DETECTADO A TIEMPO

Un rápido examen puede reducir al mínimo el riesgo de que un niño crezca con problemas mentales.

20 de enero de 1992

EN COLOMBIA, uno de cada dos mil niños nace con problemas mentales. Esto quiere decir que de los 800 mil niños que nacen anualmente en Colombia, 400 se ven afectados por deficiencias en el desarrollo intelectual. Pero muchos de estos problemas pueden prevenirse si son detectados a tiempo. Ahora existe un sencillo examen que se realiza a los recien nacidos el cual puede predecir esta anomalía, para que sea corregida antes de que el retardo mental sea irreversible.
En los últimos años, los genetistas han descubierto que cualquier niño puede llegar a sufrir de anomalías genéticas, sin la exigencia de una predisposición. Si hasta hace algún tiempo sólo unas cuantas parejas se preocupaban por el riesgo de concebir un hijo con deficiencias mentales, hoy no sólo ellos deben tener precauciones. Los especialistas aseguran que ninguna pareja, independientemente de la óptima salud de ellos o la de sus ascendientes está exenta de dar a luz un niño con problemas en su desarrollo. No obstante, también los genetistas aseguran que si dichas anomalías son detectadas a tiempo, las posibilidades de rehabilitación pueden alcanzar incluso el lOO por ciento.
La gravedad del asunto radica en que no todos los retardos son detectados en el primer momento. A pesar de que existen casos como el mongolismo, en que desde el mismo instante del nacimiento o incluso antes el médico puede advertir sobre las deficiencias mentales del bebé, en muchos niños, los primeros síntomas sólo se perciben a partir del primer año y, en algunos, los factores de trastorno se manifiestan sólo después de los tres años. Así que cuando los padres se dan cuenta del problema y buscan ayuda ya es demasiado tarde. Las consecuencias del retardo son irreversibles.
En vista de esta circunstancia, se ha desarrollado un sistema para detectar los casos de retardo mental con suficiente anticipación. Es decir con suficiente anticipación para que sea posible corregir las deficiencias metabólicas del niño, que son, en últimas, las que ocasionan una gran cantidad de enfermedades congénitas no detectables a primera vista. Se trata de dos examenes, uno de sangre y otro de orina, que el especialista realiza al bebé después de su nacimiento. Si el resultado es positivo, los especialistas realizan otras pruebas, hasta detectar la enfermedad.
Según las estadísticas, las más recurrentes son el hipotiroidismo y la fenilcetonuria, ambas con graves consecuencias en el desarrollo mental del infante, pero igualmente corregibles con un diagnóstico oportuno.