enfermedad disfuncion erectil

De capa caída

29 de julio de 2002

¿Qué es? Es la incapacidad temporal o permanente para obtener y mantener una erección suficiente para la penetración y el coito satisfactorio.

Síntomas. Hay diversas manifestaciones. Muchos presentan dificultad en obtener una erección; otros pueden tenerla pero la pierden rápidamente. Cuando la causa es de origen sicológico se presenta también pérdida del deseo. La rigidez y la dureza del pene son factores que miden un posible problema de impotencia. Lo mismo sucede con la frecuencia de las erecciones.

Causas. Hay causas emocionales que dependen de la relación de la pareja, la estabilidad social, económica y laboral del hombre. Pero la mayoría de casos se deben a problemas orgánicos. Según el urólogo Adolfo Serrano todos los factores de riesgo de enfermedades coronarias, como grasa en la sangre, hipertensión, tabaquismo, diabetes y alcohol, generan problemas cardiovasculares que impiden una correcta irrigación en la sangre que eventualmente pueden afectar la actividad sexual del hombre. Enfermedades como esclerosis múltiple y lesiones en la médula espinal también pueden impedir la capacidad de tener una erección. Algunos tratamientos médicos, como los usados para controlar la hipertensión y algunos desórdenes siquiátricos, tienen efectos secundarios que ocasionan problemas de erección en el paciente. Lo mismo pasa con ciertos procedimientos quirúrgicos, como la prostatectomía radical, aunque los expertos afirman que muchas de estas técnicas han mejorado bastante para que la calidad de vida del paciente sea óptima.

Perfil de los propensos. La edad es un factor preponderante en esta enfermedad y por eso mientras más envejece el hombre hay más posibilidades de tener disfunción. Si a esto se añaden hábitos como el cigarrillo y el alcohol se aumentan las probabilidades de sufrirla. Condiciones como la obesidad y la hipertensión o tener altos niveles de colesterol y sedentarismo generan más riesgo. Por eso esta enfermedad puede afectar a un hombre de incluso 30 años.

Existen estudios que sugieren que practicar deportes como el ciclismo o usar ropa demasiado ajustada puede llevar a este problema.

Tratamiento. Hace un tiempo, cuando no se conocía a fondo esta enfermedad, la mejor terapia era la sicológica. Luego llegaron las cirugías y las prótesis. Después las inyecciones de drogas en el pene, que funcionaron satisfactoriamente. Pero la gran solución para este problema llegó con el desarrollo del Viagra (sildenafil), pues se trataba de una solución mucho más sencilla y accesible que las anteriores. "Sólo había que tomar una pastillita", dice Serrano. Hoy la mejor opción de un paciente con este problema es el tratamiento médico oral. El Viagra abrió las puertas y ahora existen una serie de medicamentos que son similares y que le ofrecen al médico y a su paciente un abanico de posibilidades para tratar el problema de la mejor manera. Entre estos está Uprima, el medicamento de Abbot, una pastilla que se coloca debajo de la lengua y estimula los neurotransmisores involucrados en el proceso de erección en el cerebro. En este sentido actúa en el sistema nervioso central. La compañía farmacéutica Bayer produjo otra molécula -Vardenafil-, cuyo principio activo es selectivo y sólo actúa sobre la fosfodiesterasa, una enzima necesaria para mantener la erección del pene. Al ser selectivo tiene menos efectos secundarios. Lilly lanzó hace poco tiempo otra llamada Tadalafil que, según los estudios, aumenta el espectro de acción del medicamento a 24 horas, lo cual permite al paciente tener varias relaciones con una sola dosis. Los médicos esperan que en un futuro se puedan hacer terapias combinadas con estas drogas y con las que vienen en camino para poder ofrecer una terapia más personalizada. n