Cohen, tras asegurar haber sostenido una relación homosexual por tres años, ahora está casado con una mujer y tiene tres hijos. | Foto: SEMANA

VIDA MODERNA

¿Es posible curar la homosexualidad?

El terapeuta estadounidense Richard Cohen revivió la polémica sobre si la homosexualidad es una "enfermedad" que se puede "curar".

4 de febrero de 2012

El autor de ‘Comprender y sanar la homosexualidad’ asegura que tiene la clave para revertir la atracción entre personas del mismo sexo. Dice que ha ayudado a volver a la “normalidad” a miles de pacientes a través de sus seminarios y teleconferencias.

“Si alguien está verdaderamente interesado en cambiar, le aseguramos una probabilidad de éxito del 85 por ciento –le explicó a SEMANA–. No se trata de un simple cambio de comportamiento. Cuando alguien identifica y resuelve las heridas de su pasado, entonces, naturalmente, surgen los deseos heterosexuales”.

Él asegura que lo ha experimentado personalmente. Cohen tuvo una relación con un hombre durante tres años. Según explica en su libro, detrás de su deseo por personas de su mismo sexo había un trauma. Cuando era un niño su tío abusó sexualmente de él y por más de 25 años reprimió los recuerdos de esta violación. Después de muchas sesiones de terapia superó este episodio doloroso y entonces, asegura, sus tendencias homosexuales desaparecieron. Ahora está casado con una mujer y tiene tres hijos.

En su texto identifica diez posibles causas que conducen a un hombre o a una mujer a experimentar sentimientos homosexuales, entre ellas el abuso sexual y las heridas emocionales, como fue su caso. También señala otros factores como el apego con el progenitor del sexo opuesto, la desunión familiar, el temperamento hipersensible, y la falta de conexión con sus compañeros del mismo sexo.

Aunque la primera edición de este manual con tintes homofóbicos salió en 2004, su reciente lanzamiento en España ha despertado ampolla. Ya en 2009 el libro había sido usado en Uganda para apoyar un proyecto de ley que castigaría las conductas homosexuales con pena de muerte.

El autor se defendió diciendo que su mensaje había sido malinterpretado. “Los prejuicios siempre son malos. Si alguien quiere vivir una vida gay, tenemos que respetar eso. Pero también hay que respetar a los homosexuales que quieren volver a ser heterosexuales”, afirma.

Las protestas en las redes sociales por la edición en español llevó a que las principales librerías ibéricas sacaran los ejemplares de circulación. Luisa Fernanda Castro, vocera del movimiento RedLGBT, asegura que “no hay nada patológico en la orientación sexual. En cambio, la discriminación es aún más problemática porque hace que algunos miembros de la comunidad sientan rechazo y temor a lo diferente”.

Cohen asegura que vetar su libro es un atentado contra la libertad de expresión e insiste en su teoría de que los gays se hacen y no nacen. Por eso está seguro de que esta condición puede revertirse.
 
El sexólogo Ezequiel López se opone a esta idea. Según le explicó a SEMANA “Existe un consenso rotundo al respecto. La orientación sexual no puede revertirse, solo aceptarse. Hoy en día no conozco científicos serios que planteen la posibilidad de modificarla”.

Juan Fernando Uribe, urólogo y experto en medicina sexual, agrega: “Es un auténtico retroceso a la barbarie convertir el homosexualismo en una enfermedad que debe ser tratada y combatida socialmente”.

Durante el auge de los tratamientos conductistas en Estados Unidos, en la década del cincuenta, se practicaron ‘terapias aversivas’ a homosexuales que consistían en aplicarles un medicamento (apomorfina) que les producía nauseas y vómitos mientras les mostraban fotos de hombres atractivos. El fracaso fue rotundo y los pacientes terminaron con graves desequilibrios mentales.

Desde 1973 la homosexualidad dejó de ser considerada una enfermedad en los manuales de psiquiatría y en 1990 la Organización Mundial de la Salud la excluyó de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades.

La licencia de Cohen para ejercer como psicoterapeuta fue retirada por faltas a la ética profesional y hoy trabaja a través de la International Healing Foundation.