EL HUMOR HA MUERTO

Con casi 70 años de existencia, la más prestigiosa revista norteamericana ha decidido darle un revolcón a su contenido.

25 de mayo de 1992

LA NUEVA CARA DEL TIME
LA SEMANA PASAda la revista Time sorprendió a sus lectores.
Pero esta vez no fue uno de los explosivos temas a los que los tiene acostumbrados. Al abrir la revista, se encontraron con una publicación completamente diferente. Luego de casi 70 años de existencia, el prestigioso semanario decidió darle un revolcón a su presentación. Aunque su logotipo un poco más estilizado sigue siendo inconfundible dentro del tradicional marco rojo de la portada, el interior ha sido totalmente rediseñado.
Este es el más significativo cambio desde su creación, en 1923. Pero como cambiar una publicación de la seriedad de Time es casi como modificar la estatua de la Libertad, el nuevo diseño ha generado toda suerte de comentarios. Acostumbrados a la sobriedad de sus páginas, los lectores se han encontrado con una revista con grandes fotografías e ilustraciones y sin las habituales secciones. El nuevo diseño se venía gestando desde hace cinco años, cuando Henry Muller ingresó como editor en jefe: "La prioridad era definir qué debe ser una revista de noticias en la era de las comunicaciones instantáneas. Cuando comenzamos a pensar en este proyecto, dos terceras partes de la revista estaban dedicadas al registro de las noticias de la última semana. Ahora, dos tercios de la revista son material original".
El gran reto consistía en mejorar la presentación sin cambiar la identidad, pues está demostrado que perdería puede significar el fin de una publicación. El contenido, que mantiene la línea editorial de los últimos años, se organizó en tres grandes secciones. La primera, de ocho páginas, es un resumen de las más importantes noticias ocurridas en el mundo, lo que mantiene el propósito de sus fundadores, Briton Hadden y Henry Luce, cuando en 1922 concibieron una publicación dirigida a informar. Luego, una sección con artículos de mayor extensión y profundidad que dan al lector un análisis sobre los hechos que ya ha visto en televisión, oído por radio o leído en los periódicos. La última parte está dedicada a la reseña cultural que para los lectores norteamericanos representa la biblia a la hora de elegir espectáculos o mantenerse al corriente de lo que está pasando. El cambio más dramático se da a nivel de diseño. Un moderno tipo de letra ha reemplazado el utilizado desde 1940.
Pero aunque a simple vista parece que la nueva versión incluye más fotografías, según sus editores, el balance total entre ilustraciones y texto no ha cambiado en nada.
El caso es que Time, la mayor de las revistas de noticias norteamericanas, deriva la mitad de sus ingresos de la circulación. Y últimamente parece haber sentido los esfuerzos de sus mayores competidores Newsweek y U.S. News & World Report para conquistar a sus lectores. De otra parte, mientras la revista ha reducido su nómina de colaboradores, la compañía Time Warner Inc., que siempre ha sido símbolo de solidez, tuvo recientemente un fuerte remezón administrativo. El resultado de todo esto es que la venta de páginas de publicidad en la revista ha bajado un 20 por ciento desde 1990. Y, lo que es peor, la circulación pasó en los dos últimos años de 4.5 a 4.1 millones de ejemplares. Time siempre había centrado su circulación en sus inscripciones pero, ante el excesivo costo de estas, ha decidido cambiar de estrategia y concentrarse en el crecimiento en la calle. A esta decisión se llegó cuando la revista People (28 millones de ejemplares, que no es de suscripciones, se convirtió en la más rentable del grupo editorial, con utilidades de 150 millones de dólares al año.
Así, mientras sus editores tratan de mejorar la cara de la revista, sus financistas luchan por minimizar los efectos de la peor recesión en las últimas décadas. Para empezar, el costo del rediseño no fue contratado por fuera si no realizado por el mismo equipo de la revista. Un proyecto de este tipo que bien puede costar una cifra cercana al millón de dólares, tuvo apenas un costo de 250 mil dólares.
Pero si el cambio sorprendió a los lectores, en el mundo editorial para nadie era un secreto el proyecto de Time. A pesar de que fue manejado dentro del mayor sigilo, y desde hace un año un equipo especial contratado para el rediseño se trasladó a un apartamento de Manhattan para dedicarse exclusivamente a cranear la nueva cara de la revista, en el medio de revistas ya habían empezado a correr dos clases de rumores: Uno, llamado " Time Lite", sostenía que para atraer nuevos lectores la revista se dedicaría a satisfacer las frívolas necesidades de información de la generación de la televisión, abandonando los artículos serios. El otro, conocido como la "Harperización de Time", aseguraba que la revista dejaría la reseña de noticias a los periódicos, la radio y la televisión y se convertiría en una revista semanal de ensayo y análisis.
Lo cierto es que Time no ha hecho ni lo uno ni lo otro. Sus editores, conscientes de que las revistas deben dar a los lectores más sustancia informativa que noticias de ayer, dedican un espacio considerable a los artículos de fondo. Y las exitosas ventas de sus recientes temas de portada: "El Demonio", "El culto a la ambición", "California: un sueño peligroso" y "Tribus perdidas conocimientos perdidos", confirman su opinión de que este tipo de artículos son parte integral de lo que una revista de noticias debe ser de los 90. Según Muller, Time hace hoy mucho mejor periodismo que ayer y el objetivo del diseño era resaltar eso. En todo caso lo que ha quedado claro es que en el mundo de las comunicaciones modernas, "camarón que se duerme se lo lleva la corriente".
Así se trate del mismísimo Time.

EL HUMOR HA MUERTO
Después de 150 años de vida, la revista británica "punch" ha cesado su publicación.
El mordaz semanario inglés, que durante siglo y medio fue la biblia de humor inteligente y adulto, decidió hace un tiempo cambiar su estilo. Este vano esfuerzo por seducir a un público más amplio y más joven se tradujo muy pronto en la pérdida de sus lectores habituales. Los serios problemas de circulación causaron su desaparición definitiva del mercado la semana pasada.