EL HOMBRE-MONO

Por primera vez se ha trasplantado a un hombre el hígado de un mandril. Comienza la era de los trasplantes entre especies?

3 de agosto de 1992

UN HOMBRE DE 35 años se convirtió el lunes de la semana pasada en el primer ser humano en recibir el hígado de un mandril. El trasplante fue realizado por un equipo de cirujanos de la Universidad de Pittsburgh. De tener éxito, la medicina entraría a una nueva y prometedora etapa: la era de los trasplantes entre especies. Esta alternativa podría ser la solución a un serio problema que ha afrontado la ciencia médica desde el inicio de los trasplantes: la escasez de órganos. Diariamente mueren en el mundo miles de personas que están a la espera de encontrar un donante. Esta humanitaria razón fue lo que llevó al comité de ética médica de los Estados Unidos a dar su aprobación para que el equipo de cirujanos, encabezado por el doctor Thomas E, Starzl, realice cuatro trasplantes de órganos de animal en seres humanos. El receptor del primer hígado de mandril, cuya identidad se mantiene en reserva, estaba condenado a morir porque el virus de la hepatitis B había destruido su hígado. Pero además, porque en este tipo de pacientes los trasplantes de hígado humano generalmente no funcionan, ya que el virus puede atacar nuevamente el órgano trasplantado y destruirlo.
El hígado del mandril es anatómicamente similar al órgano humano. Y se cree que no puede ser infectado por ese tipo de virus. Si bien esta es la primera vez que un humano recibe un hígado animal, no es la primera vez que se intenta implantar órganos de estos animales en humanos. Por lo menos 30 operaciones de este tipo se han realizado en el mundo desde 1905. Sin embargo, ninguno ha tenido éxito. El último se realizó en 1984, cuando se trasplantó el corazón de un mandril en un niño, quien murió 20 días después.
El rechazo al órgano ha sido el gran obstáculo. No obstante, las esperanzas del equipo de cirujanos de Pittsburgh se basan en la utilización de una nueva droga, conocida como FK06, en combinación con otras tres básicamente un esteroide, una droga anticáncer y un antiinflamatorio. Desde hace unos años el equipo de investigadores ha probado con éxito, a nivel experimental, su efectividad en trasplantes de corazón e hígado de hamsters en ratas.
La complicada operación duró cerca de 12 horas y requirió la presencia de por lo menos 25 cirujanos, encabezados por los doctores Andreas G, Tzakis, John Fung y Satoru. Todo, simultáneamente en dos salas de operaciones, un equipo retiraba el hígado del mandril mientras otro retiraba el del paciente. Finalmente, cinco horas después, el hígado del animal era colocado en el cuerpo del paciente. Aunque el órgano del mandril tiene la mitad del tamaño del de un hombre adulto, los especialistas esperan que con el tiempo alcance el tamaño adecuado para suplir las necesidades del paciente.
El doctor Thomas E, Starzl, pionero de los trasplantes de hígado humano, también desarrolló la técnica para trasplantar órganos de animal en humanos. En 1963 realizó seis trasplantes de riñones de mandril, pero los pacientes murieron en los siguientes tres meses. Los especialistas han afirmado que si las cosas van bien en el primer mes, se lanzarán a hacer el segundo de los cuatro trasplantes autorizados. Si la nueva combinación de drogas evita el rechazo, empezarían a pensar en el trasplante de otros órganos animales. En ese caso los mandriles podrían ser criados especialmente con este propósito. "Una vez que crucemos la barrera del rechazo, podremos usar otros órganos de animales para salvar vidas humanas, ya que cerca del 30 por ciento de los candidatos para un trasplante de hígado mueren antes de conseguir un donante", señaló Starzl.
Lo cierto es que al finalizar la semana, el paciente presentaba una condición estable y los exámenes mostraban que el hígado del mandril estaba funcionando tan bien como uno humano. Sin embargo, mientras para pacientes y médicos se abre una luz de esperanza, para los defensores de los animales ha sido un motivo de protestas. El jueves anterior, cuando el paciente veía televisión en el cuarto del hospital de Pittsburgh, un centenar de personas realiza una manifestación al frente del centro médico. Las protestas fueron acalladas por un grupo de candidatos a trasplantes, para quienes este intento de la ciencia significa prolongar su vida.