Astrologia

¿Estrella o cometa?

Germán Puerta, gerente del Planetario Distrital, explica las diferentes tesis sobre el origen de la estrella de Belén.

7 de diciembre de 2002

Despues de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos sabios llegaron de Oriente a Jerusalén, preguntando. ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo. ...Después de oír al rey, se fueron; y la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que vino a pararse encima del lugar donde estaba el niño".

Evangelio según San Mateo 2,10

Una de las estrellas más famosas es el astro bíblico que se cree señaló a los Reyes Magos la ruta hacia Belén. Lo que el texto no especifica es cuántos hombres sabios -o magos- habían llegado. Tampoco ofrece ningún detalle sobre el supuesto fenómeno celeste. Si este episodio efectivamente sucedió, ¿en realidad qué fue lo que los célebres Reyes Magos vieron en el cielo? ¿Cuál es la verdadera identidad de la estrella de Navidad?

Durante siglos teólogos, filósofos y astrónomos han debatido el asunto y al parecer estos últimos tienen las mejores pistas luego de la investigación sobre los posibles eventos celestes que habrían ocurrido alrededor del año 1 a.C. Uno de los problemas es que los fenómenos celestes son comunes, como los eclipses, los cometas, los meteoritos o las conjunciones de astros, y eran mucho más deslumbrantes en tiempos en los que no existía la contaminación atmosférica ni la luz artificial.

Además no hay certeza sobre la verdadera fecha del nacimiento de Jesús; los expertos confirmaban el suceso en fechas que van desde el año 8 a.C. hasta el año 1 d.C., todo ello mediante el minucioso análisis de la evidencia histórica disponible. La fecha más probable que se plantea actualmente está entre los años 3 y 2 a.C.

En cuanto a los fenómenos celestes candidatos para explicar la estrella de Belén se destaca en primer lugar el tránsito de algún brillante cometa. Johannes Kepler, el célebre astrónomo alemán, aseguraba que la estrella de Belén fue un cometa, pues observó uno en el año 1607. Aseguró que venían de muy lejos y afirmó que probablemente había tantos como peces en los océanos. Entre los cometas conocidos sin duda el Halley es uno a tener en cuenta pues debió observarse en el año 12 a.C., fecha que es algo temprana para considerarse seriamente como estrella de Belén.

Entonces hay que buscar otro fenómeno, como una triple conjunción de los planetas Marte, Júpiter y Saturno en vecindades de la estrella Al Risha, en la constelación de Piscis, que debió observarse en el año 6 a.C. Este espectáculo, sin duda muy brillante, pudo también haber sido el origen de la historia bíblica.

Sin embargo nuevos candidatos a estrella de Belén aparecieron cuando se comprobó que astrónomos chinos registraron la explosión de una estrella nova, o tal vez una supernova, entre los años 5 y 4 a.C. Este es un evento producido por una estrella en explosión que incrementa su luminosidad en grado tal que puede aparecer a los observadores como una nueva estrella en el cielo. Y tal vez existieron otros fenómenos que seguramente no escaparon a la atención de estos agudos astrónomos y observadores del cielo que se piensa fueron los tres Reyes Magos.

Con el desarrollo de la astronomía por computador se puede proyectar hacia el pasado o hacia el futuro la posición de los astros en cualquier momento, y así se han encontrado nuevos eventos celestes candidatos a estrella de Belén. De esta forma se encontró, con gran exactitud, que el 17 de junio del año 2 a.C., precisamente los planetas más brillantes, Venus y Júpiter, emergieron en ese momento sobre el horizonte en el crepúsculo, en una conjunción tan próxima que parecían tocarse ya que posiblemente el ojo humano no podía separarlos. Sin duda una visión impresionante y supremamente rara que coincide con las fechas más certeras del nacimiento de Jesús, por lo cual este evento se convierte en un magnífico candidato a estrella de Belén.