Para el director del Observatorio el Estado debería brindar más espacios para que los jóvenes que quieran aprender sobre astrofísica lo puedan hacer. | Foto: Carlos Julio Martínez

ENTREVISTA

“La ciencia también construye una sociedad más abierta y democrática”

José Gregorio Portilla, director del Observatorio de la Universidad Nacional, explicó la importancia del alfabetismo científico para Colombia.

14 de diciembre de 2015

Semana.com: ¿Por qué es importante invertir en conocimiento científico?

José Gregorio Portilla:
Más allá de la que la ciencia promueva el crecimiento y desarrollo económico, una de las razones para invertir en este campo es porque así se combate el analfabetismo científico que sufre la población colombiana. Desafortunadamente aquí todavía no se ha logrado comprender bien que la ciencia tiene todos unos réditos si se cultiva debidamente.

Semana.com: Pero ese es un problema histórico…

J.G.P:
Sí, y las élites políticas y económicas tienen una gran responsabilidad es esto. Mi opinión es que a las élites o tienen un gran desconocimiento de cómo funciona el desarrollo científico o no les interesa que la gente aprendan a razonar de manera científica. Tuve la oportunidad de escuchar a un físico chileno que decía los que los políticos le tienen miedo a los científicos porque nosotros no comemos entero. Quizás esa sea la razón por la que no se promueven la ciencia en la manera cómo se debería hacer.

Semana.com: ¿Por qué es importante que una sociedad sea científicamente alfabeta?

J.G.P:
Porque una sociedad científicamente alfabeta puede comprender mejor cómo el conocimiento científico puede innovar. Un ejemplo es Corea. Hace 60 años estaban igual de fregados que nosotros y ahora mire de donde son los carros, los electrodomésticos y los celulares. Y es que detrás de un aparato móvil hay mucha ciencia de por medio, en electroconducción, almacenamiento de energía…

Semana.com: En un país que tiene muchas necesidades primarias que solucionar ¿Por qué es importante que patrocine las ciencias, en especial las duras?

J.G.P:
Yo creo que para un país de casi 50 millones de habitantes, en el que hay una masa cada vez mayor de jóvenes que quieren dedicarse estudiar en distintos campos como la astrofísica, es deber del Estado brindar esos espacios para que esos muchachos pueda desarrollar sus capacidades. Desafortunadamente, y aquí podemos tomar el ejemplo de la astrofísica, este tipo de ciencias son de las menos desarrolladas en este país.

Semana.com: ¿A qué se debe esto?

J.G.P:
Porque a buena parte de las ciencias duras no se le ve una aplicación inmediata, como se le ve a las ingenierías o a la medicina. Alguien puede preguntar: “¿Qué saca el país con saber que existen galaxias o estrellas?” Pero los que preguntan eso son personas que usualmente no entienden cómo funciona el conocimiento científico.

Semana.com: ¿Cómo funciona el conocimiento científico?

J.G.P:
Un ejemplo. Un astrofísico comienza con una simple pregunta: ¿Por qué funcionan las estrellas? En un principio las respuestas al parecer no tienen una aplicación inmediata. Pero después otros científicos se dieron cuenta que las reacciones atómicas que se dan en el interior de las estrellas eran la clave para hacer las bombas de hidrógeno.

Semana.com: ¿Eso significa que para innovar hay que desarrollar el conocimiento en las ciencias duras?

J.G.P:
Sí. Pero hay aún más y volvemos a otro ejemplo. Unos biólogos se pusieron a examinar el comportamiento de los bonobos, una especie de chimpancé, y descubrieron que cuando los machos están muy felices tienen relaciones sexuales entre sí. Cuando en Colombia y el mundo llegan los retrógrados a decir que la homosexualidad es antinatural, uno puede decir “un momento en la naturaleza también hay otras especies que practican la homosexualidad”, y contradecir sus argumentos. Ahí se ve como una actividad aparentemente inocua como mirar el comportamiento de micos puede impactar en una discusión sociológica y hacer que la sociedad pueda ser más abierta y democrática.

Semana.com: ¿Cómo está Colombia en el ámbito de la astronomía?

J.G.P:
La verdad es una campo que no se ha desarrollado en el país de la manera como quisiéramos, pero podemos decir que el año pasado volvimos a ser parte de la Unión Astronómica Internacional. También hay un grupo pequeño pero robusto de astrónomos, en Medellín hay una carrera, y hay científicos de dicados a esta rama de la ciencia en Bucaramanga y en Pasto. Aquí en la Nacional tenemos una maestría.

Semana.com: ¿Por qué en la Universidad Nacional no hay un pregrado en astronomía?

J.G.P:
No lo hemos querido crear porque estamos conscientes de la realidad del país. No existe un mercado laboral que absorba a los astrónomos.

Semana.com: Según eso primero toca crear la oferta y luego demanda…

J.G.P:
En algunas ciencias sí. Un químico con sus conocimientos puede hacer industria, es difícil pero se hace, pero un astrofísico le es mucho más difícil vivir de su conocimiento porque para emplearlo necesita de grandes centros de investigación y de mucho dinero, y eso solo lo puede proveer el Estado. Tanto en Rusia como en Estados Unidos la carrera espacial fueron políticas de Estado.

Semana.com: ¿Y cuál es el papel del capital privado? Porque uno ve que en la última década el desarrollo aeroespacial de Estados Unidos es liderado por empresas privadas como Space X…

J.G.P:
Es muy importante, pero eso solo funciona si las élites económicas son científicamente alfabetas. En Estados Unidos un millonario, como para citar un ejemplo, puede crear y financiar un instituto de investigación sobre el cáncer, solo por el hecho de que su hija se murió de esa enfermedad. No estamos hablando de un altruismo, sino que muchos millonarios saben que la mejor forma de que su dinero produzca réditos es invirtiendo en ciencia.

Semana.com: De hecho ese fue el gran secreto de Estados Unidos: Que grandes multimillonarios como J.P Morgan y Rockefeller invirtieron muchísimos millones de dólares en innovación científica y tecnológica…

J.G.P:
Sí, pero es porque esas sociedades comprenden de verdad la importancia de la ciencia.

Semana.com: ¿En este momento a que se dedica?

J.G.P:
Estoy terminado mi libro de mecánica celeste producto de dos décadas de enseñanza y sigo haciendo investigación sobre núcleos activos de galaxias

Semana.com: ¿Cómo se hace para investigar un tema tan especializado si no se tiene las herramientas tecnológicas de vanguardia?

J.G.P:
Bastante importante la pregunta pero la respuesta no es muy alentadora. En ámbitos como la astronomía nosotros estamos condenados a hacer ciencia de segunda y tercera categoría porque para hacer investigación científica de vanguardia se necesita invertir grandes cantidades de dinero en telescopios, colisionadores…

Por mi parte, mis investigaciones se basan en los datos y fotos que toman lo grandes observatorios. Con este acervo y gracias a las capacidades técnicas que tenemos en la universidad y a mis conocimientos contribuyo a comprender algunos aspectos de los núcleos activos de las galaxias. Pero hay que ser realistas, eso no me va permitir ganarme el Nobel. La moraleja es: Si Colombia quiere ganarse un Nobel tiene invertir y de verdad en ciencia. Esa es la dura verdad.