¡ DIOS SALVE AL REY !

Está costando tanto mantener la monarquía británica, que muchos piensan que, de pronto, el príncipe Carlos no corona.

6 de mayo de 1991

POCAS INSTITUCIONES EN EL MUNDO tienen la solidez de la monarquía británica. Sin embargo, no son pocos los que hoy se preguntan si esta institución sobrevivirá al siglo XX. Por increíble que parezca, hay quienes no se atreverían a apostarlo. Como se trata de menos de 10 años, la pregunta es ¿qué podría producir semejante cataclismo de una institución que prácticamente se consideraba eterna? Quienes piensan que la monarquía inglesa se tambalea, fundamentan sus negros augurios en una simple ecuación de valor y costos. Sostener a la familia real se ha convertido en un dolor real. Los súbditos ingleses se preguntan si no será demasiado costoso sostener una institución cuyo valor es puramente simbólico.

Lo cierto es que mientras la inflación en Gran Bretaña alcanzó el último año uno de los mayores niveles en toda la década, 9.5 porciento, el verano pasado la Cámara de los Comunes aprobó un aumento del 56 por ciento en la pensión de la reina para cubrir los crecientes gastos de su familia. Sin contar los costos de seguridad y un nuevo jet, la familia real toma anualmente de los impuestos británicos algo más de 100 millones de dólares. Esto sobrepasa de lejos los gastos de cualquier otra familia real europea (ver recuadro) y es más del doble de lo que les cuesta a los norteamericanos su presidente.

El escepticismo sobre uno de los símbolos más preciados por los ingleses ha llegado con los aires de la recesión. En los últimos años, cada ves que hay un aumento en los impuestos, los contribuyentes británicos se preguntan a gritos por qué la familia real sigue estando exenta de ellos. Según una encuesta publicada el mes pasado por el Daily Mail, el 73 por ciento de los ingleses piensan que la familia real debería pagarlos. Y aunque sólo un 14 por ciento cree que Gran Bretaña podría ser mejor sin la monarquía, el 38 por ciento considera que la familia real es