número de fax ni la dirección para el envio de información. Simplemente preguntan: "¿y cuál es su E-mail?". Otra esfera afectada por la moda del E-mail es el lenguaje: "Los estudiantes y ejecutivos han adoptado una jerga especial que sólo la entienden quienes pasan horas y horas mandando y leyendo mensajes", dice Buenaventura. "La gente ha integrado palabras como on line, ciberespacio y mail al lenguaje cotidiano", agrega. Las cosas han llegado a un grado de tal sofisticación que muchos usuarios ya han delineado ciertas normas de etiqueta sobre lo que está permitido y prohibido en E-mail.El correo electrónico también está desplazando aparatos como el fax y se ha convertido en una seria competencia para las empresas de mensajería, algunas de las cuales ya prestan el servicio a particulares. "Nos vimos tan afectados que decidimos casarnos con la amenaza", dice Nader Benod, de Servitel, una división de Servientrega. La idea de esta nueva compañía es popularizar la tecnología vendiendo un buzón electrónico a aquellas personas que no disponen de computador.En las oficinas, el E-mail no es una novedad, pero su uso se ha incrementado vertiginosamente en los últimos años. Según Yalila Bernal, ingeniera de ventas de Lotus, el auge en el correo electrónico se aprecia por el nivel de ventas de los productos de comunicación. "Desde hace dos años el correo electrónico se volvió una necesidad", dice. "Al principio la gente es escéptica y siente inseguridad al no tener las cosas impresas, pero una vez entran en esta cultura no dan un paso atrás", agrega. Los memorandos, el reporte de llamadas y cualquier otro tipo de información que un empleado necesite comunicar a otro lo puede dejar en el buzón de la persona, con la ventaja de que se le anexan documentos y gráficas sin necesidad de imprimirlos. En algunas empresas, como Microsoft, todos los empleados cuentan con su propia casilla, desde el gerente hasta la señora del aseo. Una de las cualidades del correo que más llama la atención es la rapidez con que se transmite el mensaje y la certeza de que llega a su destinatario. "Si yo tuviera que hacer 70 llamadas no me alcanzaría la mañana. Pero a través del 'E-mail' en cuestión de una hora me comunico con todas las personas que necesito", dice Germán León, de Microsoft. La cultura del E-mail es tan cómoda que incluso hasta los regaños dejaron de ser personales. "Cualquier mensaje que uno encuentre en su correo con letras capitales significa de entrada un tirón de orejas", añade el experto. Amor en pantallaQuienes más engolosinados se encuentran con esto son los universitarios, quienes por este medio permanecen en contacto con compañeros, profesores y amigos en el exterior. Además de las consultas académicas, el correo ha resultado ser un excelente medio para socializar. "Los usuarios del 'E-mail' son los radioaficionados de la era moderna", dice Jorge Giraldo, del centro de cómputo de la Universidad de los Andes. "Muchas personas antes de conocerse personalmente lo hacen a través de la red", agrega. No son raros los casos de quienes han hecho sus conquistas por medio del E-mail. De igual manera, a algunas parejas que se ven forzadas a distanciarse, este medio les ha servido para desvirtuar aquel dicho que habla tan mal del amor de lejos. "Mi novio y yo nos escribimos diariamente, a bajo costo y con una regularidad que hace menos angustiante la espera", dice Cristina Triana.Pero en un mundo en el cual nada es perfecto el E-mail no es la excepción. Para muchos este tipo de mensajes no es seguro porque cualquiera puede leer la correspondencia electrónica de otra persona con solo obtener su código de acceso. Para otros, la gracia de escribir con estilo se pierde por completo porque en este medio los mensajes son concisos, fríos y sin ningún tipo de formalismos. Pero sobre todo, hay quienes piensan que el correo electrónico despersonaliza las relaciones. "El computador no va a poder reemplazar nunca la sensación de abrir un sobre y sacar una carta que alguien le ha escrito a uno de su puño y letra", dice el ingeniero Gustavo del Castillo, quien aunque reconoce las bondades de este sistema sigue echando de menos las cartas de papel que recibía de Italia o de España.