EL INFARTO DE LOS AEROBICS

La moda de los aerobics está pasando, porque algunas de sus fanáticas han experimentado problemas circulatorios.

11 de febrero de 1985

Todo parece indicar que la moda de los ejercicios aeróbicos está pasando. Y no está pasando simplemente como cualquier moda, sino porque algunas de sus más fervientes seguidoras han presentado una que otra dolencia y.... hasta infarto. El asunto comenzó cuando una de sus principales cultoras y promotoras, la actriz Jane Fonda, se vio afectada por un infarto. Se produjo entonces una crisis de confianza. Es como si los pacientes de un psicoanalista descubrieran que uno de ellos, bajo tratamiento, se suicidó.
La noticia del infarto de la Fonda se regó como pólvora y las practicantes han ido perdiendo su entusiasmo, lo que ha puesto a los miles de gimnasios en todo el mundo, especialmente en Europa y los Estados Unidos, en peligro de extinción. Solamente en Roma encuestas realizadas en los 2.700 gimnasios han dado como resultado que aunque los ejercicios aeróbicos aún siguen con vida, sus fans han disminuído en forma considerable. Concretamente, el local donde la actriz norteamericana Sidney Rome tenía sus publicitados cursos de gimnasia aeróbica se encuentra desierto en la actualidad, y lo mismo ocurre con el antes muy concurrido atelier que poseía la bailarina Lara Saint-Paul en un palacio céntrico de Roma. Al parecer, los cursos de ejercicios aeróbicos han disminuido en un 90% en esta ciudad, lo que significa que para muchos la gimnasia aeróbica, que centenares de fanáticas declararon la panacea para mantenerse en forma, ha entrado en barrena.
Algunos facultativos, consultados sobre las razones de la agonía de los aerobics, respondieron que la actividad impuesta por Jane Fonda, extremadamente dura, literalmente agotó a los más entusiastas y, lo que es más grave, muchas veces les produjo problemas cardiocirculatorios. En opinión de muchos expertos, un motivo para el ocaso de los aeróbicos ha sido el que actrices y coristas populares se pusieran a enseñar gimnasia cuando no entendían una palabra, y esa falta de profesionalismo produjo los resultados perjudiciales que hoy se están detectando. Muchos centros en los EE.UU y en Europa se han ido quedando sin profesoras porque, como dice el director de uno de los centros, "todas aquellas que impartían clases de aerobics han acusado dolores o problemas en las piernas".
Sin embargo, para los cultores del estado físico, no todo está perdido. Como moda es moda, ya esta surgiendo otra, que durante el auge de los aerobicos era apenas una extravagancia más de las mujeres que querían parecerse a los hombres: el body building (reconstrucción del cuerpo). El body building, que mediante pesas y aparatos hace trabajar cada músculo del cuerpo hasta que teóricamente llegue a su punto óptimo, se ha difundido sobre todo entre jóvenes de 15 a 23 años, que han comenzado a matricularse en los gimnasios que poseen los aparatos apropiados. Alberto Aserra, uno de los instructores del club Bodyshop de Roma, afirma que "es la única actividad que permite estar en forma después de los 40 años, porque está basada en una técnica científica para desarrollar cada franja muscular del cuerpo".
Los cultores de la gimnasia profesional, mientras tanto, se encogen de hombros, asegurando que las mismas cosas se decían, en sú momento, de los ejercicios aeróbicos.

NO TANTO QUE QUEME AL SANTO
Colombia no pudo escapar a la moda de los aerobics, pero parece por ahora estar salvada de la moda de su ocaso. Thérese Leleux, directora de un centro de gimnasia de su mismo nombre, consultada por SEMANA respondió:
SEMANA: ¿Piensa usted que el interés por los ejercicios aeróbicos está pasando? ¿Es cierto que quienes lo realizaban están abandonando su práctica, porque acusan problemas?
THERESE LELEUX: En primer lugar, en la academia no nos especializamos en ejercicios aeróbicos y más bien lo que ofrecemos es una técnica combinada de aeróbicos y dancersize Por otra parte, los aeróbicos originales suponen 20 minutos de saltos que para la altura de Bogotá no son convenientes. En este sentido hay que tener mucho cuidado y realizar chequeos previos a cada persona, para diseñarle una rutina especial de ejercicios de acuerdo con su capacidad de sobrecarga fisiológica. El ejercicio aeróbico debe hacerse con muchísimo cuidado, sobre todo si se tiene más de 25 años.
S.: ¿Qué cuidados especiales le dan ustedes a las personas que acuden en busca de ejercicios para estar en forma o adelgazar? T.L.: En primer lugar, las sometemos en nuestra unidad médica (que está supervisada por un cardiólogo especializado en fisiología del ejercicio y un biólogo especializado en antropometría) a un examen antropométrico, para determinar su forma, peso, tamaño, composición corporal y bíotipo. En segundo lugar, se las somete a una evaluación respiratoria y cardiovascular, para determinar su capacidad de sobrecarga fisiológica. De acuerdo con esto, se le asigna una rutina especial.
S.: ¿Cuántas rutinas especiales ofrece la academia?
T.L.: De acuerdo con una evaluación que realizamos durante 6 meses con más de 500 personas y con la ayuda de un programa especial de computador, diseñamos tres rutinas que pueden seguir las diferentes personas según la cantidad de ejercicio que pueden resistir.
S.: ¿No es posible que un exceso de ejercicio traiga complicaciones?
T.L.: Si el ejercicio se hace adecuadamente, no hay posibilidades de problemas. Los ejercicios científicamente realizados no deben producir ni fatiga, ni angustia, ni ninguna otra clase de problemas. Cuando el ejercicio es excesivo lo más probable es que la persona se canse y "tire la toalla".
S.: ¿Qué posibilidades hay de que las personas se sobre-exijan y presenten después problemas cardiovasculares o circulatorios?
T.L.: Claro que eso es posible, pero, por lo general, las personas normales, las que no se imponen retos para ir más allá de su capacidad física, ni están presionadas por un exceso de competitividad, cuando se fatigan dejan de hacer ejercicio. Simplemente eso: se cansan y se aburren.