RELACIONES DE PAREJA

El matrimonio sí es para ellos

Aunque casarse trae muchos beneficios a las parejas, todo indica que es mejor negocio para los hombres que para las mujeres.

9 de junio de 2012

Para muchos hombres casarse es echarse la soga al cuello. Por eso a las mujeres les toca perseguirlos y hacerlos caer en sus redes para llevarlos al altar. Pero los expertos recientemente han examinado con juicio quién recibe los mayores beneficios al estar casado. Sus conclusiones muestran que a los hombres ese estatus les sienta mejor que a las mujeres, pues el matrimonio los hace vivir más, tener una vida sexual más activa y ser económicamente más estables. La evidencia indica que, al dar el 'sí, acepto', los hombres estarían añadiendo días a sus vidas.

Tanto hombres como mujeres viven más si están casados. Pero estudios recientes, como uno realizado en 2007 en varones mayores de 40 años en Europa, concluyó que los varones solteros tienen una tasa de mortalidad dos veces más alta. Cuando se revisó el mismo dato entre mujeres, no hubo tal diferencia. Según otra investigación citada por Tara Parker Pope en su libro For Better, las mujeres que se casan solo tienen tres años más de vida.

Otro trabajo hecho en 2006 encontró que las probabilidades de muerte para los viudos en general son 39 por ciento más altas que para los casados; en el caso de los divorciados son 27 por ciento más altas, y para quienes nunca se han casado son 58 por ciento más altas. Estas diferencias fueron mayores para los hombres.

Michael Murphy, demógrafo del London School of Economics, quien dirigió el estudio de 2007, dice que los solteros son más dados a asumir conductas de riesgo como fumar y beber, o a involucrarse en actividades peligrosas. "El matrimonio es bueno para mantener a raya la violencia, los accidentes fatales y otras situaciones riesgosas que son más comunes entre los jóvenes y solteros". Los expertos señalan que la influencia de la esposa lleva a los casados a tener una vida mucho más sosegada. Según Diana Kirschner, Ph.D. en Psicología, el hombre al casarse da un paso hacia una vida más saludable, "mientras el estilo de vida de las solteras no es muy diferente al de las casadas", señala.

Parte de la explicación también se debe a que el matrimonio genera una ventaja en los hombres en cuanto a su salud. Muchas de las enfermedades crónicas como la diabetes, la enfermedad coronaria, los problemas respiratorios y la demencia aparecen con menos frecuencia entre casados que en solteros, separados o viudos. Vale aclarar que la disminución del riesgo es parecida para la pareja, excepto en los problemas del corazón. Según un estudio hecho en 2009, el compromiso conyugal a ellos les reduce tres veces las probabilidades de infartos, mientras que en las mujeres apenas lo disminuye dos veces.

Según la psicóloga Martha Lucía Palacio, esa ventaja existe porque los hombres casados están más dispuestos a recibir las sugerencias de su esposa en temas como no fumar ni beber, tener una dieta saludable y ser disciplinados. En efecto, un estudio hecho para analizar el tema de abuso de sustancias encontró que si bien los hombres dejan de tomar y fumar marihuana cuando se casan, el matrimonio no hace que ellas dejen estos vicios. En cuanto al cigarrillo, es más frecuente que una mujer fume si su esposo lo hace, pero un hombre no imita el hábito si su esposa es la fumadora.

Las mujeres se han caracterizado por cuidar la salud de los miembros de la familia, van más al médico y están pendientes de las citas de su pareja. Y cuando hay enfermedades crónicas como alzheimer o trastorno bipolar, ellas se quedan al lado de sus maridos. Pero es menos común que los hombres hagan lo mismo. Así mismo, el matrimonio ofrece a los hombres una red de apoyo social asociada con mejor salud. La diferencia es tal que algunos estudios clínicos demuestran que los divorciados o viudos vuelven a tener el mismo nivel de riesgo de mortalidad. Al parecer, dice Parker Pope, sin la influencia de la esposa ellos retomarían los malos hábitos de algunos solteros.

El matrimonio también mejora la vida sexual de los hombres. En Estados Unidos los casados tienen más encuentros sexuales cada año que los solteros, y esto se mantiene incluso en el grupo de 18 a 29 años. En otro estudio hecho en 1990 en ese mismo país, 49 por ciento de los hombres casados reportaron estar extremadamente satisfechos con su vida sexual, mientras que solo 42 por ciento de las mujeres casadas afirmaron lo mismo. Según la psicóloga Nelly Rojas, la razón para esta diferencia podría radicar en que la mujer está más cansada por los frentes que debe atender. "Ella termina la jornada rendida y eso apaga su deseo sexual", dice. También, por tradición cultural, ellos creen tener más libertades y eso los llevaría a buscar vivencias sexuales por fuera del matrimonio. "Esto les daría oportunidad de satisfacer este deseo tanto dentro de su casa como afuera", dice la experta.

Para Martha Lucía Palacio, la mayor satisfacción sexual de los hombres en el matrimonio se debe a que ellos necesitan estabilidad. La frecuencia y la familiaridad que da el sexo en ese contexto los tranquiliza porque "no tienen que demostrar ni conquistar", dice. Lo anterior podría ir en detrimento de la satisfacción sexual de las mujeres que buscan romance y conquista para un mejor desempeño en la cama.

Uno de los pocos temas en que las mujeres se beneficiaban con el matrimonio era en el financiero, pero esto comenzó a cambiar desde que la mujer entró a la fuerza laboral. Dos generaciones atrás, ellas no estudiaban y casarse les daba no solo un estatus social, sino una protección económica que redundaba en efectos positivos para la salud. De esta forma, los hombres casados estaban en una desventaja frente a los solteros, que solo debían alimentar una boca.

Un trabajo del Pew Research Center mostró que en recientes décadas esa ganancia financiera ahora favorece a los hombres casados, pues las mujeres escogen por esposos a individuos de menor educación y salario. "Hoy ellos cuentan con su sueldo y el de sus esposas, lo cual hace que estén mucho mejor que los solteros, viudos o separados", dice Richard Fry, coautor del estudio. También se ha encontrado que los hombres reciben aumento de ingresos y los promueven a cargos de mayor autoridad cuando se casan, lo que no sucede con las mujeres. "Si el matrimonio es bueno, ambos se benefician económicamente. Para los hombres, los beneficios dependen de los roles que tengan, pues algunos se sienten intimidados cuando sus esposas ganan dinero, mientras otros se sienten aliviados de compartir sus obligaciones", dice Stephanie Coontz, profesora de Historia y Familia del Evergreen State College, en Estados Unidos.

En el único campo en que ellas parecen beneficiarse por el matrimonio es en lo emocional, porque valoran una relación estable. La depresión es más común en las mujeres y se ha visto que el matrimonio las protege frente a este problema. Sin embargo, en términos de estrés, la ventaja de nuevo es para los hombres, pues ellos sufren más de ansiedad y el matrimonio les da herramientas para manejar mejor su respuesta. Un estudio hecho en 2010 encontró que los hombres casados tenían menores niveles de la hormona cortisol, que se activa en situaciones de peligro. Las mujeres además se favorecerían en el peso corporal con el matrimonio pues aunque ambos tienden a ganar kilos cuando se casan, los hombres al casarse son más dados a caer en el sobrepeso y la obesidad que sus parejas, posiblemente porque abandonan el ejercicio.

Todos estos estudios muestran que sigue siendo cierta la tesis de la socióloga Jessie Bernard, autora de The Future of Marriage, cuando decía que en cada hogar había dos matrimonios: el de él y el de ella.

Sin embargo, hay que aclarar que estos beneficios solo se aplican a relaciones estables y sólidas. Los científicos aclaran que un matrimonio malo equivale a tener el mismo riesgo para la salud que el de un fumador empedernido. Y esto es igual para hombres y mujeres.