CRIANZA

A pelear a otra parte

Las discusiones de los padres frente a sus hijos podrían dejar una huella permanente en sus cerebros.

1 de marzo de 2014

Las discusiones de los padres frente a sus hijos podrían dejar una huella permanente en sus cerebros. Así lo encontró un estudio realizado por Nicholas Walsh de la Universidad de Cambridge con 58 participantes entre 17 y 20 años. El autor del estudio les pidió a los padres de estos jóvenes que recordaron en detalle cómo habían sido las peleas en casa desde el nacimiento de sus hijos, incluidos los actos de violencia física. Al realizar un escáner del cerebro de cada uno encontró un vínculo entre las peleas familiares frecuentes y crónicas y un menor volumen de la materia gris, especialmente en el cerebelo. Cabe aclarar que en estudios anteriores se ha establecido una asociación entre un cerebelo de menor  tamaño y enfermedades como esquizofrenia, depresión, autismo, déficit de atención o desorden bipolar. Aunque no es recomendable evitar las discusiones, los expertos señalan que se den en buenos términos.