Concepción de un artista acerca de la probable vista del sistema Kepler-16, a 200 años luz de la Tierra. | Foto: NASA

ASTRONOMÍA

El planeta que 'baila' con dos soles

Se trata de una escena típica de una historia de ciencia ficción, tal y como se vio en 'La guerra de las galaxias': un planeta en el que hay dos amaneceres, así como dos atardeceres. La ciencia comprobó su existencia.

Leonardo Gómez, editor de Semana.com
15 de septiembre de 2011

La existencia de un mundo en el que hay dos soles en el cielo es ahora aun hecho científico y comprobado por la misión Kepler de la NASA. El descubrimiento se halla a 200 años luz de la Tierra.
 
Al de la ficción se le llamó -en el exitoso filme ‘La guerra de las galaxias’ de hace más de 30 años- Tatooine y era un mundo desértico y hostil, pero había vida. Al de la realidad se le denominó Kepler -16b, un planeta gélido, gaseoso y en el que se cree que no hay posibilidades de que prosperen organismos vivos tal y como los conocemos.
 
Pese a ello, la existencia de este mundo demuestra la diversidad de planetas que puede existir en la Vía Láctea. Investigaciones anteriores infirieron la existencia de estos cuerpos celestes que ‘bailan’ a la vez con dos estrellas –llamados planetas circumbinarios- pero nunca llegaron a confirmarla.
 
Ésta vez fue el planeta el que se delató a sí mismo. Durante las observaciones de los científicos, Kepler-16b opacó a una de las estrellas del sistema al pasar frente a ella. “El descubrimiento confirma una nueva clase de sistemas planetarios que podrían albergar vida”, dijo el principal investigador de la misión, William Borucki.
 
“Dado que la mayoría de estrellas en nuestra galaxia son parte de un sistema binario, este hallazgo significa que las oportunidades de que haya vida (u oportunidades para que surja) son mucho más grandes, que si solo se dependiera de los planetas alrededor de una sola estrella”, añadió.
 
El equipo investigador liderado por Laurance Doyle, del instituto SETI de Mountain View (California, Estados Unidos) empleó información del telescopio espacial Kepler que mide los ‘bajones’ en la intensidad de la luminosidad e más de 150.000 estrellas, en la búsqueda de planetas que transiten en sus cercanías.
 
La misión Kepler es la primera de la NASA en capacidad de hallar mundos del tamaño de la Tierra al interior o en las cercanías de lo que se ha dado en llamar la ‘zona habitable’, la franja de un sistema planetario donde puede haber agua líquida en la superficie de un planeta.
 
Los astrónomos detectaron el nuevo planeta en el sistema Kepler-16, un par de estrellas que se ‘tapan’ la una a la otra desde el punto de vista de la Tierra. Cuando el astro más pequeño oculta parcialmente al más grande, sucede un eclipse ‘primario’, mientras cuando sucede al contrario, es un eclipse ‘secundario’.
 
Adicionalmente, los científicos observaron que la luminosidad del sistema se redujo incluso cuando no había eclipses. Los eventos suplementarios en los que también decayó el resplandor (eclipses ‘terciarios’ y ‘cuaternarios’) reaparecieron en intervalos irregulares indicando que las estrellas estaban en posiciones diferentes cada vez que el tercer cuerpo pasaba.
 
Eso mostró que aquel astro estaba orbitando no alrededor de una, sino de las dos estrellas.Todos estos hallazgos fueron publicados en la revista Science del jueves.
 
El leve ‘tirón’ gravitatorio de las estrellas medido a partir de los cambios en los momentos en que había eclipse, fue un buen indicador que le permitió a los estudiosos darse una idea de la masa del planeta.  

Fua así que se confirmó que Kepler-16b es un mundo inhóspito y gélido de un tamaño similar al de Saturno y se cree que está hecho de mitad roca y mitad gas. Sus estrellas son más pequeñas que la nuestra.
 
El planeta completa una órbita cada 225 días –similar a la Venus- pero, aún así, está fuera de la ‘zona habitable’ del sistema, en donde físicamente no puede albergar agua líquida en su superficie. Las estrellas que orbita resultaron ser más frías que el Sol.