FAMILIAS

La edad sí importa

Un estudio reciente demostró que una de las claves para tener un matrimonio feliz y duradero es la diferencia de años entre la pareja.

22 de noviembre de 2014

Cuando una pareja decide casarse sabe que lo más difícil viene después. Estar muy enamorados no les asegura permanecer unidos hasta que la muerte los separe, pues en el camino deben lidiar con problemas de convivencia y otras variables que continuamente ponen a prueba la relación. Aunque cada caso es particular y resulta difícil predecir el éxito del matrimonio, una serie de factores pueden determinar el mayor o menor riesgo de que termine en divorcio. Uno de ellos es la edad. Así lo señala el científico Randy Olson, que analizó un estudio de la Universidad de Emory realizado con más de 3.000 personas recién casadas y divorciadas en Estados Unidos.

Olson, científico de la Universidad del estado de Michigan, realizó unas gráficas para descubrir cuáles factores podían presagiar la suerte de las parejas. En un primer análisis encontró que el dinero, el nivel educativo, los hijos y la cantidad de años de noviazgo influyen altamente en la probabilidad de divorcio. Pero en el segundo evidenció que la edad, un elemento que antes no se había considerado crucial, también juega un papel importante. El experto encontró que cinco años aumentan el riesgo de fracaso al 18 por ciento respecto al riesgo de las parejas de la misma edad. Si la diferencia entre ambos es de diez años la cosa se pone más difícil pues el riesgo crece al 39 por ciento. Las parejas cuya diferencia es de 30 años son las de peor pronóstico, con una probabilidad de fracaso del 172 por ciento*.

La razón es que con los años las etapas de madurez, las experiencias de vida y los puntos de referencia culturales son distintos. “Cualquiera que tenga hermanos puede dar fe de que cinco años de diferencia puede cambiar la forma en que ambos viven y ven el mundo. Es vital para las parejas casadas estar sincronizadas cuando deben tomar decisiones importantes. Así que si tienen visiones muy distintas, eso puede complicar las cosas”, dijo Olson a SEMANA.

El psicólogo de pareja Antonio González está de acuerdo con los hallazgos de Olson y considera que este factor es relevante en la vida matrimonial. En consulta ha tenido casos de pacientes que se llevan varios años y se quejan de que su compañero no entiende sus necesidades, por lo cual sienten muchos vacíos afectivos. Esto se debe, según el experto, a que las normas sociales, la moda, la música, la tecnología, e incluso las expectativas sobre el matrimonio dependen de la generación en la que cada individuo nació. “Cuando las edades son semejantes, las parejas suelen manejar de mejor manera los conflictos porque tienen más cosas en común. Las cargas se equilibran y tienden a nivelarse con mayor facilidad”, señaló González a esta revista.

Un sondeo hecho por Facebook a principios de 2014 reveló que la diferencia de edad entre parejas es en promedio de 2,4 años. En el 67 por ciento de los casos el hombre es mayor, en el 20 por ciento la mujer tiene más años, mientras que tan solo el 13 por ciento coincide en el mismo año de nacimiento. Olson señaló que si bien el riesgo de divorcio aumenta por cada año de diferencia, “si se llevan menos de cinco años no hay de qué preocuparse, pero si uno es lo suficientemente mayor como para ser el padre de su pareja, su matrimonio podría estar en problemas”.

La diferencia de edad pudo ser la causa de que algunas uniones de famosos fracasaran, como la de Angelina Jolie y Billy Bob Thorton, quien era 20 años mayor que ella. También es el caso de Michael Douglas, quien le lleva 25 años a Catherine Zeta Jones y, aunque hoy permanecen unidos, su matrimonio no ha sido propiamente un lecho de rosas. La diferencia de edad es mucho más importante cuando la mujer es mayor debido a que ellas tienden a madurar más pronto. Es posible entonces que luego de que la novedad de la pasión pase las diferencias de pensamiento y de actitudes hagan estragos. Los casos más famosos son los de Melanie Griffith y Antonio Banderas cuya diferencia de edad, a la luz de estos nuevos estudios, pudo haber causado el divorcio; y el de Ashton Kutcher y Demi Moore, cuyo amor no resistió la brecha de 16 años entre los dos.

Olson también encontró otras estadísticas llamativas. Las parejas casadas que tuvieron un noviazgo de al menos tres años tienen 39 por ciento menos probabilidades de divorciarse. Los que realizaron una fiesta de bodas con muchos asistentes pero no gastaron demasiado también tienen 46 por ciento menos riesgo, mientras que quienes no invirtieron en una buena luna de miel están en mayor peligro de fracasar. Aquellos que se fijaron en la belleza física o la riqueza del otro para casarse tienen más del 50 por ciento de probabilidades de divorciarse. Finalmente, si entre ambos ganan más de 10 millones de pesos al mes tienen menos riesgo.

El experto afirma que si bien estas estadísticas están relacionadas con la estabilidad matrimonial, no hay que olvidar que son correlaciones sujetas a muchas interpretaciones y no implican causa y efecto. “Las estadísticas no son bolas de cristal o garantías, pero sí pueden darnos luces sobre cualquier fenómeno, como en este caso los factores de riesgo para que una pareja se divorcie”.

* Anotación: Randy Olson, autor del análisis estadístico del estudio, explicó a SEMANA que sí es posible que el riesgo de divorcio sea del 172 por ciento si se toma como punto de referencia el porcentaje de riesgo de las parejas de la misma edad, que en este caso es del 10 por ciento.