LA HISTORIA DE AMOR

Se celebran 50 años del estreno de "Casablanca", considerada la mejor pelicula de todos los tiempos.

11 de mayo de 1992


CADA VEZ QUE SE REALIZA UNA ENcuesta entre los expertos para determinar cuál ha sido la mejor película en la historia del cine, hay tres produciones que se mencionan: "Ciudadano Kane","Lo que el viento se llevó" y "Casablanca".
Pero al hacer el balance final, siempre gana la producción de Michael Curtiz. En eso no hay discusión. Quizás la única polémica que "Casablanca" ha desatado en sus 50 años de vida fue hace unos años cuando, gracias a la tecnologia, se decidió darle color a la versión original en blanco y negro. Mientras unos piensan que se respetó el espiritu de la película, otros lo consideran un sacrilegio cinematográfico.

Pero en la era de los efectos especiales no deja de sorprender la nostalgia que produce "Casablanca", una pelicula que es simplemente una buena historia de amor: durante la guerra un hombre y una mujer se encuentran en Paris y se enamoran. Ella de pronto desaparece, pues se entera que su marido, al que creía muerto, ha regresado.
Años después, los amantes vuelven a encontrarse en Casablanca, donde él es propietario de un club nocturno. El es el único que puede ayudar a la mujer que ama y a su esposo a escapar de los nazis... El gran triángulo de amor tiene además tres grandes protagonistas. Ella (Ingrid Bergman): una hermosa mujer casada, que cae rendida ante un tipo atractivo y misterioso.
El marido (Paul Henreid): un buen hombre y un héroe de la resistencia. El amante (Humphrey Bogart): un hombre frio y calculador que parece no tener principios, pero que en el momento de la verdad resulta ser un sentimental que está con los débiles.

Aunque esta historia de amor compite en popularidad con "Lo que el viento se llevó", el adiós de Scarlett O'Hara a Rhett Butler parece un cuento de hadas al lado del dramatismo de la escena final de "Casablanca": Rick ve a su amada alejarse con su esposo entre la niebla, hacia el avión que los espera para sacarlos de Casablanca. El la ha convencido de que se vaya con su marido. "¿ Y nosotros qué?", implora ella. "Siempre tendremos el recuerdo de París", responde él... Ese triste final ha quedado grabado en el corazón y la mente de tres generaciones de espectadores. Se dice que de la película se hicieron dos finales, en uno ella se quedaba con su amante, en otro, ella se iba para siempre con su esposo. Curtiz escogió el más dramático. Nadie que hable de historias de amor en el cine puede dejar de mencionar a "Casablanca" y millones de admiradores en el mundo saben de memoria sus diálogos. Hace unos años Woody Allen realizó una película sobre estadebilidad norteamericana, titulada "Play it again, Sam", la frase pronunciada por la mujer al pianista del club nocturno Rick's Place" donde acaba de encontrar a su ex amante. En 102 minutos la producción reúne todos los ingredientes: un ambiente de intriga y suspenso en el escenario de la. Segunda Guerra Mundial; el heroísmo de la lucha contra los nazis; el romance truncado de una pareja signada por el destino y el triste final donde el sacrificio y la lealtad triunfansobre el amor. A la trama se agrega también un reparto estelar, incluso en los papeles secundarios: Humphrey Bogart, quien fue nominado al Oscar por su papel; la bella y enigmática actriz sueca Ingrid Bergman; Paul Henreíd, quien murió la semana pasada, a los 84 años; y Claude Rains, el policía cínico que se convierte en cómplice de Rick y pronuncia la frase final: "Creo que este es el principio de una buena amistad ".

En 1943, esta producción de la Warner Brothers obtuvo tres premios Oscar mejor película, mejor director y mejor guión Pero si para el director Michael Curtiz, "Casablanca" representó el trabajo más importante de su carrera, para Humphrey Bogart fue el papel que lo convirtió en el primer antihéroe del cine. Su imagen pasó a la historia como ese personaje de mirada desafiante y cínica, de gabardina y sombrero calado y un cigarrillo siempre en los labios.

La semana pasada el rey Hassan II de Marruecos bótó el palacio por la ventana para celebrar el 50 aniversario del estreno. La proyección de una copia restaurada de la película original en el Museo de Arte de Nueva York, patrocinada por el magnate de la televisión por cable Ted Turner, reunió no sólo a los personajes de la industria del cine sino a algunos que hicieron parte de la producción: los actores Dan Seymore y Leonid Kinsky, los autores del guión Howard Koch y Julius Epstein, y Joan Alliason, compositora, de la famosa melodía "Everybody comes to Rick's". Y para completar la celebración, este clásico, que parece ganar más adeptos a medida que el tiempo pasa, pronto estará de nuevo en las salas de cine.