"El cáncer infantil debe considerarse un tema de salud pública"

El Observatorio Interinstitucional de Cáncer Infantil (OICI) cumple este mes de febrero cinco años de funcionamiento.

John Marulanda, asesor de OICI y docente de la Universidad Externado de Colombia, asegura que esta organización es una instancia sin precedentes en el país, ya que desde la sociedad civil se unen fuerzas que favorecen a los niños afectados con esta enfermedad, que en su criterio, debe ser considerada un tema de salud pública.

Con ocasión de la conmemoración del día internacional contra el cáncer infantil, Marulanda resalta la importancia del trabajo conjunto de fundaciones que atienden directamente a los niños como Funstall, Opnicer, Sanar y la Fundación Colombiana para la Leucemia y Linfoma; con instituciones como la Liga Colombiana del Cáncer, la Defensoría del Pueblo y la Asociación Colombiana de Hemotología y Oncología Pediátrica (ACHOP), las cuales se han unido desde el año 2007 para trabajar en el Observatorio.

Marulanda señala que uno de los desafíos más importantes que tiene la lucha contra el cáncer infantil es lograr que sea considerado un tema de salud pública, debido a que hoy muchas muertes son evitables con un diagnóstico y un tratamiento oportuno.

Las fundaciones y las instituciones mencionadas trabajan para disminuir la tasa de mortalidad en Colombia, del 50 por ciento, y así lograr que esta sea similar a la que existe en otros países cercanos como Honduras y El Salvador, donde la tasa de mortalidad es cercana al 70 por ciento.

En ese sentido, Marulanda celebra la reglamentación sobre el funcionamiento del Consejo Nacional y los consejos departamentales que asesoran el cáncer infantil, y señala que están en curso algunos proyectos de resolución que incidirían en el sistema de información para controlar la atención y la red integrada de monitoreo.

La reglamentación busca que los niños tengan atención en centros especializados y se agilice el sistema de autorizaciones de tratamientos. Finalmente, el experto advierte que se requieren normas especiales para evitar que las barreras geográficas de un país como Colombia, factores culturales o la suspensión de los tratamientos, cobren la vida de niños y adolescentes.