Excalibur | Foto: AP

ESPAÑA

Sacrifican al perro de la enfermera infectada con ébola

Dos activistas resultaron heridos en un intento de evitar el sacrificio de Excalibur.

8 de octubre de 2014

Excalibur, el perro de la enfermera contagiada con ébola fue sacrificado. El gobierno regional de Madrid consiguió una orden judicial para sacrificar al animal, diciendo que la "información científica disponible" no puede descartar "el riesgo de contagio".

"Desgraciadamente no ha quedado más remedio que sacrificarle", informó el consejero de Sanidad de la comunidad de Madrid, Javier Rodríguez

Una furgoneta ha trasladado al perro entre las protestas de las numerosas personas que desde el martes se habían concentrado frente a la vivienda de la auxiliar de enfermería infectada de ébola, Teresa Romero, en una campaña apoyada por grupos defensores de los animales para pedir que no fuera sacrificado.

El marido de la enferma, Javier Limón, rechazó que se matara a su perro, de nombre Excalibur, y declaró que se había negado "rotundamente" a dar su autorización.

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ratificada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, ordenó sacrificar al animal y el traslado y posterior incineración del cadáver.

Excalibur fue sacrificado como medida preventiva contra la transmisión del mortífero virus, después de que fueron rechazados varios recursos en el intento de salvarle la vida.

En las redes sociales, internautas, personajes famosos y personas anónimas enviaron mensajes de apoyo a la enferma, a su marido y al perro.

Actores españoles como Fernando Tejero, Carlos Bardem y Nuria Gago, cantantes como Alaska y Soraya y escritores como Arturo Pérez-Reverte y Pilar Eyre se sumaron a la defensa de Excalibur en Twitter y algunos de ellos criticaron a las autoridades sanitarias españolas por su decisión.

Teresa Romero y su marido, están ingresados en el Hospital Carlos III de Madrid. La primera está siendo tratada contra el virus y su pareja está aislado ante la posibilidad de que se haya infectado también.

El perro estuvo hasta este miércoles en el interior del domicilio de sus dueños y el presidente de la asociación Mascoteros Solidarios, el veterinario Carlos Rodríguez, se había hecho cargo de la custodia del animal.

Poco antes de anunciarse que el perro había sido sacrificado, Rodríguez informó a los medios que se habían desestimado los dos recursos presentados para evitar su muerte.

Ante el edificio donde vive la pareja se concentraron hoy numerosos manifestantes y curiosos, y una treintena de policías con material antidisturbios rodeó la entrada al garaje del recinto.

Instagram y Twitter fueron los canales elegidos por celebridades de todos los ámbitos para decir "no" al sacrificio del animal, cuya historia ocupa ya portadas e informativos nacionales.

La organización española de derechos de los animales Igualdad Animal se quejó de que las autoridades querían "sacrificar al animal sin siquiera diagnosticarlo o considerar la posibilidad de ponerlo en cuarentena".

No está claro cuán efectiva sería la cuarentena porque los perros infectados no muestran síntomas y no se sabe qué tiempo puede vivir el virus en ellos, ni durante cuánto tiempo habría que hacerle pruebas.

El doctor Peter Cowen, veterinario de la Universidad Estatal de Carolina del Norte que ha asesorado a expertos mundiales de salud sobre los riesgos de las enfermedades infecciosas de los animales, dice que sacrificar el perro "fue claramente una reacción exagerada".

"Creo que es muy desafortunado que estén pensando en sacrificar el perro. Deberían estudiarlo bien primero", dijo.

"Nunca se ha documentado que un perro propague el ébola" y claramente no es una vía importante de propagación en el brote en África, dijo.

Para la fecha los expertos no han identificado la fuente natural del ébola en la naturaleza. El principal sospechoso es un murciélago que come frutas, pero la Organización Mundial de la Salud incluye chimpancés, gorilas, monos, antílopes y al puercoespines como posibles agentes de propagación. Hasta los cerdos de granja pueden ser agentes debido a la presencia de murciélagos en los criaderos.

La posibilidad de que los perros puedan propagar la enfermedad —al menos en África— fue planteada en un informe del 2005. Investigadores sometieron perros a pruebas durante el brote de ébola del 2001 y el 2002 en Gabón después de ver algunos comiéndose a otros perros infectados muertos. De los 337 perros de varios poblados y aldeas, entre el 9 % y el 25 % mostraron la presencia de anticuerpos al ébola, una señal de que estaban infectados o quedaron expuestos al virus.

"Creo que es posible" que los perros puedan propagar el ébola, pero es improbable en Estados Unidos u otros lugares donde los perros no se acercan a cadáveres o comen animales infectados, dijo Sharon Curtis Granskog, portavoz de la Asociación de Médicos Veterinarios de Estados Unidos.

*Con información de AP y EFE