Los hermanos Promise, de 16 años; Emmanuel Junior, de 11; y Benson, de 15, permanecen pensativos en su casa en Monrovia, Liberia. Quedaron huérfanos luego de perder a sus padres y a un hermano por el ébola, 28 de septiembre, 2014. | Foto: AP

SALUD PÚBLICA

Las otras emergencias del ébola

Los habitantes de los países más afectados no encuentran clínicas en funcionamiento o temen ir a las que están abiertas.

5 de noviembre de 2014

El brote de ébola en África ha creado una amenaza mortal adicional, según los expertos: los casos de malaria, neumonía, fiebre tifoidea y otras dolencias que no son tratadas porque los residentes de los países más afectados por el virus mortífero no pueden encontrar clínicas en funcionamiento o temen ir a las que están abiertas.

Las pruebas de lo que la Organización Mundial de la Salud califica de "emergencia dentro de la emergencia" están a la vista en Guinea, Liberia y Sierra Leona, las naciones más golpeadas por la epidemia.

Puede apreciarse en la declinación en el número de niños vacunados para enfermedades prevenibles o también en la madre que recorre toda Monrovia, la capital de Liberia, en busca de una clínica abierta que trate a su hijita de tres años con fiebre y vómitos, síntomas que pueden ser de ébola, pero también de muchas otras enfermedades.

También es evidente en el hospital de Kissidougou, Guinea, que no trata siquiera la décima parte de los enfermos que solía. Asimismo, en el hospital en un suburbio de la capital de Sierra Leona, operado por la organización de asistencia médica Emergency: está repleto de pacientes porque los hospitales cercanos están cerrados o bien operan parcialmente.

"Detrás de la crisis del ébola se oculta este asesino silencioso", afirmó Eric Talbert, director ejecutivo de la sucursal estadounidense de Emergency.

Ninguno de una decena de expertos entrevistados pudo decir cuánta gente podría estar enferma o agonizando por la falta de atención médica. Aun en las épocas más propicias ha sido difícil llevar la cuenta de las enfermedades que plagan Guinea, Liberia y Sierra Leona, como la malaria, la neumonía, el cólera y las infecciones diarreicas. Ahora los sistemas de salud de esos países, ya de por sí precarios, se han desplomado por la epidemia del ébola.

En julio, solo la mitad de las instalaciones médicas en Liberia reportaban datos al Ministerio de Salud. Esto no significa que la otra mitad estuviese cerrada, sino que mucha, al menos, no estaban operando a pleno. Varios hospitales y clínicas en Sierra Leona también se han visto obligados a cerrar o a reducir sus actividades.

Pero hay algunos indicios de mejoras.

En Guinea, muchas instalaciones operaban en septiembre, pero aguardaban la llegada de enfermos. El hospital en Kissidougou, cerca de donde comenzó este ultimo brote del ébola, solo recibía de 12 a 15 enfermos diarios a fines de septiembre, en comparación con la cifra típica de 200 a 250, dijo el doctor Franco Pagnoni quien, en ese entonces, era el coordinador de campaña del ébola para la OMS en el lugar.

"Si no le prestamos atención, tendremos miles de muertes a causa del ébola, pero a la vez decenas de miles de muertes por otras enfermedades", advirtió.

La OMS se limitó a decir que había "un número elevado de muertes" a causa de otras enfermedades.

La hijita de tres años de Mariama Bary corría el riesgo de sumarse a la lista de víctimas fatales. Bary llevó a la pequeña por toda Monrovia en busca de tratamiento por fiebre y vómitos, dijo SOS Children's Village, una organización de caridad que opera allí un centro médico. Bary tuvo dificultades para hallar una clínica que estuviese abierta o que aceptara a una niña con síntomas del ébola. Finalmente, consiguió que la atendiera el SOS, donde a la pequeña le diagnosticaron malaria.