En el estudio, las mujeres se sometieron a liposucción en el abdomen bajo y los muslos. Al cabo de un año, la grasa se instaló en otras partes del cuerpo, especialmente el abdomen superior, los brazos y la espalda.

ESTÉTICA

Dura de arrancar

Un estudio revela que la grasa extraída con la liposucción regresa al cabo de un año, solo que no al mismo lugar, sino a la parte superior del cuerpo.

14 de mayo de 2011

Una pregunta que los pacientes siempre ponen sobre la mesa en el consultorio de un cirujano plástico es si la grasa de la liposucción puede regresar con el tiempo. Hasta ahora, los expertos no sabían a ciencia cierta la respuesta a este interrogante y se basaban en anécdotas de su práctica para contestarlo. Pero ahora, por primera vez, un estudio científico publicado en la revista Obesity revela lo que muchos temían: que la grasa extraída sí regresa, aunque no se localiza en el mismo lugar.

Para el trabajo, Teri Hernández y Robert Eckel, de la Universidad de Colorado, reclutaron a 32 mujeres no obesas y las separaron en dos grupos. En uno de ellos se agruparon aquellas que se someterían a liposucción de grasa depositada en el abdomen y en los 'conejos' de las piernas, y en el otro, las que no tendrían la cirugía y servirían de grupo control. Todas acordaron no cambiar su estilo de vida durante el experimento. Al cabo de un año, la grasa regresó, pero no en las zonas que habían sido intervenidas, sino en la parte superior del abdomen, la espalda y los brazos. "La razón por la cual ellas se ofrecieron para la investigación fue porque querían reducir la grasa del abdomen bajo y de las piernas, y esa meta se logró", dijo Heckel a SEMANA. Sin embargo, como lo dijo el experto al diario The New York Times, "la grasa que regresó fue redistribuida".

La gran pregunta es por qué. Heckel no tiene la respuesta clara, pero supone que se debe a que el cerebro sabe cuánta grasa está presente en el cuerpo, y cuando esta se extrae, el organismo hace un ajuste de cuentas para equilibrar lo perdido y, así, "defender su volumen total de grasa". Esto sucede, según algunos expertos, no solo con la liposucción, sino también con las dietas, y por ello muchas personas que se someten a regímenes alimenticios para adelgazar ven con frustración cómo al cabo del tiempo recuperan lo perdido y hasta más.

Gloria García se sometió a una cirugía de estas para disminuir la grasa abdominal y en cuestión de un año notó que la grasa volvió, pero esta vez se depositó en las nalgas. "A mí el médico me explicó que después de una lipo las células reclamaban la grasa extraída y ella regresaba a donde se pudiera almacenar, y en mi caso fue ahí", dice.

La liposucción, uno de los procedimientos de la medicina plástica más populares en el país, consiste en extraer con una cánula el tejido adiposo que está sobrando en una zona del cuerpo. En su consulta, el cirujano plástico Freddy Sanabria ha escuchado a sus pacientes hablar del temor de recuperar la grasa extraída, pero cree que es "un mito urbano, porque la mayoría de ellas al cabo de un año reportan excelentes resultados". Explica que lo que podría estar sucediendo es que algunos creen que la liposucción es un método para bajar de peso y, luego de la cirugía, dejan de hacer ejercicio o aumentan el aporte calórico de sus dietas y por eso vuelven a ganarlo. "Si la persona sube de peso por cualquier razón, esa acumulación se va a notar más en otra parte, porque en la que se trabajó ya se retiró el tejido adiposo y, por lo tanto, no hay tanta grasa", afirma Sanabria.

Tanto él como Iván Santos, por lo tanto, no creen en el 'efecto rebote', sino en que las personas que se hacen esta cirugía se dan licencia de comer a sus anchas, porque durante los primeros seis meses no se engordan. Pero tarde o temprano, dice Santos, el organismo se regula y el exceso de grasa se va a otras áreas del organismo. Por esta razón, él extrae grasa de varias partes, como el abdomen, la espalda, las axilas, los muslos, y moldea la figura del paciente de tal forma que, cuando este gane peso, el cuerpo no se engorde en forma asimétrica, sino regular. Sanabria coincide en que este procedimiento no consiste solo en quitar grasa. "El éxito de la cirugía está en la cantidad que se deja", enfatiza.

Pero otros expertos en obesidad creen que independientemente de la cirugía, la grasa regresa por razones biológicas y que, aun si se retira una cantidad mínima, volverá, porque el organismo lleva un control exhaustivo del número de adipositos, como se les llama a las células grasas en el cuerpo. Estas se reemplazan cada siete años y, cada vez que una de ellas muere, se crea otra nueva que la reemplaza. Por ello, creen los científicos, las personas tienen tanta dificultad para bajar de peso, no importa la ruta que escojan para lograrlo. Esta teoría se apoya en estudios hechos con ratones de laboratorio a los que se les removió grasa por medios quirúrgicos y al cabo del tiempo también recuperaron la grasa eliminada y en sitios diferentes de donde esta fue extraída, tal y como sucedió con las mujeres del experimento de Heckel y Hernández.

Heckel aconseja a los cirujanos plásticos "no hacer cambios a su práctica a raíz de esta investigación", según le dijo a esta publicación. Tampoco es de esperarse que la gente deje de solicitar esta cirugía. Curiosamente, las mujeres del estudio reportaron estar satisfechas con el resultado, tal vez porque han luchado con esa grasa localizada durante mucho tiempo y una vez esta se va se sienten aliviadas, así la recuperen en otro lado. La liposucción está tan bien posicionada en la sociedad actual y goza de tantos adeptos que es posible que la gente se someta a ella cada vez que un gordo aparezca, así otro nuevo se forme en otro lugar. Para la muestra hay que ver que a las mujeres que participaron en el grupo control se les ofreció, a manera de compensación, una liposucción gratis al término del experimento, si aún la querían. A pesar de los resultados, más de la mitad aceptó la oferta.