El amor maternal y el cerebro

Cualquiera pensaría que los cerebros de esta resonancia magnética corresponden al de un adulto y un pequeño.

10 de noviembre de 2012

Cualquiera pensaría que los cerebros de esta resonancia magnética corresponden al de un adulto y un pequeño. Pero el escáner muestra el cerebro de dos niños de tres años que vivieron sus primeros años en entornos distintos. La diferencia en tamaño responde al trato que sus madres les dieron. El de la izquierda fue amado y cuidado, mientras que el de la derecha fue abusado y desatendido. Según los expertos, el desarrollo del cerebro del bebé depende de la interacción positiva con la mamá, pues durante los primeros dos años de vida se desarrolla el 80 por ciento de las células cerebrales y de no haber un ambiente propicio los daños son permanentes. Aspectos fundamentales como la inteligencia o la capacidad de socializar se ven afectados, además aumenta el riesgo de que sufran depresión, se vuelvan adictos a las drogas o desarrollen conductas violentas y criminales. La investigación demuestra la importancia de la relación que deben tener los niños con sus padres y enciende las alarmas para que se promuevan campañas educativas de crianza consciente.