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SALUD

“El próximo reto será hacer el trasplante de cara”

Luego del primer trasplante de brazos, cirujanos mexicanos apuntan a hacer uno de rostro.

17 de mayo de 2013

Tras perder parte de las extremidades superiores debido a una quemadura eléctrica, el año pasado Gabriel Granados se convirtió en la primera persona en recibir un trasplante de brazos en México y Latinoamérica.

Un año después, el hombre ya tiene movilidad parcial en sus nuevas extremidades, lo que para sus médicos es una muestra de una intervención exitosa que los hace pensar en un reto futuro: un trasplante de cara.

El doctor Martín Iglesias, responsable del equipo que realizó el trasplante, dijo el viernes en rueda de prensa que frente al desafío de saber si el cuerpo de Granados aceptaría los nuevos brazos y no presentaría complicaciones, la adaptación a los miembros ha sido positiva y 130 días después de la cirugía comenzó a mover los dedos.

"Todo va sin ningún problema de rechazo", dijo el doctor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán" de la capital mexicana.

Vestido de traje, Granados se levantaba gustoso para mostrar sus brazos en un auditorio del instituto repleto de médicos y medios. Los dedos de sus manos se mantienen cerrados como si agarrara algo, lo que él describió como un efecto de "garra" el cual, sin embargo, no le impide hacer cierta fuerza y mover parte de la mano.

El hombre dijo que aunque no puede hacer muchas cosas, hay otras actividades que ha retomado como cepillarse los dientes, levantar una taza o un plato con comida, e incluso sostener cubiertos para comer o cortar algo suave.

Granados trabajaba como perito supervisor en materia de contabilidad en la Procuraduría de Justicia de la capital y el 4 de enero del 2011 recibió una descarga eléctrica mientras daba indicaciones a un grupo de albañiles que construirían una barda en su casa.

"Con gran tristeza, yo mismo me fui dando cuenta cuando estuve hospitalizado de que mis manos ya no funcionaban. Sabía que iba a perder las manos y desgraciadamente así sucedió", contó. Días después de sufrir el accidente ambos brazos le fueron amputados, a cinco centímetros abajo del codo.

Los brazos que trasplantaron a Granados pertenecían a un hombre de 34 años que tuvo muerte cerebral por una herida de arma de fuego y cuya familia quiso donar todos sus órganos.

"Para mí ha sido una lucha más y afortunadamente vamos bien", dijo Granados.

Rocío Cervantes, responsable de la rehabilitación, explicó que se estima que el hombre ha recuperado entre un 40 y un 50 por ciento de la movilidad en las nuevas extremidades.

El doctor Iglesias dijo que actualmente hay dos personas en lista de espera para un trasplante de brazos similar.

Y ante la pregunta de cuál será el próximo reto, el doctor pensó unos segundos y acotó: "El próximo reto... es el trasplante de cara".