TABAQUISMO

Fácil y rápido

Llegó a Colombia un ingenioso método que garantiza dejar de fumar en cinco horas sin sufrimientos ni traumas.

26 de mayo de 2003

Jairo Gordillo fue un fumador empedernido por más de 40 años. Nunca había intentado dejar el cigarrillo hasta que, un viernes de septiembre del año pasado, le aceptó a un amigo la invitación para asistir a una charla que garantizaba una solución eficaz para dejar de fumar "sin sufrimientos, sin ansiedad". Al finalizar la conferencia -que duró cinco horas durante las cuales se fumó un paquete completo- su escepticismo era mayor que al comienzo. "La charla no me convenció para nada", recuerda. Pero esa noche, durante una fiesta en la que todo el mundo le fumaba encima, notó con extrañeza que a él no le provocaba encender un cigarrillo. Al otro día tuvo una experiencia más contundente. El, que siempre desayunaba una taza de café con un cigarrillo, esta vez prefirió disfrutarlo sin el tabaco. De esto hace ocho meses y hasta el sol de hoy no ha vuelto a aspirar una bocanada de humo. "Lo dejé sin ansiedad ni problemas".

El sistema que le permitió dejar de fumar así de fácil se llama Easyway y fue desarrollado en 1983 por Allen Carr, un contador inglés a quien el hecho de fumarse 100 cigarrillos diarios le estaba provocando serios problemas cardiovasculares. El día que tomó la decisión de dejarlo se propuso vencer a su enemigo de la mejor manera, conociéndolo a fondo. Se dedicó a estudiar todo acerca del tema y se sorprendió al encontrar que la mayoría de fumadores tienen mucha información sobre todos los problemas que el cigarrillo ocasiona en el organismo -conocimiento que no les ayuda a salir de laberinto en el que se encuentran- y en cambio ignoran por qué fuman y por qué no pueden dejar de hacerlo.

Carr se empeñó en analizar una a una todas las concepciones erradas sobre el tema: que la gente fuma porque quiere; que lo hace para relajarse, concentrarse y aliviar el estrés; que es muy difícil dejar de fumar porque requiere mucha fuerza de voluntad y de períodos de sufrimiento y ansiedad. Carr piensa que todos estos mitos son parte de un lavado de cerebro para hacerle creer a la gente que fumar es un placer y que es muy difícil dejar el cigarrillo. Pero lo más importante fue encontrar que la mayoría no abandona el hábito porque tiene miedo. Miedo a no manejar el estrés, miedo a la ansiedad, miedo a no poder disfrutar la vida sin el tabaco.

Con esa información Carr diseñó una conferencia de cinco horas, en la que pretende abrirle los ojos al fumador sobre todos los mitos y los miedos que tiene acerca de abandonar este vicio. El método apunta, y esa es su clave, a que si el fumador entiende la raíz de su miedo puede dejar este hábito sin hacer grandes sacrificios. Es por esto que la gente nunca pasa por el síndrome de abstinencia, ni por depresiones ni ansiedad. "Para mí fue como un lavado de cerebro", afirma Isabel López de Giraldo, quien se mantiene invicta desde hace un mes cuando asistió a la conferencia. "Pero no es para dejar de fumar sino para que a uno no le dé el estrés por dejarlo", dice mientras revela orgullosa que hoy puede estar al pie de un fumador y a ella simplemente no le provoca.

Carr comenzó a atender a amigos en su casa para que le ayudaran a cortar con este peligroso hábito. Luego escribió un libro, que llevó su método a la fama en todo el mundo. Hoy se encuentra en más de 15 países y está avalado por el programa Mundo Sin Tabaco de la Organización Mundial de la Salud. Se estima que 75 por ciento de quienes asisten a esta conferencia dejan de fumar sin necesidad de hipnosis, chicles o parches de nicotina.

El método llegó a Colombia el año pasado y de las 130 personas que han asistido ya hay 98 ex fumadores. Todo el método se resume en la conferencia de cinco horas, a la cual se permite entrar sólo en grupos de máximo 12 personas. La mayor parte del tiempo se dedica a charlas teóricas sobre el cigarrillo, aunque los asistentes tienen espacio para disentir, opinar, criticar y hasta para fumar. En la última media hora el grupo hace ejercicios de relajación y al final, al pedírseles que se fumen el último cigarrillo, ya la mayoría no siente deseos.

Cuando escuchan esta historia muchos creen que es imposible pero los expertos explican que lo es pues el método enfoca el problema de una manera distinta a como se ha hecho hasta ahora. Como dice José Manuel Durán, coordinador del curso, "los médicos dicen: 'Te vas a morir si sigues fumando'. Easyway les dice que ignoren por qué no es bueno fumar y que se enfoquen en por qué fuman".

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