La bacteria conocida como GFAJ-1 fue expuesta a concentraciones altas de arsénico y pudo adaptarse y crecer. | Foto: AP

CIENCIA

Hallazgo amplía las perspectivas de encontrar nuevas formas de vida

Investigadores hallaron una bacteria en el lago Mono (California, EE.UU.), que puede usar arsénico como uno de sus nutrientes.

2 de diciembre de 2010

El descubrimiento de una extraña bacteria que puede usar arsénico como uno de sus nutrientes amplía las perspectivas de hallar nuevas formas de vida en la Tierra y posiblemente más allá.
 
Seis elementos han sido considerados desde hace tiempo esenciales para la vida: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. Pero los investigadores hallaron que la bacteria, descubierta en el lago Mono, California, puede seguir creciendo después de sustituir fósforo por arsénico.
 
Aunque los investigadores descubrieron la inusual bacteria en nuestro planeta, dicen que demuestra que la vida tiene posibilidades más allá de los seis elementos citados.
La sustitución de un elemento por el otro "te hace preguntar qué otra cosa es posible", comentó Ariel Anbar, de la Universidad del Estado de Arizona, coautor del informe.
 
El descubrimiento es importante en la búsqueda de vida más allá de la Tierra porque los investigadores deben ser capaces de reconocer la vida, saber cómo luce, afirmó.
 
El estudio se centra en un microbio hallado en la Tierra. Pero el anuncio de una conferencia de prensa para discutirlo, que no anticipó detalles del hallazgo, generó especulaciones en la Internet de que el informe revelaría el descubrimiento de vida extraterrestre.
 
El descubrimiento "demuestra que en otros ambientes planetarios los organismos podrían ser capaces de usar otros elementos para activar la bioquímica y que el juego de elementos que consideramos absolutamente necesario para la vida podría no ser tan estricto", comentó Charles Cockell, profesor en el Instituto de Investigación Planetaria y Espacial en la Universidad Abierta en Milton Keynes, Gran Bretaña. Cockell no participó en el estudio.
 
"Este trabajo es novedoso porque muestra la sustitución de un elemento por otro en la bioquímica fundamental y la estructura bioquímica", agregó.
 
No fue un descubrimiento casual. Felisa Wolfe-Simon, del Instituto de Astrobiología de la NASA, que dirigió el estudio, se concentró en el lago Mono porque tiene altos niveles de arsénico.
 
El arsénico y el fósforo son químicamente semejantes, de modo que conjeturó que un microbio expuesto a ambos podía ser capaz de sustituir uno por el otro.
 
Los investigadores recogieron la bacteria conocida como GFAJ-1 y la expusieron a concentraciones cada vez mayores de arsénico, al que pudo adaptarse y crecer. Desde ya crece mejor con fósforo, pero descubrir que puede vivir con arsénico plantea la posibilidad de que una forma de vida que use arsénico podría ocurrir naturalmente, ya sea en la Tierra o en otro planeta donde el arsénico sea más común.
 
La investigación contó con el apoyo de la NASA, el Departamento de Energía y el Instituto Nacional de Salud.