ANTETITULO

¿De dónde vienen las buenas ideas?

La extracción de esmeraldas se remonta a la época precolombina y hasta hoy, nuestros suelos son ricos en este mineral. Conozca los eventos claves y procesos geológicos que dieron origen a las extraordinarias piedras verdes.

Alianza BBC
18 de noviembre de 2010

La extracción de esmeraldas en Colombia data de la época precolombina, cuando los muiscas las sacaban del pueblo de Somondoco para intercambios comerciales. Los españoles continuaron con su explotación durante la Colonia, hasta que a principios del siglo XX la asumió el Estado.

Mucho antes, sucedieron una serie de eventos geológicos que dieron origen a las esmeraldas (ver recuadro). Una zona depocentral, relativamente amplia del período cretácico inferior en Colombia, debió cumplir un papel muy importante en la circunscripción geográfica de los yacimientos de esmeralda a áreas específicas del país, ya que solo en estas se dieron todas las condiciones físico-químicas y los procesos geológicos para su generación.

Hoy se desconocen los márgenes geográficos exactos de esa área depocentral; sin embargo, con base en datos geológicos recopilados por el Servicio Geológico Colombiano (antiguo Ingeominas) y la Universidad Industrial de Santander, durante la exploración realizada a los cinturones esmeraldíferos entre 2005 y 2008, se cree que el límite norte se localiza cerca de Sucre (Santander), y el sur, aproximadamente en La Palma (Cundinamarca). De occidente a oriente esa zona estaría delimitada por los municipios de Puerto Romero y Santa María (Boyacá).

Estos condicionamientos geológicos de las esmeraldas hacen que sus yacimientos se localicen en dos áreas particulares de la cordillera Oriental: una ubicada sobre su borde occidental, en la región de Muzo, Quípama, La Palma, La Victoria, Otanche y San Pablo de Borbur, denominada Cinturón Esmeraldífero Occidental (CEOC), y la otra en su costado oriental, en los municipios de Gachalá, Ubalá, Chivor, Macanal y Santa María, conocida como Cinturón Esmeraldífero Oriental (CEOR). Ambos forman parte de la prístina área depocentral del cretácico inferior.

Las zonas potenciales para exploración y explotación en el CEOC se localizan en las formaciones geológicas Muzo (edad Hauteriviano-Barremiano) y Rosablanca (edad Valanginiano); y en el CEOR, en Santa Rosa y Chivor (edad Berriasiano). Los cinturones esmeraldíferos están distanciados entre sí por unos 110 kilómetros y hasta la fecha no se han encontrado yacimientos de esmeraldas en esa área de separación.

Los mineros extraen estas gemas de lo que los geólogos denominamos ‘estructuras hidrotermales’, que se forman cuando los fluidos mineralizantes portadores de la esmeralda ‘penetran’ en la roca sedimentaria sometida a deformación tectónica (plegamiento, deformación interna y fracturamiento), lo que hace que se rompa y en esas fracturas se deposite la piedra.

Comúnmente, la esmeralda está acompañada de otros minerales que son típicos de los yacimientos como albita, calcita y sulfuros. Los mineros tradicionales han explotado este recurso de manera empírica porque aprendieron a reconocer esos minerales y las diferentes estructuras hidrotermales presentes en la roca. Su extracción, por lo general, es subterránea, mediante la excavación de túneles con ramales en distintas direcciones, aunque en otras minas su explotación puede ser superficial.