Madam Becky Adams propone crear un burdel para discapacitados. | Foto: Cortesía: medavia.co.uk

SEXUALIDAD

Discapacitados tendrán su propio burdel

Una de las proxenetas más reconocidas del Reino Unido tiene pensado abrir un centro de atención sexual para estas personas.

23 de enero de 2013

Becky Adams de 44 años es conocida en el país anglosajón por haber dirigido un prostíbulo durante más de 20 años y por escribir un libro de memorias acerca de sus hazañas en el oficio. 

La ‘madam’ del sexo planea abrir su “centro de salud sexual” en 2014 y ya invirtió  cerca de 62.000 euros en el particular proyecto. Su “bebé” como ha denominado su idea  se llamará Para Doxies y consistirá en un servicio telefónico sin ánimo de lucro donde se podrá solicitar un trabajador o trabajadora sexual  que estará especializado en atender personas con cualquier tipo de discapacidad física o mental. 

La mujer confesó que ha recibido comentarios de padres con hijos autistas que ven en su idea una opción para que ellos puedan tener su primer contacto físico. Los pensamientos liberales de esta proxeneta han sorprendido a quienes están cerca de ella, pues llegó a afirmar que no vería problema en que su hija de 16 años se convierta en prostituta. 

Madam Adams ha tenido éxito hasta en la industria editorial pues su libro ganó el año pasado el premio a mejor libro erótico en el Brit Writers Award  entregado por lOutriders, una organización  que ayuda  a que las personas con discapacidad lleven una vida más feliz y digna.

Ahora Becky Adams se describe como una activista y facilitadora sexual. “No puedes detener a un discapacitado en su idea de llevar una vida normal y en su lucha por las mismas posibilidades que tiene una persona común, eso es discriminación” le dijo a la cadena ABC. La proxeneta agregó, “yo les ayudo a conseguir un trabajador sexual, eso es legal. Hay muchos discapacitados que nunca han estado desnudos junto a otra persona ni tenido contacto físico con alguien”. 

Madam afirma que estará dispuesta a que sus trabajadores presten todo tipo de servicios a los discapacitados, no necesariamente sexuales, sino también de compañía y fue insistente en afirmar que no entiende por qué la gente se escandaliza con su idea. “Los discapacitados tienen necesidades sexuales y también tienen derecho a satisfacerlas” concluyó Adams.