E N T R E V I S T A

El mundo necesita filosofía

Lou Marinoff, autor del libro ‘Más Platón y menos Prozac’, explica cómo puede ayudar la filosofía a resolver los problemas personales del individuo.

28 de mayo de 2001

El exito del libro Más Platón y menos Prozac es rotundo. Se ha traducido a 20 lenguas y ha vendido miles de copias en más de 40 países del mundo, incluyendo lugares donde ni siquiera se conoce este medicamento. Su autor, Lou Marinoff, un profesor de filosofía del City College de Nueva York, propone en el libro que las grandes corrientes filosóficas pueden ser útiles para abordar los principales problemas que aquejan al ser humano. SEMANA habló con él a propósito de su próxima visita al país con motivo de la Feria del Libro.

Semana: ¿Cuánta aceptación le ha dado el mundo a esta nueva teoría de consejería filosófica?

Lou Marinoff: Primero que todo no es realmente nueva. Los filósofos han guiado individuos y culturas por más de 2.000 años. Sucede que en el siglo XX la filosofía se divorció completamente del mundo y por eso parece como gran noticia que pueda ser útil. El mundo tiene un apetito y una necesidad de filosofía práctica y la demanda parece estar aumentando.

Semana: ¿Cuál es la mejor manera para que los países latinoamericanos apliquen esta teoría a sus propios problemas?

L.M.: Es una pregunta difícil porque mi ignorancia sobre Latinoamérica es muy grande. Para clientes individuales es más fácil contestar debido a que los seres humanos en todo el mundo sufren los mismos problemas en lo personal y lo filosófico, independiente de su lenguaje y cultura. De lo que he visto hasta ahora, la gente de Latinoamérica parece estar liberándose de las fuerzas tradicionales que determinaron la conducta de sus vidas. La religión católica romana ha ejercido una poderosa fuerza en las culturas latinas por siglos, pero no siempre ha sido para el progreso. Del mismo modo, la política despótica de muchas naciones latinas no ha dejado mucho espacio para el desarrollo humano. Si se siguen liberando de los lazos de la religión y la política obviamente la gente buscará nuevas luces que los guíen en sus vidas. Probablemente la filosofía podrá ofrecer esa luz.

Semana: ¿Entre los casos que ha tratado cuál es que el que lo ha conmovido más?

L.M.: El tipo de casos que más me conmueve a mí es donde las personalidades creativas y originales —gente sana pero no conformista— fue tratada por sicólogos y siquiatras como si fueran enfermos mentales, cuando en realidad simplemente no habían sido entendidos como seres humanos. Esos clientes me dan la más fuerte confirmación de que requerimos, más que de modelos médicos y sicológicos, modelos filosóficos para entender acerca de nosotros y cómo sacarle sentido a nuestras experiencias.

Semana: ¿Es necesario separar la filosofía de la sicología o de la siquiatría para tratar los problemas que aquejan a la humanidad?

L.M.: Creo que el mejor tratamiento para un problema es el que sea apropiado para ese problema en particular. Los seres humanos tienen muchos niveles o dimensiones de existencia. Cuando un problema está enraizado en el nivel biológico el mejor tratamiento es el médico. Cuando tiene causas en el nivel emocional o afectivo lo mejor es el tratamiento sicológico. La sicología y la filosofía pueden ser apropiadas para los problemas cognitivos. Pero cuando un problema está anclado en el más alto nivel cognitivo, es decir, el nivel noético, por ejemplo, cuando tiene que enfrentar la moralidad, la ética, el significado, el propósito o el valor, el mejor tratamiento es el filosófico. Más allá debe haber un nivel espiritual y los problemas que tienen su raíz allí deben ser tratados por medios espirituales. Si hablamos de problemas que afectan a grupos, así como a individuos, entonces estamos hablando de problemas que tienen su causa en niveles políticos, sociales y económicos y aquí también la filosofía juega un papel importante. La existencia humana es muy compleja y no debemos tener miedo o pereza de afrontar su complejidad y manejarla de la mejor manera que podamos.

Semana: ¿Todos los problemas tienen una raíz filosófica?

L.M.: Por supuesto que no. Si usted tiene un dolor de muelas necesita un dentista no un filósofo. Pero si el problema tiene que ver con un dilema moral, una pregunta ética, una crisis existencial, una búsqueda de sentido, entonces su problema tiene una raíz filosófica. La filosofía no es una panacea pero es una manera apropiada para explorar, manejar y resolver cierto tipo de problemas.