EN CINTURA

Se está aplicando en Colombia una novedosa cirugía plástica que permite reducir el tamaño de la cintura.

12 de enero de 1998

En la mayoría de las culturas occidentales la belleza femenina ha estado asociada a tres cifras: 90, 60, 90. Con el paso del tiempo algunas mujeres afortunadas lograron que su cuerpo se moldeara a esas medidas que establecen el tamaño perfecto para busto, cintura y cadera. Pero como la madre naturaleza no es equitativa, algunas crecieron con más en un lado y con menos en otro. Aunque las operaciones permitían arreglar el busto, la cola, el abdomen y los muslos, aún persistía una región que era muy difícil de mejorar: la cintura. En principio se creía que las únicas formas para lograr los deseados 60 centímetros eran el ejercicio y los masajes, pero como éstos no mostraron resultados inmediatos empezaron a ensayarse algunas técnicas quirúrgicas para reducir la cintura. Una de ellas fue la extirpación de las costillas falsas, con la cual se pensó que se conseguiría la tan anhelada cintura de avispa. Sin embargo, con esta sola cirugía no se lograba el efecto deseado y además su extracción dejaba una gran cicatriz. Ante esto, muchas mujeres pensaron que no se podía hacer nada y que la única salida era la resignación. Por fortuna la ciencia no se detuvo en sus intentos por encontrar una solución y después de muchas investigaciones surgió una moderna cirugía endoscópica que logra reducir el tamaño de la cintura hasta en seis centímetros. La operación tiene por objeto recoger las membranas que rodean los músculos del abdomen para disminuir la distancia entre ellos. Este recogimiento produce un efecto parecido al de un corsé, lo cual hace posible la formación de una curvatura en la cintura. Este método se lleva a cabo con el endoscopio, un aparato que se introduce en el organismo a través de una incisión de tres milímetros en la región del pubis y que permite que el cirujano observe el interior del cuerpo. El aparato está conectado a una cámara que reproduce en un monitor la imagen 20 veces aumentada de la zona que se va a operar. Una vez delimitada la región, el médico introduce a través de otras dos pequeñas incisiones el instrumental y efectúa los cortes y suturas necesarias.Según el doctor Ernesto Andrade, cirujano plástico endoscópico _y uno de los pocos profesionales que realiza este tipo de intervención en Colombia_ el procedimiento posee grandes ventajas ya que al operar desde adentro se evita el problema de las cicatrices, no se despega el ombligo, se disminuye el trauma quirúrgico y el sangrado y se reducen los riesgos de edema posoperatorio. De acuerdo con el cirujano plástico Gilberto Mariño, generalmente esta cirugía se hace acompañada de una liposucción para quitar la grasa que rodea la zona de la cintura. "Es un procedimiento que apenas está comenzando, pero que ha tenido mucha acogida porque no deja cicatrices", dijo Mariño. Sin embargo, afirma que no todo el mundo es un candidato perfecto para esta operación. "Las mujeres muy obesas y que tienen flacidez muscular no debe-rían someterse a ella. La paciente perfecta es aquella que no es muy gorda ni muy flácida". En cualquier caso estas cirugías deben ir acompañadas de un buen régimen alimenticio después de la operación para que la persona conserve la figura lograda. Según los médicos consultados, el riesgo del procedimiento, en una escala de uno a cinco, es de uno. Hasta el momento el doctor Andrade ha operado a 14 mujeres sin que, según él, se haya presentado ningún tipo de complicaciones. La intervención se puede practicar a partir de los 18 años _sin que interfiera a largo plazo con la maternidad_ y su costo puede llegar a los tres millones de pesos, cifra que muchas mujeres están dispuestas a pagar con tal de tener una cintura espectacular.