| Foto: Archivo SEMANA

RELACIONES DE PAREJA

Los riesgos de tener hijos antes de casarse

Un estudio concluyó que los padres que tienen hijos fuera del matrimonio tienen más riesgo de separarse.

13 de marzo de 2015

Tener hijos antes del matrimonio pondría en riesgo la futura estabilidad de la pareja, según un estudio hecho por Stephen McKay, de la Universidad de Lincoln en Gran Bretaña. El trabajo mostró que mientras el 75 por ciento de las parejas que se casan y luego tienen hijos siguen unidas para cuando estos alcanzan los 15 años años, apenas el 44 por ciento lo están si los han tenido fuera del matrimonio. El riesgo de rompimiento se vio aunque la pareja se case luego del nacimiento.

“El trabajo consistió en mirar las circunstancias en las cuales los niños entre 14 y 15 años aún vivían con ambos papás. En la mayoría de casos, 9 de cada 10, los padres se habían casado. Y, en la mayoría de esos casos los papas se habían casado antes de tenerlos”, dijo el experto a Semana.com

Según McKay, el resultado es importante porque cada vez más las parejas prefieren la unión libre al matrimonio. En Colombia se calcula que 33 por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años cohabitan mientras que apenas 19 por ciento optan por casarse. Además, se ha evidenciado que lo ideal es que los niños crezcan al lado de ambos padres. Precisamente la semana pasada se dio a conocer otro estudio hecho entre 500 personas y apoyado por la firma inglesa Resolution, en el cual se encontró que el divorcio tiene un impacto devastador en los hijos.

Dos tercios de los niños cuyos padres se divorcian tienen problemas académicos en sus colegios, y uno de cada ocho manifestó recurrir a las drogas ilícitas para vencer el estrés.

Además, el divorcio genera un estrés particular en ellos debido a que los padres los usan para presionar sus intereses durante la separación. Uno de cada tres dijo que al menos uno de sus padres ha tratado de volverlo contra el otro y más de un tercio dice que sus papas los involucran en sus disputas.

“Los niños tienden a estar mejor cuando sus padres están juntos a no ser que haya un nivel de conflicto entre ellos o quizás violencia, en cuyo caso es mejor que la pareja se separe”, dice el experto. “Cuando los niños crecen con ambos padres hay un más alto nivel de educación y de ingresos, y el riesgo de comportamiento dañino se reduce”, manifestó el investigador.

Harry Benson, director de investigación de la Fundación Marriage en Gran Bretaña y coautor del trabajo, señaló que lo significativo del hallazgo es que hasta ahora se había creído que la educación y la edad eran las variables que determinaban la duración de una relación. Se sabe que el matrimonio es más frecuente entre aquellas personas que tienen mayor nivel educativo y cuentan con ingresos más altos. Sin embargo, el estudio muestra que la planeación es más relevante para la estabilidad del vínculo. “Si en ese plan se establece casarse y comenzar una familia hay muy buenas posibilidades de que esa relación perdure”, explica Benson.

El artículo revive un viejo debate: ¿el matrimonio es la causa de la estabilidad de las parejas o la gente más comprometida es la que se casa? Para McKay es un dilema difícil de resolver pero señala que hay una serie de razones por las cuales el matrimonio ayudaría a la gente a permanecer junta. Una es que el matrimonio es una declaración pública de compromiso entre dos personas. “Se hace en frente de muchos amigos y familiares, muchos de los cuales apoyan a la pareja cuando se dan los problemas”.

Lo anterior ayuda a hacerlos sentir más confiados de su futuro a largo plazo. “Al hacerlo así la relación entre los adultos está basada en el vínculo y no solo en su relación como padres, que es lo que puede suceder cuando los hijos llegan a la relación en forma temprana”, dice McKay.

Además, el matrimonio involucra un contrato social que es mucho más difícil de romper. “El proceso de divorcio es tan largo y complicado que muchas de ellas se dan una nueva oportunidad”, concluye McKay.

El estudio reafirma otros trabajos hechos en Estados Unidos que han concluido algo similar. En ellos se ha observado que el simple acto de decidir casarse ayuda, especialmente a los hombres, a mantener la relación. “Cuando deciden convivir porque es más fácil y cómodo y luego tienen hijos no hacen un verdadero compromiso”, concluye McKay.