Suscribirse a Airtroduction es gratis. Los viajeros sólo deben pagar cuando contactan a un pasajero conpatible con quien compartir el vuelo

turismo

El vecino ideal

Nace un sitio web para ayudar a que los pasajeros de avión encuentren a su perfecto compañero de silla.

11 de febrero de 2006

No todos los pasajeros de un avión tienen la misma idea de cómo es el compañero ideal de viaje. Para algunos, es aquel que no musita palabra y deja dormir o leer sin hacer las consabidas preguntas de cajón: "¿Vives aquí?", "¿estudias o trabajas?". Para otros, sin embargo, el vecino perfecto es aquel que puede ofrecer una charla agradable, de modo que el tiempo pase volando. Eso sí, algo que ambos odian es tener que viajar durante una, dos, nueve y hasta 17 horas con el personaje equivocado. "Quién no se ha puesto nervioso cuando ve a alguien sudoroso y oloroso por el pasillo del avión, mirando esa silla desocupada al lado suyo", dice Peter Shankman, un relacionista público de Nueva York. Hasta hace poco, este profesional había subido y bajado de 300 aviones diferentes sin contar con la suerte de viajar al lado de personas interesantes. Un día, no hace mucho tiempo, en un vuelo Houston Nueva York, tuvo el placer de hacerlo al lado de miss Texas. "Fue el trayecto más rápido de mi vida, dice. Ella se sentó y 11 minutos después, ya habíamos aterrizado".

Esa experiencia no sólo resultó ser memorable. También fue el despegue, hace un par de meses, de un nuevo sitio web, AirTroductions, creado por Shankman para que otros viajeros como él no le dejen al azar la posibilidad de viajar con alguien interesante a su lado. "Si a uno le gusta su vecino, el vuelo se vuelve más divertido", asegura Shankman.

El modus operandi de AirTroductions es simple. Los viajeros se inscriben gratis en el sitio, para lo cual deben llenar un formulario online en el que revelan sus intereses tanto personales como profesionales. Cuando van a viajar, deben suministrar la aerolínea y el número de vuelo. El sistema entonces les notifica si otros de los miembros de AirTroductions viajan en el mismo avión. Cuando hay coincidencia, es posible enviarle un mensaje a ese pasajero para ponerse una cita en el aeropuerto. "Si se gustan o tienen intereses parecidos, pueden cambiar el número de sus sillas en el 'counter' de la aerolínea para viajar juntos", dijo Shankman a SEMANA.

El proceso es gratis, excepto el servicio de contactar a otro miembro, en cuyo caso se debe pagar cinco dólares estadounidenses. Para los viajeros frecuentes hay una tarifa mensual de 20 dólares. La idea, según este neoyorquino de 33 años, no es servir de Cupido en el aire. Lo que se busca es que el pasajero, cada vez más desprovisto de entretenimiento a bordo por las pollíticas de economía de las aerolíneas, pueda "sentarse al lado de alguien divertido. Si una amistad resulta, fabuloso. Pero ese no es el propósito del servicio". En sus palabras, lo que se pretende es evitar el infierno sicológico que se produce cuando alguien tiene que permanecer sentado al lado de un extraño durante toda una travesía, "alguien con quien usted no tiene nada en común". Shankman también vislumbra posibilidades de negocios y otros asuntos prácticos como compartir los costos de un taxi del aeropuerto al hotel.

Todos se pueden beneficiar, viajeros frecuentes, esporádicos, los que quieren conocer gente, e incluso los que no. Existe un apartado especial para que los viajeros poco amistosos escojan vecinos que, como ellos, también desean quedarse callados, leyendo, viendo una película o rendidos en los brazos de Morfeo.

Muchos creen que la magia de encontrar a alguien interesante en un avión de vez en cuando se perdería si se le hace zancadilla al azar con servicios como éste. Pero otros más prácticos lo están apreciando. Desde cuado inició, AirTroductions ha registrado a 7.000 miembros y su fundador asegura que se han hecho más de 200 contactos. Para ellos, la verdadera magia radica en tener la certeza de que ese viaje largo y tedioso se realizará al lado de la mejor compañía. n