EL WONDERCUL

Los japoneses se han inventado una versión del Wonderbra, esta vez, para respingar y levantar el 'derriére'.

17 de julio de 1995

ES LA ULTIMA INvención del siglo XX. Se conoce como el Wondercul y está causando furor en el mundo de la ropa íntima femenina. La razón es muy sencilla: ésta prenda promete levantar las nalgas hasta en cinco centímetros y prevenir los estragos del envejecimiento del derriére.
De todas las maravillas que los japoneses han aportado a la vida moderna, tal vez ninguna haya sido tan bien recibida por las mujeres como esta sencilla prenda que promete proporcionar lo que la naturaleza no dio o lo que el tiempo ya ha deteriorado. No es un panty pero hace las veces de tal. No es una faja, pero sostiene y afirma lo que lleva dentro. Tampoco se trata de uno de esos modelos con relleno de espuma en las nalgas, que si bien cumplen la función estética de darle volumen a una cola plana a la hora de enfundarla en unos jeans, no permiten sentir si se recibe un coqueto pellizco en el área.
Al igual que el Wonderbra, esta es una prenda cuyo diseño hace que recoja todo lo que encuentra alrededor para ponerlo en el sitio que toca. De la misma forma que el famoso brasiere que, como por arte de magia hace aumentar el tamaño de los senos aun en las mujeres más planas, el Wondercul levanta las nalgas y las sostiene. El resultado es el ansiado respingue del derriére, por el cual las mujeres son capaces hasta de pasar por el quirófano.
Desde que la firma Nippon ID lo introdujo en el mercado de la ropa interior femenina, en octubre pasado, el Wondercul se ha convertido en una de las prendas más populares en este mercado. Sólo en la primera semana se vendieron 60.000 prendas en Europa donde se le conoce también como el hip-bra. Ya hay incluso en el mercado internacional numerosas versiones, con diferente diseño pero que prometen el mismo efecto de derriére levantado que la naturaleza parece haberle dado con creces a las mujeres de raza negra.
Pero si las mujeres de raza blanca envidian la firmeza de las nalgas de las mujeres africanas, las menos dotadas en materia de derriére parecen ser las orientales. Por eso no es extraño que el Wondercul sea un invento japonés. La compañía que lo lanzó, utilizó en ello un nuevo material elástico y suave al tacto, que lo hace más efectivo que una faja normal. Este nuevo material ha sido el secreto del éxito. Milagrosamente el Wondercul levanta el trasero hasta cinco centímetros. Pero además, al sostener firmemente las nalgas previene la inevitable caída que sobreviene con el paso de los años y la implacable ley de la gravedad.
Aunque esta maravillosa prenda no puede suplir la dotación natural -y no permitirá a una usuaria lucir el esplendor de una tanga al estilo de las garotas brasileñas- sí le concede la posibilidad de enfundarse en unos ceñidos jeans o un pantalón ajustado y que su trasero quede bien formado y levantado, al natural. Natural, en el sentido de que este efecto no es debido a almohadillas de algodón sino a las ajustadas franjas que cruzan la parte inferior de las nalgas y que ayudan a mantener el derriére en alto; pero que además, al comprimirlo, hacen que aumente su volumen.
La prenda se usa directamente sobre la piel o con ropa interior o medias debajo.
Al igual que en los años 70 el derriére alcanzó su momento de esplendor con los hot-pants y los jeans ajustados y en los 80 con las prendas de gimnasio que mostraron apretados y redondeados traseros, este punto del cuerpo femenino regresa convertido en el máximo símbolo erótico. Luego del furor del Wonderbra y de varios años de reinado del busto, el centro de gravedad del erotismo femenino parece concentrarse de nuevo en la cola. Son caprichos de la moda. Los expertos en la sicología del vestido dicen que uno de los objetivos de la moda es cambiar, cada cierto tiempo, el centro de atracción para evitar el aburrimiento sexual.
Según Desmond Morris, cualquier área redondeada de carne -nalgas, pechos, hombros- se convierte para el hombre en señal sexual. Especialmente si está rodeado de tabú, porque en las tribus africanas, donde las mujeres llevan las nalgas desnudas, no tiene ninguna connotación de tipo sexual. En la cultura occidental, un derriére bien formado no es sólo el centro de atracción de las miradas masculinas sino el foco de la envidia femenina. Sin embargo, esta parte de la anatomía es una de las zonas que más pronto se estropean porque la celulitis y la flacidez la amenazan constantemente. Por ello, es también una de las áreas que más se han beneficiado con los avances de la cirugía plástica. Pero ahora ya no es necesario pasar por el quirófano, la industria de la ropa interior se ha ideado la manera de resaltarlo sin necesidad de bisturí. Y al parecer, el éxito del Wondercul dará para rato.