EL SEXO MANDAMIENTO

Todo lo que usted quería saber sobre los hombres pero no se atrevía a preguntar.

30 de julio de 1990


¿Qué es lo que realmente piensan los hombres sobre el sexo y las relaciones sexuales? La cultura popular ve a la especie masculina como un grupo de adictos a la testosterona con un sólo tema en la cabeza: sexo, sexo y... sexo. Y si de honestidad se trata, muchos tienen que admitir que este estereotipo no está tan lejos de la verdad.

No son pocos los hombres que reconocen que evaluan a cada mujer que ven -aún en fracciones de segundo- en términos de pareja sexual. Altas, bajitas, gordas y flacas, bonitas y feas, ninguna escapa al scanner mental masculino que intenta imaginarlas como Dios las echó al mundo y sin la paradisiaca hoja de parra.
Cuando los científicos afirman que los hombres tienen fantasías sexuales cada seis minutos, se equivocan. Las tienen cinco de cada seis minutos. Y las tienen con mujeres a quienes nunca les han hablado o con quienes han pasado años sin verse. Con frecuencia se imaginan haciendo el amor con dos hijas de Eva simultáneamente o practicando las piruetas del Kamasutra. Gastan demasiado tiempo en esas tonterías que nunca llegan a realizar, y según se ha podido averiguar, tienen opiniones sobre el sexo y las mujeres, que ni siquiera se atreven a admitir.

Pese a todo y a la glorificación que hacen del sexo y de sí mismos como supermachos, los hombres tienen algunos "problemitas" y, según lo confiesan, a veces no tienen tanto control de su vida sexual como aparentan y como realmente quisieran. Así lo revelan algunas investigaciones en las que se pidió a los hombres que hablaran francamente y sin tapujos sobre las mujeres, el amor, el sexo y el matrimonio. Estas son las conclusiones.

1 . Para el hombre, tener un orgasmo presenta un conflicto: en un momento lo quieren, pero al siguiente ya no. No lo quieren porque cuando lo experimentan, el sexo termina para ellos. Para las mujeres, el orgasmo puede ser el comienzo de algo bueno. Para los hombres es el final de algo bueno.

2. Los hombres -aunque digan lo contrario- en general resienten que la mujer determine si quiere o no tener una relación sexual, y el dónde y el cómo de la misma. Ellos tienen la impresión de que las mujeres pueden tener sexo cuando quieren con sólo insinuarlo, y sienten envidia de esa posibilidad. Y creen que si ellos asumen esa actitud, no es improbable que reciban una cachetada o que les derramen el vaso de whisky encima. O lo que es peor, que los acusen de acoso sexual. Los hombres sienten que las mujeres están en control de sus vidas sexuales y que, por el contrario, ellos no. Y eso los llena de frustración.

3. Los hombres no entienden que las mujeres se vayan a la cama con quien les da la gana y luego se quejen de que las tratan mal. ¿Qué esperaban ?, se preguntan.
Los hombres admiten que por lo menos la mitad de ellos son "vagabundos" y que las mujeres tienen que ser cuidadosas a la hora de escoger. Lo que no entienden es por qué con tanta frecuencia las damas escogen mal a su media naranja.

Los hombres tienen la impresión general de que las mujeres buscan amor en los lugares equivocados. En la adolescencia, se sienten atraidas por el mejor deportista o por el tambor mayor de la banda de guerra estudiantil, o por el hijo de papi que en sexto de bachillerato ya tiene carro. Y no le paran cinco de bolas a los del montón. Como si fuera poco, en la edad adulta se sienten atraidas por hombres casados o por frívolos seductores de profesión. ¡Quién las entiende!, dicen.

Los hombres no pueden evitar pensar que cuando las mujeres dicen que lo que buscan en un hombre es sensibilidad, cariño, ternura y todas esas cosas dulces, están hablando pura y simple paja. Y afirman que no es raro encontrar mujeres que mientras más reciben lo que dicen buscar, más indiferentes se vuelven. Según ellos, lo que les gusta a las mujeres son los hombres difíciles, los que se hacen de rogar. Los sensibles, complacientes y poco egoistas tienden a parecerles un poco femeninos.

4. Después de tantos años de investigaciones y de apertura sexual, los hombres no saben en dónde demonios queda el punto G.

5. Cuando los hombres les dicen a las mujeres que el aspecto físico es lo de menos, también están hablando paja. Para los hombres, la belleza femenina es fundamental. Ellos piensan que el cuerpo de la mujer es la forma más hermosa de la naturaleza. Todos sueñan con una belleza de 21 años de largas piernas, estómago plano y senos turgentes. Si un hombre dice que esto no es cierto, está mintiendo.
Los descendientes de Adán dicen que no es justo que ellos tengan la mala reputación de ser los superficiales del paseo cuando de escoger partner se trata, mientras las mujeres tienen fama de evaluar a su pareja como un todo y no sólo desde la fachada. Y analizan las cosas desde este punto de vista: si muchas mujeres se sienten atraidas por un hombre por el tamaño de su chequera, no tiene nada de malo que los hombres se sientan atraidos por una mujer según la talla de su brassier .

6. Al contrario de las mujeres, los hombres son capaces de hacer el amor prácticamente con cualquier mujer y de disfrutar el asunto plenamente, aunque no conozcan a la dama y no la vayan a volver a ver el resto de su vida. De hecho, es preferible así.

7. Un novio nunca le reconocería a su novia que el mejor regalo que ella podría darle sería una noche con una bella extranjera, experiencia que quisiera ver grabada en videotape.

8. Para el género masculino el sexo es fundamental para la autoestima. ¿Por qué los hombres desean tan fuertemente a las mujeres ? Una mujer promedio, ni fea ni excesivamente bella, sabe, huele y parece casi como un knockout, especialmente si las luces están bajas. La diferencia es que dormir con un knockout puede elevar el ego masculino. Ella hubiera podido ecoger a cualquier otro, piensan. Las mujeres hermosas hacen que los hombres inseguros se sientan mejor consigo mismos.

9. Los hombres piensan que si las mujeres se maquillan mucho y usan ropa deliberadamente provocadora, no tienen derecho a quejarse de que les hagan proposiciones "deshonestas", ni de que les digan cosas obscenas. Eso no quiere decir necesariamente que ellos piensen que ellas les están haciendo una invitación para ir a la cama, pero sí creen que lo hacen para llamar la atención. Y ellos aprecian el show, pero también piensan menos bien de ellas. Aspirarían a salir con ese tipo de mujer, inclusive a tener una aventurita, pero nunca a establecer una relación permanente y seria con ella. Es el tipo de mujer con el cual les gusta mostrarse, pero no casarse.

10. Igualmente, si una mujer se va a la cama a la primera propuesta, los hombres aprecian el "detalle", pero es probable que no la respeten en la mañana, a la hora del desayuno. Piensan que una mujer así no discrimina y que probablemente se iría con cualquiera a la cama.

Los hombres dan la impresión de que quieren sexo fácil y libre, pero a la hora de la verdad lo que buscan es ser los únicos para una mujer.

11. Los hombres no quieren ser los agresores en el juego sexual y sienten que es un papel que les ha sido impuesto.

12. Todo hombre es un eyaculador precoz. La cuestión es qué tan precoz.

13. El condón elimina parte del placer sexual. Pero por la misma razón prolonga el sexo.

14. En el fondo de su corazón, aún los hombres más liberados, quieren que la responsabilidad del control de la natalidad sea de la mujer. Rezan para que los científicos no se inventen píldoras anticonceptivas masculinas. Prefieren las épocas doradas en las que no se esperaba de ellos que cocinaran o ayudaran a cambiar pañales.

15. Ellos piensan que las mujeres son muy pasivas en la cama. Pero las películas las muestran literalmente gateando detrás de los hombres. Esas no existen en la vida real.

16. También piensan que a las mujeres les falta espontaneidad en el sexo. Inclusive con la pareja más atractiva del mundo, el sexo puede volverse rutina. La forma de mantenerlo fresco es hacerlo un poquito diferente cada vez. Los hombres se excitan al pensar que una vez se puede hacer el amor en el ascensor, o en el parque bajo los árboles, o simplemente en el piso de la oficina o, por qué no, como en "El cartero llama dos veces", en la mesa de la cocina. Las mujeres parecen preferir ese tipo de performance sólo en la cama, a la misma hora, en el mismo sitio y en la misma forma. Son monótonas, afirman los galanes.
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17. Todos los orgasmos masculinos no son iguales. Algunos son frustrantes, otros hacen que los hombres se sientan internamente como hornos ardientes. Y cuando experimentan uno, menos de 24 horas después de haber tenido otro, ese segundo es menos placentero y menos fuerte, aunque la experiencia misma pueda durar más.

18. Los hombres creen que a las mujeres les gusta menos el sexo que a ellos. O si no por qué tienen ellos que pasarse la mitad de la vida de solteros y gran parte de la de casados pidiendo, rogando, suplicando y tratando de llevar a la mujer a la cama. Ellos no entienden por qué las mujeres tienen que "estar en ánimo de..."

La pregunta que se hacen los hombres al final de cuentas y después de contestar muchos interrogantes es: ¿dónde están todas esas mujeres insaciables, devoradoras de hombres de las que hablan las revistas femeninas? Ellos piensan que la revolución sexual debió ser una gran fiesta a la cual no fueron invitados. Ellos las aman, pero también las odian. Se vuelven locos por ellas, pero a veces quisieran sacarlas a patadas de la cama. Los hombres son terribles. Lo saben, lo reconocen. Pero no pueden evitarlo: las mujeres los vuelven locos.--