El arte de dormir despierto

Según algunos expertos, la meditación trascendental es la mejor arma para combatir el estrés.

8 de marzo de 1993

SENTADO COMODAmente, con la espalda recta, los hombros descolgados y las manos relajadas, el hombre cierra los ojos y empieza a repetir en la mente un sonido especial, escogido de antemano con ayuda de un instructor, que servirá para que el cerebro descienda -conscientemente- a los estados mas profundos del sueno -incluso mas profundos que el sueno inconsciente- durante 20 minutos.
Esta sencilla técnica, que sus practicantes llaman meditación trascendental y cada día gana mas adeptos en Colombia es, según los expertos el mejor metodo para deshacerse del estrés cotidiano, y de paso, desarrollar integramente las capacidades cognoscitivas y sensitivas del cerebro.
La teoría, introducida en occidente por el físico y matemático hindú Maharishi Mahesh Yogi, consiste en que todo ser humano es susceptible de llegar a los estados mas sútiles del pensamiento allí donde se desarrolla la creatividad del individuo- en forma consciente. Lo que quiere decir que no sólo es posible dormir despierto. En este estado el cerebro se expande y enriquece su potencial en todas sus manifestaciones: mayor concentración, mayor creatividad, mas memoria. En la práctica, se trata de hacer descansar la mente deliberadamente, con el ánimo de desintoxicarla de todo el estrés, la ansiedad y la agresividad acumulados durante la jornada diaria, y prepararla para enfrentar el desordenado mundo cotidiano con energía positiva y ánimo renovado.
Más de 450 estudios cientificos realizados en los últimos 21 años en 1ó0 universidades e institutos especializados en 27 países, han comprobado que en sólo una sesión de 20 minutos, el cuerpo y el cerebro descansan mas que si se hubiera dormido tres horas.
Segun el instructor Manuel Quijano, quien ha estudiado la técnica durante más de 20 años, "esto se debe a que el cerebro suspende sus actividades cotidianas de organización, razonamiento e intelectualización (presentes incluso durante el sueño inconsciente), y trasciende hacia estados más sútiles del pensar, lo cual hace que el cerebro descanse mucho más que en el sueño normal".
Sus practicantes aseguran que, además de ser efectivo contra el estrés y el insomnio, es una técnica confiable y libre de riesgos, pues no se necesita cambiar de creencias, asumir filosofías extrañas ni raras posturas corporales.