EL MADRUGON

EL SABADO ANTErior los colombianos perdieron, por decreto una hora de sueño en pleno puente. Pero la decisión del Gobierno de adelantar la hora para aprovechar al máximo la luz solar, ha creado más expectativas que contratiempos porque, en cuestión de horarios, una hora no es descuadre. La medida busca recuperar en luz solar lo que los colombianos han perdido en luz artificial por cuenta del racionamiento. Esto no sólo ayuda a ahorrar energía sino a dar mayor seguridad. Los trabajadores ya no tendrán que regresar a sus casas en la oscuridad de la noche; sin embargo, no será sencillo para los madrugadores acostumbrarse a salir de sus casas en la penumbra del amanecer. Quizá sea necesario, como sucede en los países de estaciones, que los niños que salen hacia el colegio utilicen pecheros de papel aluminio para ser vistos por los automovilistas. También los campesinos sufrirán descuadre: las vacas se niegan a ser ordeñadas cuando su reloj biológico aún no ha dado la señal. Y quienes se despiertan al canto del gallo se verán en problemas porque las aves siguen su propio ritmo solar sin importarles que el reloj social haya sido adelantado.
Pero aunque no por mucho madrugar amanece más temprano, los días se alargarán lo cual permite más tiempo para la recreación. Los estudios realizados en países donde esta práctica es común muestran que se benefician los fabricantes de implementos deportivos, las cafeterías y el comercio porque la gente recupera el tiempo para sus compras y aficiones. Y así como hace unos años el presidente Lleras Restrepo mandó a dormir a los colombianos a las siete de la noche, el gobierno del revolcón, en desarrollo de la emergencia económica, ahora les impuso el madrugón. -