EL LATIGAZO

Escándalo y debate sobre derechos de autor desencadena la lambada, el baile erótico de moda.

1 de enero de 1990

Pueden ser dos hombres y una mujer, o también un hombre y dos mujeres, o dos hombres y dos mujeres, en todo caso nunca la pareja o las parejas del mismo sexo porque el elemento principal en este baile, que ha sido calificado como "auténtico latigazo sexual" por algunos, es la promiscuidad, la provocación erótica que estalla con los primeros pasos.

Y es que la lambada es realmente eso: una provocación con la que muchos en Colombia y el mundo no están de acuerdo. En Francia, país de librepensadores, no todo el mundo aceptó el nuevo baile. En Colombia también hubo protestas. Inmediatamente después de que el Noticiero 24 Horas anunciara en su emisión del martes 28 que realizaría un concurso de lambada, en el espacio siguiente --"El Minuto de Dios"-el padre Rafael García Herreros censuró tajantemente el nuevo ritmo. Pero él no fue el único padre que saltó. También lo hizo Mario Carbonell, presidente de la Asociación Colombiana de Padres de Familia, quien representa a esta agremiación en el Consejo Nacional de Televisión que, por iniciativa de Carbonell, decidió prohibir los concursos de lambada tanto en un programa que habia planeado la empresa de Alejandro Munévar, como en los noticieros, que salieron a cazar rating por cuenta del latigazo bailable. Un latigazo que en este momento están compartiendo millones de hombres y mujeres en todo el mundo, arrastrados por todas las posibilidades sexuales de movimientos que van surgiendo a medida que los bailarines se conocen mejor, se acoplan mejor ante la mirada escandalosa de algunos. A diferencia de otros bailes más elaborados, más perfeccionistas, este puede ser reinventado por cualquiera aunque tiene algunos movimientos básicos que buscan, en todo momento, frotar algunas zonas erógenas del cuerpo contra las del parejo.

La regla principal del baile es también un consejo directo: si al salir a bailar usted nota que todos los ojos lo siguen, no se preocupe, siga moviéndose, siga frotándose y pronto la atención se desviará hacia otros. Es la reacción inicial de una sociedad que todavía no se acostumbra a los gestos y pasos de un baile que ya ha sido condenado en varios países.
Golpeados por la alegría y el desenfreno de la lambada, los franceses se cuentan entre los primeros adictos y en medio de las celebraciones populares del 14 de julio surgió como una bocanada de aire fresco este ritmo que se oye y se baila y se comparte por igual.
Nacida en Bolivia, transformada en Brasil y lanzada desde Europa, la lambada es cantada originalmente en portugués (aunque todos los días surge una versión nueva, incluyendo la del colombiano Alfredo Gutiérrez), utilizando instrumentos como el acordeón o el bandoneón, percusión y una especie de maraca de madera y metal cubierta de cuentas, llamada afoche.

Para que los pasos resulten más agresivos y cómodos, la mujer debe usar una falda muy corta con el fin que su parejo pueda meter y sacar las piernas con más facilidad. Siguiendo el ritmo, la pareja o las parejas se frotan por delante, luego por detrás, usando las manos y las caderas, las cuales deben estar girando siempre, sin separar los cuerpos y con las piernas abiertas para facilitar los movimientos del otro. Después será la imaginación y el erotismo de hombres y mujeres los que prolonguen la intensidad de los pasos.

Curiosamente un tema, "Llorando se fue", se ha convertido en el simbolo de la lambada. Como ocurrio con la canción de Bill Halley y sus Cometas que se transformo en emblema del rock, "Llorando se fue" es repetida cada quince minutos, por lo menos, en las emisoras de radio dentro y fuera de Colombia, y los discos que contienen el tema se venden por millones aunque las demás canciones jamás sean escuchadas. Cuando se le pregunta a cualquier disc jockey nacional por qué ese acoso con la lambada tienen la misma respuesta: "Es que nos llaman para solicitarla y si no la pasamos entonces buscan otra estación"
La lambada es mas para bailar que para escuchar y si los movimientos no fueran tan eróticos y contagiosos, a lo mejor hubiera pasado inadvertida, como lo estuvo durante estos siete años.

Es que en 1982 los hermanos Gonzalo y Ulises Hermosa compusieron, en Bolivia, el tema "Llorando se fue". Un año más tarde un grupo colombiano, Cuarteto Continental, lo grabó con discos FM y llamó apenas la atencion necesaria como para que algunas estaciones lo usaran durante varios meses. Alberto Suárez, director de Radio Olimpica en Bogotá, recuerda la aparición del tema y como pronto fue archivado, y en programas recientes realizados por Suárez es una experiencia sorprendente descubrir que nada ha cambiado: la canción sigue siendo la misma pero ya despojada de su inocencia inicial.

Dicen que en algunas poblaciones de la costa brasilera, el ritmo, el frotar de los cuerpos, viene usándose desde hace muchos años. Pero faltaba que alguien relacionara la canción de los hermanos Hermosa con los movimientos brasileros.

Ese alguien se llama Chico de Oliveira, seudonimo de un frances, Jean Georgarakos, quien tuvo la idea, brillantemente comercial, de grabar un video con bailarines brasileros que se movían sensualmente al ritmo del tema olvidado hacia 7 años.

Hasta ese momento el impacto era local; los franceses quedaron sorprendidos ante la furia erótica de los bailarines, sintieron que la melodia era pegajosa y comenzaron a ensayar los pasos. El escándalo internacional estallaría cuando Oliveira cometió el error de adjudicarse la autoria de la canción; los hermanos bolivianos saltaron, enviaron un abogado a Paris y la casa disquera acepto un arreglo justo y generoso. Lo demás es historia.

Algunos bailarines lo hacen tan compenetrados que parecen un solo cuerpo y los almacenes de discos no alcanzan a satisfacer los pedidos mientras "Llorando se fue" sigue a la cabeza de los discos más vendidos durante todas estas semanas. Rio. Ciudad de Mexico, Bogotá, Caracas, Lima, Madrid, Paris, Londres, en fin, el mundo entero se halla contagiado primero por los movimientos, luego por la música, mientras otras canciones van apareciendo, como "Danzando lambada" y el larga duración World Beat que contiene estos temas.

La pregunta no es si la lambada se está imponiendo, sino cuanto durara la moda. Quienes saben de música creen que muy poco. Hay pocas canciones y la melodia es más bien monotona, lo que indica que la lambada después de tanto escándalo, puede terminar siendo flor de un día.-