Algunos piensan que es mejor no decir nada sobre la infidelidad de la pareja de su amigo porque luego ellos resuelven esos líos de cama y el que contó queda como el que revolvió el avispero. | Foto: ING IMAGE

PSICOLOGÍA

¿Qué haría si se entera que a su mejor amigo le ponen los cachos?

Expertos recomiendan qué hacer si se entera de que a su mejor amigo le ponen los cachos. Al final es una situación pierde-pierde.

5 de diciembre de 2015

La mayoría espera de un camarada apoyo en las buenas y en las malas, y eso incluye no guardar secretos que lo perjudiquen, como, por ejemplo, que su amor lo engaña con otra persona. Eso quisiera la economista Jacqueline Casas de su mejor amiga. “No me gustaría ser la idiota del paseo”, dice. Pero en la práctica el tema es más peliagudo de lo que parece y, por eso, los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuál es la mejor estrategia para seguir en estos casos.

Por un lado, consideran que los asuntos de parejas no deben sufrir la intromisión de terceras personas pues nadie sabe qué acuerdos tácitos tengan o cuál sea la dinámica de la relación. Por el otro, muchas variables inciden en cómo actuar. Por ejemplo, el tipo de amistad con la persona engañada y las expectativas de la relación son importantes para saber si se puede revelar esa información. “Si se cuentan cosas íntimas, si es una amistad fuerte que permite hablar de todo está bien hacerlo, pero si no hay esa cercanía es mejor quedarse callado”, dice la psicóloga Ana María Cardona.

Todos coinciden en que no hay una respuesta única a esta situación, sino muchas posibles alternativas, según el caso. Cuando se es amigo de la pareja y no solo de uno de ellos, la opción de encubrir el amorío es más complicada porque se arriesga a una doble traición: si cuenta, la persona infiel se sentirá delatada; si no lo hace, la traicionada será la engañada. En esta situación, Cardona no descarta la opción de enfrentarse primero a la persona infiel y sostener con ella una charla en la que se le advierta que le contará a su pareja la verdad si no hace algo al respecto. “Es una manera de intervenir pero no directamente”, dice.

Con ella coincide la psicóloga Marta Lucía Palacio, quien opina que “es importante advertirle al infiel que no juegue con fuego”. Esto, claro está, si se sabe que la relación extramatrimonial es algo serio. Pero si se trata de algo pasajero, una “noche loca de copas”, como dice Palacio, “lo mejor es no involucrarse”, dice. Delatar a alguien sin tener contexto, dicen los expertos consultados por SEMANA, puede generar daños.

Para el coach Andrés Aljure, la posibilidad de convertirse en ave de mal agüero es altísima. Por eso hay que pensar en cómo reaccionará quien reciba la información. Puede darse el síndrome de matar al mensajero, es decir, que nazca una molestia hacia quien da malas noticias. “Puede que no le crean ya sea porque esa persona niega la situación o porque defiende a capa y espada a su familia”, dice Aljure. Shasta Nelson, autora de libros sobre amistad, señala que el mensajero en estos casos puede verse como una amenaza “y la persona a la que le ponen los cachos podría acusarla de mentirosa y desleal”. Puede suceder que la alejen, especialmente si la persona engañada decide quedarse con el infiel y siente vergüenza de su decisión. Eso mismo cree el psicólogo Camilo Mendoza, para quien el amor es ciego. “Lo más probable es que la persona perdone a su pareja infiel y ¿cómo queda el que contó? Como un entrometido”.

Hay que tener en cuenta que la carga de saber de dicha infidelidad no debe ser la prioridad para contarla. “Es la peor razón para delatar al infiel”, dice Nelson. En estas circunstancias hay que ponderar qué es más importante, si la lealtad o el ideal de no generar daño. Pero, si va a cubrir la infidelidad piense en las consecuencias de ello, incluso en que callar podría generar una traición tal que acabaría con la amistad. Por eso, haga lo que haga, como dice el administrador de empresas Fernando Pérez, tenga en cuenta que este tipo de situación “es un pierde-pierde”.