TEcnología

Hablar es lo de menos

Las increíbles posibilidades de los celulares ya son usadas por los colombianos. Incluso conversar.

12 de febrero de 2006

Andrés, un estudiante de ingeniería de sistemas en Bogotá, prefiere conversar por el teléfono de toda la vida, el fijo, ese que permanece atado a la pared por un cable, pesa el triple y es cuatro o cinco veces más grande que el teléfono celular que carga en el bolsillo. Y entonces ¿qué hace con el móvil Nokia 6620 que lleva a todas partes? "¡Pues chatear ! ¿Qué otra cosa?", es su lacónica respuesta. El auge de la telefonía móvil en Colombia ha desatado un imaginativo uso de las comunicaciones que amenaza con cambiar las costumbres y las tradiciones. Con los celulares la gente vigila a sus mascotas o a sus niños en el jardín infantil, monitorea autos robados, gestiona el correo electrónico, revisa sus cuentas bancarias o hace una fiesta el viernes en la noche con su discoteca mp3 portátil. ¿Qué otros usos les dan los colombianos a sus pequeños teléfonos de bolsillo? Una investigación reciente del Centro de Estudios de las Telecomunicaciones (Cintel) encontró que las fotos, los juegos y los ring tones son los servicios más demandados en la actualidad en Colombia, pero también empieza a crecer la participación en concursos a través del celular (empujado por los realities de televisión) y la búsqueda de noticias e información variada, así como los mensajes de texto, la automatización de las fuerzas de ventas en las empresas y la oficina móvil. El 70 por ciento de los encuestados para este estudio dijo que envía mensualmente varios mensajes de texto; el 9 por ciento de ellos lo hace hasta 40 veces al mes, lo que evidencia el auge de la mensajería de texto en este país, una de las fuentes principales de ingresos de los operadores en el mundo. Especialmente los jóvenes los prefieren porque son más económicos que las llamadas de voz, y sobre todo, más divertidos. Se pueden enviar caritas (íconos gestuales) y hasta anexar archivos multimedia para compartir con los amigos. Es tal el auge de la mensajería de texto, que muchas empresas han encontrado en ella toda una fuente de negocios innovadores. OLA estrena por estos días su servicio de mensajes de texto desde el celular a teléfonos fijos, mediante el cual el receptor recibe una llamada en su teléfono fijo y una voz lee el mensaje que el emisor envió desde un móvil, y además le ofrece opciones de respuesta programadas, como en los menúes de un conmutador. Ola transporta en promedio 16,5 millones de mensajes (entrantes y salientes) al mes. Hay restaurantes que están enviando anuncios de promociones y espectáculos a sus clientes a través de mensajería grupal, como se conoce este servicio, y hay planes para que personas con discapacidad auditiva se comuniquen a través de la mensajería de texto, así como teléfonos para invidentes. El chat es otro de los usos más frecuentes de la telefonía celular en el país. A través de sus portales WAP (versiones ligeras de páginas web para facilitar la navegación desde terminales móviles), la gente se conecta para conversar durante períodos cada vez más prolongados con sus amigos o colegas. Movistar lanza por estos días un servicio avanzado que permite, por ejemplo, iniciar un chat desde el computador y continuarlo desde el celular sin desconectarse, para aquellos que deben salir pero quieren mantener la conversación durante el desplazamiento. Descargue y disfrute La compañía Comcel reporta que los servicios de datos más utilizados por sus abonados, después de los mensajes de textos, son los ring tones, el chiste del día y los juegos. La demanda de estos últimos crece notablemente. En breve estarán disponibles juegos en 3D (tercera dimensión) y además se realizan por estos días las pruebas finales del próximo servicio de streaming que ofrecerá Comcel. Por streaming se entiende la recepción de transmisiones multimedia (videos, por ejemplo) que no se descargan al teléfono como los videoclips disponibles actualmente, sino que se reciben y se disfrutan 'en línea', sin copar la capacidad de almacenamiento del aparato. Es la nueva onda que hace furor en el mundo por estos días y podría estar en el país en cuestión de semanas. La compañía Movistar también ofrece un variado catálogo de datos, con más de 300 juegos, diccionarios de inglés, francés y alemán, traducciones inglés-español y hasta la Biblia. Los usuarios de esta compañía realizan mensualmente entre 11.000 y 12.000 descargas de aplicaciones de este tipo, lo cual es bastante para un mercado de datos reciente como el colombiano. La oficina en el bolsillo Sin duda, son los ejecutivos del sector corporativo quienes más interés han mostrado en aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías móviles. Las aplicaciones para automatizar las fuerzas de ventas y gestionar los procesos de negocios desde los teléfonos celulares han crecido vertiginosamente. Aviatur, Basf, Haceb, Carvajal, La Alquería o Noel son algunas de las industrias cuyas fuerzas de ventas hacen todo desde un terminal móvil de Comcel o Movistar: pedidos, consultas de inventario y otras transacciones. El correo electrónico también se está mudando al mundo inalámbrico. Comcel acaba de lanzar su servicio de email que incluye una cuenta de correo gratuita de dos gigas y la gestión completa de ella desde el celular. Los teléfonos más avanzados y los de la categoría smartphones, como el Treo 650 de Palm o el Sony Ericsson P910, están capacitados para hacer lo mismo que se hace en un PC en materia de ofimática: enviar y recibir correspondencia, leer y escribir documentos tipo Word o Excel, consultar bases de datos, administrar los contactos, las citas y manejar diferentes tipos de archivos digitales. En diciembre próximo estará disponible en Colombia -a través de Movistar y Comcel- la plataforma Blackberry, que hace furor entre las empresas en Estados Unidos por su facilidad para la gestión del correo electrónico. La compañía sueca Ericsson acaba de introducir en el país un producto denominado Mobile Office, que realiza push-email, algo así como empuje del correo electrónico y el calendario a los teléfonos móviles, independientemente del operador o del aparato que se utilice. Funciona no sólo para los sistemas de correo empresariales, sino también para quienes tienen cuentas de correo públicas. No hay que buscar el correo conectándose periódicamente, sino que éste llega al celular de manera permanente y se mantienen sincronizados los datos en el PC y en el teléfono, sin necesidad de hacer sincronización manual. Existen en el mercado colombiano servicios para ver desde un teléfono celular lo que transmite una cámara web ubicada en un jardín infantil; la Policía de carreteras y el gremio de los transportadores monitorean la seguridad del transporte de carga en todo el país a través de teléfonos de Avantel y hasta la impopular base de datos Datacrédito se consulta desde un móvil. Las apuestas Ganagol y Baloto son revisadas a diario por los apostadores a través de mensajería de texto, y empresas de seguridad activan y desactivan alarmas en residencias y bodegas mediante llamadas telefónicas. Aunque es un mercado pequeño, muchos colombianos ya abrazan las tendencias de moda en materia de consumo tecnológico.