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Fiebre de ‘DJ’

Este año han venido a Colombia gran cantidad de ‘disc jockeys’ europeos, varios de ellos catalogados entre los mejores del mundo.

18 de junio de 2001

Mientras los seguidores del rock y del pop lamentan que sus artistas favoritos casi nunca vengan al país y que muchas veces cancelan sus giras a última hora por diversos motivos (desde atentados terroristas hasta irresponsabilidad de los empresarios), el cada día más fuerte movimiento de la música electrónica ha disfrutado en estos últimos meses la visita de un buen número de disc jockeys (DJ) europeos de primer nivel.

Para esta semana están previstas las presentaciones del alemán DJ Tomcraft en Bogotá, Medellín y Cali, y la sueca DJ Kerstin en varias ciudades del país. No son los únicos. Para celebrar la fiesta de la francofonía, la embajada de Francia trajo a los DJ franceses Teddy’J y AbcDj. El portal Internet Terra.com celebró hace pocas semanas una fiesta con el destacado DJ alemán Corvin Dalek. Tres ingleses, considerados como 10 de los mejores DJs del mundo, ya estuvieron en Bogotá. El primero de ellos fue Dave Seaman, en febrero. Luego estuvo Dave Randall y por último Nick Warren.

Ahora todo parece color de rosa para el movimiento electrónico en Colombia. Sin embargo no fue fácil traer a estas superestrellas. Pero una vez se logró traer a Seaman, las cosas comenzaron a fluir. El mundo de los DJs europeos es muy cerrado, todos ellos son amigos y, gracias a la buena experiencia de Seaman (quien ya expresó sus deseos de volver a Bogotá), los demás se han ido animando y no sería utópico pensar que en un futuro cercano llegara al país una superestrella de la talla de Paul van Dyck.

Un obstáculo, en cambio, es encontrar fechas disponibles, pues DJs de la talla de Warren, Randall y Seaman tienen copada su agenda con varios meses de anticipación y la única manera de conseguir un hueco es aprovechando sus giras por países como Argentina.

Otro problema para los empresarios es recuperar la inversión. A diferencia de los músicos, que se pueden presentar en grandes estadios, los DJ permiten a lo sumo 2.500 personas en cada espectáculo. Eso significa que las entradas son bastante costosas. En promedio las de general cuestan entre 25.000 y 30.000 pesos y las VIP entre 40.000 y 50.000 pesos.

Además el público colombiano es cada vez más conocedor e informado. Por lo tanto se ha vuelto muy exigente. Como señala una de las empresarias consultadas por SEMANA, es muy probable que esta racha de visitantes ilustres no dure mucho porque cada vez va a ser más difícil satisfacer las exigencias tanto de las estrellas internacionales como de un público al que será más difícil meterle gato por liebre.