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ESPECIAL POSGRADOS

A distancia

Con los posgrados virtuales, la ubicación y los horarios no son excusa para faltar a clase.

14 de marzo de 2009

Con los posgrados virtuales, la ubicación y los horarios no son excusa para faltar a clase.

Si bien es cierto que la educación a distancia no es un concepto nuevo, cada día más universidades en el mundo ofrecen este servicio a través de aulas virtuales, en plataformas de Internet tanto para pregrado como para posgrado.

Colombia no se queda atrás. Un 6 por ciento de los estudiantes que acceden a la educación superior lo hace a distancia, en su mayoría a programas de pregrado. En términos numéricos, la cifra de alumnos en 2008 era de 877 estudiantes que, a pesar de la distancia y las limitaciones, podían educarse.
Actualmente la oferta colombiana de este sistema se ha diversificado para ofrecer múltiples opciones en posgrado. Especializaciones, maestrías, MBA e incluso doctorados pueden hoy ser cursados sin poner un pie en el campus de la universidad.

Los posgrados virtuales quieren llegar a un público más amplio. Pero no se trata sólo de aquellos que no pueden estar en el mismo lugar donde se imparten las clases, pues para los profesionales que trabajan todo el día esta es una solución ideal. Con la ayuda de Internet y plataformas especializadas en educación, los estudiantes pueden acceder a un campus virtual y sus servicios con solo un clic.

Esta modalidad permite que las personas puedan acceder a los programa de posgrado desde cualquier lugar y, además, abre una ventana para internacionalizar la educación superior colombiana.  “Es un sistema en el cual, tal como el estudiante puede estar en cualquier lugar del mundo, también puede tener el aporte de profesores que no necesariamente están en Colombia”, dice Marco Elías Contreras, decano de la Facultad de Estudios a Distancia de la Universidad EAN. Además, las universidades colombianas buscan convenios que permitan que sus estudiantes cursen posgrados virtuales con otras instituciones internacionales.

La Universidad EAN hoy cuenta con seis posgrados virtuales y fue la pionera de esta modalidad en 1999 con el primer programa que funcionaba por completo por Internet. Hoy ha recibido la Acreditación de Alta Calidad que otorga la Association of Collegiate Business Schools and Programs, Ascbs, una de las dos entidades acreditadoras de Estados Unidos para escuelas de negocios. “Nos caracterizamos por tener un modelo pedagógico que permite adecuar la oferta a las necesidades de los estudiantes, con énfasis en el proceso de aprendizaje autónomo”, afirma Contreras.

Al ser programas que no exigen un horario y que no tienen la presión de un profesor en cada clase, un alto porcentaje de la rigurosidad del estudio depende de la disciplina del alumno para seguir sus propios horarios de trabajo, de acuerdo con el material proporcionado por el programa.  “El estudiante se exige a sí mismo, pero a pesar de la distancia no está aislado. Constantemente interactúa en grupos de trabajo, con el profesor, y con la empresa para quien diseña soluciones, que son como laboratorios de práctica”, añade Contreras.
“Hay elementos de la educación virtual que hacen que sea muy buena. Nuestros estudiantes son unas personas que se han formado no sólo en el contenido, diseñado para
reemplazar lo que hace el docente personalmente, sino también en disciplina y organización para cumplir con los requerimientos y la exigencia”, opina Blessed Ballesteros, coordinador y docente de uno de los posgrados virtuales de la Universidad del Norte, en Barranquilla.  

Pero nada de esto sería posible sin las plataformas tecnológicas. Se llaman
learning management systems (LMS) y procuran poner al alcance de los estudiantes todos los servicios de un campus físico, como biblioteca con bases de datos especializadas y facilidades de consulta, servicios de matrícula, certificaciones de estudios, sábana de notas y bienestar estudiantil.

Nofal Naglés es egresado del posgrado virtual en Gerencia en Procesos de Calidad e Innovación de la Universidad EAN. “Cuando comencé a estudiar en 2002 un posgrado virtual, el tema era incipiente, y  aunque se venía trabajando desde 1999,  yo estaba convencido de que eso era el futuro”, dice. En la actualidad este egresado se desempeña como docente en el mismo posgrado, y aún está convencido de que este tipo de programas son el futuro de la educación. “Cada día hay más oferta de posgrados virtuales dentro y fuera del país, y uno debe buscar estas modalidades para educarse porque permiten aprender mucho, ser independiente, y el éxito de ellas está en  la exigencia”, afirma.