EMBRIONES DE REPUESTO

Nuevos descubrimientos reviven el debate sobre el uso de células fetales.

21 de diciembre de 1998

los experimentos son tan polémicos que el Congreso de Estados Unidos prohíbe a los institutos nacionales de salud otorgarles fondos. Pero son tan promisorios _prometen explicar cómo una pelota de células llega a convertirse en un bebé y reemplazar piezas defectuosas en los viejos y los enfermos_ que el director de la entidad lamentó no haber tenido ninguna participación. Su reproche se entiende ya que en experimentos anunciados la semana pasada los científicos atraparon al duende de la biología del desarrollo. Sacaron grupos de células de embriones humanos y los indujeron a estallar en una verdadera sinfonía celular, formando la mayoría de los 120 tipos de células que constituyen un cuerpo, desde la piel hasta los nervios.
A pesar del origen controvertido de las células estas colonias "podrían revolucionar la medicina de trasplantes e investigar los secretos del desarrollo humano", dice el biólogo James Thomson, de la Universidad de Wisconsin, quien describe el hallazgo de su equipo en la revista Science.
Su esperanza se basa en el hecho de que las 'células primitivas' de los embriones de días de existencia son capaces de diferenciarse en cualquiera de las células del cuerpo. El equipo de Wisconsin recogió células primitivas mucho antes de que tuvieran la oportunidad de llegar a eso. Comenzaron con 14 embriones creados por fecundación in vitro. (Estos embriones no fueron implantados en mujeres; en vez de eso las parejas los donaron a la ciencia.) Los biólogos recibieron cinco de los 14 racimos para que los cultivaran en colonias. Luego, alternando el caldo nutritivo o inyectando en ratas las células primitivas, persuadieron a estas últimas para que se diferenciaran como células del corazón, nerviosas, de vasos sanguíneos y de otros tipos. En un estudio similar un equipo dirigido por el doctor John Gearhart, de la Universidad Johns Hopkins, cultivó líneas especializadas, comenzando con células de fetos abortados entre las cinco y las nueve semanas de gestación.
Las colonias de células primitivas de ratas ya han respondido a las expectativas. Células cardíacas y células nerviosas inyectadas en el corazón y en el cerebro de las ratas han formado conexiones funcionales.
Geron Corp., la firma biotecnológica de Menlo Park, California, que financió los trabajos de Wisconsin y de Johns Hopkins, cifra grandes esperanzas en el cultivo de tejido con células primitivas.
Prevé implantar células de los islotes de Langerhans para curar la diabetes y células nerviosas para restaurar la función cerebral en víctimas de derrames o de los males de Parkinson y Alzheimer. Y como las células primitivas embrionarias parecen mantenerse jóvenes toda la vida y crecer infinitamente en un medio apropiado, "podrían usarse para generar una cantidad virtualmente ilimitada de células y tejido", dice Thomas Okarma, vicepresidente de investigación y desarrollo de Geron. Al introducir nuevos genes los biólogos podrían producir células armadas con etiquetas moleculares que evitarían el ataque del sistema inmunológico de un paciente.
El estudio de las células primitivas podría revelar secretos del desarrollo. Son la versión biológica de una orquesta: todos los instrumentos están presentes y pueden tocar todos los tonos y timbres. Pero a medida que se diferencian callan uno tras otro, hasta que sólo queda el que está tocando la melodía (digamos el corazón). "Queremos entender ese proceso, cómo funciona y por qué a veces sale mal, ocasionando defectos de nacimiento", dice Thomson.
Pero la investigación es tan polémica que el Congreso prohíbe el uso de fondos federales para experimentar con embriones o células que puedan llegar a ser fetos. Richard Doerflinger, de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos, considera el trabajo "enormemente antiético" ya que equivale a experimentar con seres humanos vivos. Incluso muchos científicos reconocen que las células de embriones son especiales y deben ser tratadas con respeto. Si se hacen realidad los sueños de los científicos quizás eso no sea tan difícil.

Corazón
Se podrían cultivar cardiomiocitos (células del miocardio) para sustituir el tejido dañado por los infartos.

Cerebro
Las células nerviosas podrían sustituir las dañadas por derrames o por el mal de Alzheimer, etc.

Cartílago
Los condrocitos (células de cartílagos) se inyectarían a pacientes de artritis reumatoide u osteoartritis.

Islotes
Estas células producen insulina y, al ser inyectadas en el páncreas, podrían curar la diabetes.

Vasos sanguíneos
Los cultivos de células endoteliales permitirían renovar vasos dañados por la arteriosclerosis.

Piel
Los fibroblastos y queratinocitos permitirían acelerar el cierre de heridas y tratar quemaduras graves.