Todos estos virus causan infecciones agudas o crónicas. | Foto: Semana

SALUD

Hepatitis, un mal silencioso

Este 28 de julio se celebra el Día Mundial de la Hepatitis, enfermedad que cobra la vida de 1,4 millones de personas al año.

28 de julio de 2014

El 28 de julio de 1925, nació en Brooklyn, Nueva York, el científico estadounidense Baruch Blumberg, ganador del premio Nobel de Medicina en 1976 por haber identificado el virus de la hepatitis B. Meses antes de su muerte, ocurrida el 15 de abril del 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció la fecha de su cumpleaños como el Día Mundial contra la Hepatitis.

En el 2014, cuarto año en que se conmemora esta fecha, la campaña de la OMS se llama: ‘Hepatitis: Piénselo de nuevo’. En mayo pasado, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución con el fin de mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis viral, un grupo de enfermedades infecciosas que comprende las hepatitis A, B, C, D y E.

Se estima que al año, mueren cerca de 1,4 millones de personas por esta enfermedad, casi tanto como las que causa el sida. Por eso la campaña busca hacer un llamado de atención a los encargados de formular las políticas, el personal de salud y el público en general para que estén cada vez más conscientes de este ‘asesino silencioso’.

“Sabemos que hay gente que está infectada pero no lo sabe. En el país hay unas 400.000 personas que viven con hepatitis, sin embargo, solo 10.000 han sido diagnosticadas”, dijo a Semana.com el doctor Óscar Beltrán, Presidente de la Asociación Colombiana de Hepatología. Además, estudios de la Universidad de Antioquia sugieren que la prevalencia de hepatitis virales agudas en el país está entre el 7 % y el 20 %.

Todos estos virus causan infección a corto plazo o infección aguda. Sin embargo, el A y el E no se vuelven crónicos y rara vez son mortales, mientras que el B, C y D sí pueden producir infección a largo plazo y, además, pueden generar enfermedades como la cirrosis o el cáncer hepático si no se diagnostican a tiempo. “El B y el C son los más graves y preocupantes, pues no presentan ninguna clase de síntoma en su etapa temprana”, señala Beltrán. Por eso casi el 90 por ciento de los casos mortales anuales han sido a causa de uno de estos tipos de hepatitis.

Para evitar sorpresas, cualquier persona debe hacerse al año un chequeo general con pruebas de sangre que brinden evidencias del funcionamiento del hígado. Lo más importante es que cada individuo cuide su salud con una dieta balanceada y saludable, pues el exceso de grasa puede producir cirrosis. Así mismo, el consumo de alcohol puede debilitar este órgano.

“La gente debe vacunarse contra la hepatitis A y la B. De esta forma van a estar protegidos y también pueden tomar tres tazas diarias de café. Está comprobado científicamente que ayuda a prevenir enfermedades hepáticas”, explica Beltrán.

Por otra parte, los médicos y las entidades gubernamentales deben alertar a la población que tenga factores de riesgo para que vayan a consulta. La Alianza Mundial contra la Hepatitis afirma que esta fecha es “una oportunidad para acrecentar la sensibilización e influir en un cambio real en la prevención de la enfermedad y en el acceso a las pruebas y al tratamiento”.


Hepatitis A
Este virus está presente en las heces de las personas infectadas y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Se puede propagar también por ciertas prácticas sexuales. En la mayoría de casos los afectados se recuperan por completo y adquieren inmunidad contra infecciones futuras. En el 2012, el Ministerio de Salud incluyó la vacunación para la hepatitis A en el Programa Nacional de Vacunación.

Hepatitis B

Se transmite por la exposición a sangre, semen y otros líquidos corporales infecciosos. También es muy frecuente que una madre infectada se lo transmita a su bebé en el momento del parto. Hay una vacuna desde 1993 y eso ha hecho que disminuya la incidencia en menores de 30 años. Sin embargo, en los mayores todavía hay bastantes casos. En Colombia, la región de los llanos orientales, los Santanderes y en el César tienen la mayor prevalencia.

Hepatitis C

Este virus, uno de los más difíciles de diagnosticar, se transmite casi siempre por el contacto con sangre contaminada, lo cual puede suceder por transfusiones de sangre o derivados contaminados como agujas infectadas utilizadas durante intervenciones médicas. La transmisión sexual también es posible, pero no es común. El país que más tiene hepatitis C en el mundo es Egipto, pues el 15 % de la población la padece. En Colombia hay alrededor de 300.000 casos, pero solo se han diagnosticado unas 10.000.

Hepatitis D

Las infecciones por este virus solo ocurren en personas infectadas con el de la hepatitis B. El contagio simultáneo puede causar una afección más grave y tener un peor desenlace. Por eso la recomendación en estos casos es vacunarse contra la hepatitis B y no compartir agujas ni otros objetos como cepillos de dientes, cuchillas de afeitar o tijeras de uñas con una persona infectada.

Hepatitis E
Este virus, como el A, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Es una causa importante de enfermedad en los países desarrollados. Sin embargo, puede curarse con tratamiento que oscile entre cuatro y seis semanas. Cada año se registran aproximadamente 20 millones de nuevas infecciones por hepatitis E en el mundo, según la OMS.