LA AMENAZA CONTINUA

A pesar de que existen drogas que controlan el sida, los colombianos no acceden a ellas <BR>por ignorancia, por vergüenza o porque son tan costosasque no les son suministradas .

6 de septiembre de 1999

Hace tres años y medio Rafael Sandoval pensó que el Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida _Sida_ no le permitiría vivir hasta la Navidad. Pero en medio de su agonía se enteró de que
había ganado una tutelapara que el Seguro Social suministrara los medicamentos que le permitirían no
sólo prolongar sino también mejorar su calidad de vida. Desde entonces las infecciones
oportunistas desaparecieron y Sandoval logró reanudar su labores normales. Muchos de los
infectados por el Virus de Inmunodeficiencia Humana _VIH_ se han beneficiado, al igual que Rafael,
con este tratamiento, en el que se utilizan una serie de drogas que combinadas logran un
poderoso coctel que controla la reproducción del virus. Buena parte de ellos llevan por lo menos
cinco años sin enfermarse y con niveles indetectables del virus en la sangre.
Gracias a este tratamiento que prolonga la vida, en Estados Unidos el número de muertes por sida
cayó en 1998 a 16.865, la mitad de lo registrado el año anterior. Dichas drogas, más la puesta en
práctica de políticas de prevención efectivas, han arrojado resultados importantes en la lucha
contra esta enfermedad. En Hartford, Connecticut, por ejemplo, hace tres años no nace un niño
infectado por el virus del VIH gracias a un programa para detectar madres portadoras, en el que se
les ofrece tratamiento durante el parto para evitar el contagio. Hace un par de semanas un grupo de
científicos de Estados Unidos anunció que una droga, Nevirapine, podría reducir la infección de madre
a hijo a un costo bajo, lo cual beneficia a las zonas más pobres del mundo. El contagio por transfusión
de sangre se ha logrado controlar en la mayoría de países, incluido Colombia. Y en los laboratorios
los científicos continúan en su empeño de conocer más acerca del virus para producir una vacuna o
nuevas moléculas que eviten la entrada del virus en las células del sistema inmune.

Más infectados
Pero lo paradójico es que en la medida en que se han reducido las cifras de muertes las de nuevas
infecciones siguen en aumento, sobre todo en países en desarrollo. Sólo en 1998 se detectaron 5,8
millones de nuevos casos, con lo cual se estima que existen 33 millones de personas que viven con
VIH-sida. Según la Organización Mundial de la Salud, de ese total un 90 por ciento está en países de
América Latina, Asia y Africa. De acuerdo con Onusida, en el mundo cada día cerca de 7.000 personas
entre 10 y 24 años se infectan por el VIH, lo que equivale a decir que cinco jóvenes contraen esta
enfermedad cada minuto. En Colombia la situación es igual de alarmante. Las cifras del Ministerio de
Salud muestran que hay 17.163 personas viviendo con VIHsida aunque se estima que el dato real
puede esten alrededor de los 180.000 casos."Por eso hacemos la aproximación de que por cada 10
personas infectadas solo una sabe que tiene el virus", indica Luis Angel Moreno, jefe del programa
Nacional de Prevención y Control de ETS-VIHsida indica.
Lo que más preocupa al funcionario es que cada vez hay más mujeres reportadas con la infección, lo
cual pone al país en peligro de que la epidemia se generalice. "No en vano se dice que el rostro del
sida se está volviendo cada vez más joven, más femenino y más pobre", dice el infectólogo Jaime
Galindo, director de la Corporación de Lucha contra el Sida.

Alto costo
Una de las razones por las que el número de infectados sigue disparado se debe, según algunos
especialistas, a que se ha enviado un mensaje equivocado a la opinión pública. " Se cree que el
sida es un problema manejable", dice José Zúñiga, subdirector de la Asociación Internacional de
Médicos Especialistas en el Tratamiento del Sida _Iapac_. "Pero eso no es cierto y lo peor es que esa
idea errada nos coloca en riesgo de perder lo que hemos avanzado en estos 17 años", dice.
Uno de los factores que no permiten aún pensar que el sida está controlado, tiene que ver con la
dificultad para acceder al tratamiento. Según Zúñiga, solo un 5 por ciento de la población contagiada
en el mundo cuenta con el sofisticado coctel que promete más vida.
En Colombia, en teoría, la situación es muy favorable. Desde hace dos años está vigente un decreto
por el cual se reglamenta el manejo de la infección por VIH y en el cual se establece que todos los
infectados deberán ser atendidos en forma integral, es decir, con medicamentos, apoyo sicológico y
asesoría familiar. El Ministerio de Salud incluyó dentro de la lista de medicamentos del plan
obligatorio de salud el 80 por ciento de los drogas para contrarrestar el virus del VIH y ya existe una
propuesta para incluir a las más recientes. "Pero una cosa es la legislación y otra la realidad", dice
Henry Ardila, director de la Liga Colombiana de Lucha contra el Sida. En su opinión y la de varios
expertos entrevistados, en la práctica no todos los pacientes cuentan con el tratamiento. Los más
desprotegidos son aquellos que no están cubiertos por ninguna de las modalidades de la seguridad
social del país. El caso de estas personas se ilustra con el de Ingrid Xiomara Cuervo, una pequeña de
tres años cuya madre murió de sida hace un año. En diciembre la niña fue diagnosticada con el virus
y, a pesar de que necesita la droga, hasta el momento sólo ha recibido jarabe para la tos. Su abuela,
María Teresa Huertas, no cuenta con el dinero para costear su tratamiento.

Las trabas
El costo de estos programas es tan alto _sólo en medicamentos se requiere un presupuesto de 12
millones de pesos al año por paciente_, que algunas Empresas Prestadoras de Salud _EPS_ "les
ponen aún trabas para darles la atención debida", según Galindo. Sin embargo esta situación parece
haber cambiado desde que estos organismos de salud se han concientizado de que el costo de la
hospitalización es mucho más alto que el del tratamiento. La presión ejercida con tutelas también ha
ayudado a hacer valer los derechos de muchos pacientes. Más de una decena de estas han sido
revisadas por la Corte Constitucional y hoy sirven como precedente para los jueces. No obstante, el
desconocimiento acerca de sus derechos hace que muchos enfermos nunca tengan acceso a la
atención. "El peor virus es la desinformación", dice el abogado Germán Rincón Perfetti. Asegura
que otros pacientes, aun conociendo las vías legales, no las utilizan por miedo o por desidia.

De doble filo
Además de la dificultad para conseguir las drogas, una vez se accede a ellas el peligro es que los
pacientes no sigan el tratamiento. Por esto es necesario vigilar constantemente su estricto
cumplimiento y medir si el medicamento está haciendo efecto mediante exámenes de carga viral y
CD4. "De lo contrario el virus puede volverse resistente, dice el infectólogo Guillermo Prada, y lo peor es
que si esas personas no tienen cuidado pueden infectar a otras con un virus para el cual no existe
droga", añade.
Por esto el Ministerio de Salud pondrá en marcha el año entrante un programa para evaluar la
calidad de la atención de los enfermos de sida en las Aseguradoras en Riesgos de Salud (ARS)
y EPS y el grado de adherencia de los pacientes al tratamiento.
Pero a tiempo que se debe asegurar la calidad de los programas los expertos opinan que la única
salida al problema está en la prevención. El Ministerio tiene un plan para trabajar en tres frentes: el
control de la transmisión de madre a hijo, en la población en riesgo de otras enfermedades de
transmisión sexual y con intervenciones educativas en preadolescentes. Sin embargo el esfuerzo
mayor deberá llegar no sólo de las EPS y ARS sino de lasensibilización de la comunidad, pues
la amenaza es para todos y aún falta mucho para cantar victoria.

Cómo se reproduce
1. El virus del sida consiste en hebras de RNA cubiertas por algunas enzimas.
2. Cuando el virus encuentra un linfocito, célula que es parte del sistema inmune, las proteínas en la
cubierta del virus se pegan a receptores en la célula.
3. El virus entra en la célula. El RNA se transforma en DNA gracias a una enzima llamada transcriptasa
reversa o TR.
4. Una enzima llamada integrasa incorpora el material genético del virus en el DNA de la célula.

Cómo se ataca
Inhibidores nucleosidos de la transcriptasa reversa como el AZT, DDT, DDC atacan en el punto 3
evitando la reproducción de esta enzima.
Inhibidores no nucleosidos de la transcriptasa reversa como nevirapina, efavirenz y delavirdine
atacan en el punto 3.

Testimonio de un sobreviviente
Rafael Sandoval es uno de los colombianos que hoy lleva una vida normal gracias a que desde hace
tres años recibe un tratamiento integral para VIH. Trabaja en la revista Indetectable, medio de
divulgación científica y legislativa sobre el virus del VIH que él mismo fundó hace un par de
años. Es uno de los representantes del VIH ante el Consejo Nacional de Sida. Esta es su historia.
"Supe que tenía la enfermedad hace siete años cuando comenzaron los síntomas. En esa época no
existía ninguna de las drogas para VIH en Colombia. En 1996 formé un grupo de 30 personas y
pasamos tutelas individuales para que el Seguro Social nos suministrara el AZT. La ganamos. Pero el
virus hacía resistencia. Por fortuna se descubrieron otras drogas _los inhibidores de la proteasa_ y
pasamos otra tutela. Yo ya tenía la enfermedad, me habían dado cinco neumonías y estaba
desahuciado. Cuando ya pensaba que todo estaba perdido salió la noticia de que habíamos ganado la
tutela. Comencé el tratamiento de inmediato y fue como volver de la muerte a la vida. En cuestión de
dos meses ya no había rastros del virus en mi sangre. Desde hace dos años y medio no he vuelto a
tener problemas, ni siquiera gripa. Yo me adapté bien al tratamiento porque estuve muy enfermo y sé
que esto me da la vida pero para otras personas asintomáticas es mucho más difícil adherirse. En
Colombia se cometieron errores por falta de conocimiento. Pero ahora estamos mejor y para quienes
tienen acceso a las drogas el VIH es una enfermedad crónica aunque sigue siendo mortal para
quienes no lo tienen. Hoy creo que se ha bajado la guardia en prevención y el problema es que si no
se controla la epidemia el sistema de seguridad del país se puede explotar".

Obstáculos para el tratamiento
Falta de información
Algunos pacientes con VIH no saben que existen tratamientos para esta enfermedad ni que hay un
decreto que establece que las entidades de carácter público y privado que presten servicios de salud
están obligadas a dar atención integral a las personas infectadas por el virus de VIHsida

Estigma
Muchos de los infectados no quieren ser relacionados con el tema por miedo a la discriminación,
situación que obstaculiza el tratamiento porque aún no tienen confianza para discutir de ello sin
tapujos en el trabajo o en sus hogares. Al mismo tiempo la sociedad no está preparada para darles el
apoyo que requieren. En otros casos, como lo advierte el abogado Germán Humberto Rincón, ni
siquiera luchan por tener tratamiento ante el miedo de quedar en evidencia.

Difícil de cumplir
El tratamiento para el sida requiere tomar un promedio de 18 pastillas diarias a un horario muy estricto.
Algunas exigen tener el estómago vacío, otras se toman con el estómago lleno y otras con ciertos
líquidos. Una de las mayores dificultades entre los pacientes es mantenerse en este régimen
estricto y en algunos casos no lo hacen por olvido o simple descuido. Interrumpir el tratamiento
genera un alto riesgo de que el virus haga resistencia a los medicamentos.

Diagnóstico tardío
En el país no existe la cultura de practicarse la prueba de sida si se ha estado en riesgo de contagio.
Muchos casos se conocen en una etapa avanzada, cuando ya el tratamiento no es tan efectivo. El
miedo, la ignorancia y la falta de campañas preventivas desestimulan estas pruebas. Entre más
temprano se haga el diagnóstico mejor será el resultado del tratamiento.

Las esperanzas
Desde hace mucho tiempo las esperanzas de una cura están cifradas en una posible vacuna. Muchos
laboratorios farmacéuticos están laborando en ello pero uno de los trabajos más adelantados en este
campo se realiza en la Universidad de California con una vacuna basada en la cápsula del virus. A
pesar de estos esfuerzos una corriente de científicos considera que la cura de esta enfermedad llegará
por la vía de los medicamentos. Una de las líneas más fuertes de investigación actual busca una
droga que evite que el virus se introduzca en las células del sistema inmune. Esto se podría hacer
fabricando una línea de nuevas células que carezcan de los receptores que el virus necesita para
engancharse a ellas. Al mismo tiempo se trabaja en medicamentos que evitan que el virus se integre al
núcleo y utilice los mecanismos de reproducción de la célula para multiplicarse. Otro campo de
experimentación tiene que ver con la exploración de vías y sustancias para que el virus salga de los
santuarios donde se encuentra en reposo. Estos santuarios por lo general son células del cerebro y del
sistema inmune llamadas macrófagos, en las cuales el virus puede vivir por mucho tiempo sin
necesidad de reproducirse. Se ha encontrado que las interleukinas pueden estimular la salida del virus
de estas células para que luego pueda ser aniquilado con los medicamentos actuales. De esta manera
se podría eliminar el virus del cuerpo.