En defensa de los feos

28 de agosto de 2010

Solo desde hace poco los científicos se han interesado por estudiar la belleza o fealdad en especies de la naturaleza diferente al ser humano y descifrar por qué las personas sienten rechazo frente a ciertos de ellos, como el blobfish, un pescado gelatinoso con cara triste o el topo nariz de estrella, que prácticamente no tiene cara. Las investigaciones han mostrado que en una micromilésima de segundo la gente es capaz de registrar una gran cantidad de información y declarar a un animal feo o hermoso. Así mismo, las personas siempre tratan de hacer una comparación consigo mismas para establecer la belleza o fealdad de un animal. "Nadie pensaría que un elefante es feo porque es muy distinto a nosotros pero el mico proboscis es lo suficientemente cercano para que le apliquemos los propios estándares de belleza nuestros", señaló al diario The New York Times Denis Dutton, profesor de Filosofía de la Universidad de Cantenbury. El tema no es banal. Los animales feos son menos estudiados y se hacen menos campañas para cuidarlos que los más bellos, como lo demuestra un estudio que examinó la literatura científica de 2.000 animales de Sudáfrica entre 1994 y 2008. El trabajo encontró 1.885 investigaciones sobre los chimpancés, 1.241 sobre leopardos y 562 sobre leones pero solo 14 sobre el blobfish, tal vez el animal más feo de la Tierra.