La exposición a la luz artificial emitida por los aparatos electrónicos altera el ritmo circadiano que regula el sueño. Lo preocupante es que los niños son quienes más usan estos aparatos. | Foto: Foto: INGIMAGE

SALUD

Despiertos de noche

Crece la tendencia a privilegiar las horas nocturnas para otras actividades diferentes a tener un buen sueño.

13 de diciembre de 2014

Hoy las personas duermen entre dos y tres horas menos que hace medio siglo. Los expertos señalan que están invirtiendo ese tiempo en ver televisión, trabajar en el computador o chatear en el celular por la noche. Lo que muchos no saben es que con estos hábitos están afectando su ciclo circadiano, que regula el sueño y muchas otras actividades biológicas del organismo.

“A largo plazo el mal sueño crónico puede aumentar el riesgo de enfermedades como depresión, ansiedad, sobrepeso, hipertensión, diabetes tipo 2, destrucción del sistema inmunológico, infarto y enfermedad coronaria”, dijo a SEMANA el fisiólogo Guy Meadows, autor del libro The Sleep Book. Meadows, fundador de la Clínica del Sueño en Reino Unido, señala que la ‘cultura de las 24 horas’ ha perjudicado el ciclo de sueño natural del cuerpo.

El daño a nivel cerebral también es grave. Así quedó demostrado por un grupo de investigadores de las Universidades de Pensilvania y Beijing que observaron que las personas que no duermen bien o pasan las noches en vela pueden sufrir daños irreversibles en el cerebro. Esto ocurre porque a nivel celular el cuerpo necesita repararse y la única forma de lograrlo es en la noche, durante el sueño REM, una fase que se caracteriza por los movimientos oculares rápidos y asociada con la capacidad de acumular recuerdos. Estudios previos ya habían demostrado que la falta de sueño disminuye la capacidad cognitiva, pero por primera vez esta investigación desafió el mito de que la falta de sueño puede recuperarse durmiendo durante el fin de semana o haciendo siesta.

Otro estudio publicado en septiembre concluyó que la falta de sueño reduce el tamaño del cerebro. Expertos de las Universidades de Oxford y Oslo realizaron dos resonancias magnéticas con un intervalo de tres años y medio en 150 adultos. En el primer examen descubrieron que el 35 por ciento tenía problemas para dormir y usaba medicamentos para poder conciliar el sueño. En el segundo análisis observaron que en el grupo que menos dormía el volumen del cerebro era menor.

Aunque los hábitos de sueño varían entre los individuos, varios estudios han tratado de determinar la cantidad de tiempo necesaria para que el organismo descanse. Una investigación publicada en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine concluyó que el tiempo ideal es 7,2 horas con base en un experimento revelador. Los científicos evaluaron a cinco adultos sanos que se sometieron a vivir durante dos meses como si estuvieran en la Edad de Piedra, sin electricidad ni lujos modernos, y observaron que los voluntarios lograron dormir naturalmente una hora y media más que en su vida cotidiana. Otro estudio de la Universidad de California en San Diego comprobó que la tasa de mortalidad disminuye en las personas que duermen regularmente entre seis y siete horas diarias en las noches.

Los expertos recalcan la importancia de poner límites a la exposición a la luz artificial que emiten los aparatos electrónicos, pues el cerebro la interpreta como día y así el cuerpo deja de emitir melatonina, hormona que regula los ciclos circadianos. Lo más preocupante es que aproximadamente el 80 por ciento de las personas utiliza habitualmente estos dispositivos y la cifra es más alta en los más jóvenes. De hecho, la Academia de Pediatría de Estados Unidos señaló en agosto que los colegios deberían retrasar un par de horas el inicio de las clases en los colegios para que los adolescentes duerman más. De esta forma, dicen, se previenen la obesidad, la diabetes y trastornos de conducta en la adultez.

Meadows afirma que no en vano los seres humanos duermen un tercio de sus vidas. Si bien hoy, con tanta oferta de entreteniemiento nocturno es difícil apagar la luz a las siete de la noche, es clave que la gente sepa las consecuencias de no dormir las horas adecuadas. Como lo dice el autor, el sueño es fundamental para que “el organismo funcione bien física y mentalmente”.