EL MUNDO EN UN DISCO

La revolución de los 90 será el nuevo compact disk, que reproduce imágenes tan nítidas como el sonido.

17 de junio de 1991


SI LOS FANATICOS de la música han logrado ser espectadores en operas y conciertos gracias al video disco compacto, ahora la industria electrónica se prepara para poner el mundo en la palma de la mano de los usuarios del sistema digital láser. Ya no se trata sólo de cine o música sino de todo tipo de información y entretenimiento. Los amantes de la literatura, los viajeros frustrados, la audiencia infantil de los juegos computarizados e incluso de los aficionados a la cocina, encontrarán todo lo que siempre soñaron ver y oír en un sencillo disco compacto.

Antes de un año, quienes aún no han sido capaces de accionar el betamax o un computador casero, serán arrollados por una nueva generación de equipos de compact disk que reproducen sofisticados programas con imagen y sonido en una pantalla de televisión. Aunque varias compañías electrónicas esperan lanzar sus equipos al mercado el año entrante, dos de ellas -Commodore International y Philips- ya están listas para presentarlos el próximo mes en la Feria Electrónica de Chicago. Quienes están familiarizados con la nueva tecnología aseguran que tiene el potencial para ser tan revolucionaria como lo fue la invención de la videograbadora -Beta o VHS-, que en poco menos que una década se convirtió en un aparato imprescindible en los hogares. Sin embargo, al decir de un ejecutivo de Commodore International, que lanzará este año el CDTV, el nuevo equipo es una especie de caballo de troya, con el cual la alta tecnología entrará a los hogares sin asustar a los usuarios.

El nuevo disco compacto reproduce imágenes y textos con la misma nitidez que se ha demostrado con el sonido. Pero hay más: puede guardar 300 mil páginas de texto ó 7 mil imágenes de video, una capacidad de almacenamiento que supera en una proporción de uno a 10 la de un computador. Esta vasta capacidad de grabación es evidente en los sofisticados programas que estarán disponibles. Por ejemplo, un programa diseñado para los equipos CD-I de Philips permite al espectador visitar el Smithsonian, pero no como quien ve la película de un museo sino como cualquier turista en Washington. Es decir, eligiendo por sí mismo, a través de un control manual, qué pabellón visitará y cuál pieza, de las miles que existen, quiere examinar más detalladamente.
La mayor diferencia entre los dos sistemas que serán lanzados este año es que el CDTV de Commodore es diseñado para el sistema Amiga, mientras el CD-I ( Compact Disk Interactive) de Philips, desarrollados en combinación con Sony, podrán ser utilizados en prácticamente todos los computadores fabricados por las compañías japonesas. Para el próximo año, la firma Eastman Kodak planea introducir en el mercado el Foto-CD, una novedosa forma de almacenar las fotografías caseras en un disco láser.

A pesar de las expectativas, hay quienes ven un problema en la competencia de los formatos desarrollados. Esto podría representar, dicen los críticos, una confusión similar a la ocurrida hace unos años, cuando la rivalidad entre los sistemas -Betamax y VHS- asustó a muchos compradores. De la misma forma, el consumidor podría tener problema para diferenciar las nuevas aplicaciones de aquellas que están ya disponibles. Por otra parte, también están los costos. Mientras la última generación de equipos para juegos de video cuesta en los Estados Unidos alrededor de 200 dólares, los precios de los nuevos equipos estarán por encima de mil dólares. Y el precio de cada programa oscilará entre 20 y 100 dólares.
Aunque por ahora la batalla es quién llega primero al mercado, en menos de un año los fanáticos de literatura caerán tentados por la oportunidad de apropiarse de las obras completas de Shakespeare en un solo compact disk, que podrá darles toda la información que deseen, desde detalles íntimos de la vida del dramaturgo inglés hasta de los ingredientes del famoso brevaje de la hechicera en la escena de apertura de Macbeth. Pero además sus hijos podrán consultar una enciclopedia buscando el tema deseado con sólo oprimir un botón o, a través de una tecla, colorear y animar los personajes de los cuentos de hadas, mientras su esposa podrá conocer los secretos de la cocina internacional dirigida por un experto chef francés. Todo a través de un pequeño disco láser conectado a un televisor. -