La muerte del espíritu

El aumento de la expectativa de vida tiene un lado tenebroso: el incremento de pacientes con el mal de Alzheimer, la forma más común de demencia.

14 de diciembre de 1992

SE LE CONOCE COmo el mal de los viejos: la pérdida progresiva e irreversible de la memoria y de la personalidad. En algunos países su diagnóstico es dramático: uno de cada cinco hogares norteamericanos tiene a un miembro de la familia que padece la enfermedad de Alzheimer, la más común de las demencias. En Colombia es prácticamente desconocida. Pero no porque no exista sino porque no hay estadísticas, ni centros de diagnóstico, tratamiento u hospitalización para estos enfermos, y mucho menos inversión en la investigación de esta clase de demencia.
Pero lo que resulta realmente dramático es que enfermos sí hay y en el futuro pueden ser muchos más. Según la neurosicóloga Diana Matallana, el aumento de la expectativa de vida es directamente proporcional al aumento de la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer. Esto quiere decir que empezando el siglo XXI, más del 50 por ciento de los ancianos colombianos tendrá la posibilidad de desarrollar la enfermedad.
Descubierta en 1907 por el médico Alois Alzheimer, la verdad es que a pesar de las numerosas investigaciones realizadas no se ha podido establecer ni el origen ni la cura de la enfermedad. No hay técnicas, medicinas o cirugías para tratarla o prevenirla y tampoco hay luces para un futuro cercano. Científicamente la enfermedad consiste en la alteración del cromosoma 21, que afecta las células cerebrales encargadas de la memoria. Durante la etapa inicial la presencia de marañas, placas y alteración de las sustancias cerebrales que pueden afectar diferentes áreas. Algunos pacientes sufren inicialmente pérdida de la memoria, pero en las etapas finales pueden quedar reducidos prácticamente a "vegetales". Lo último que se pierde es el lenguaje. No obstante, hay pacientes atípicos en los que se presenta como primer síntoma la pérdida del lenguaje, con una fase progresiva pero sin demencia y puede presentarse de manera precoz a los 48 ó 50 años. Asimismo se ha comprobado que jóvenes y niños con el virus del sida, pueden desarrollarla de manera temprana.
Según informes médicos norteamericanos, el desarrollo de Alzheimer puede durar ocho años. Esta se inicia con leves olvidos y finaliza con la alteración total de los patrones de comportamiento y hasta agresividad. (Ver recuadro). Esta puede producirse a los 60 ó 65 años de edad y llega de la mano de la depresión. "Esta última puede ser ocasionada por la inactividad laboral, pues la jubilación es muy temprana para la actividad intelectual de los adultos", asegura la neurosicóloga. La persona siente que su vida está llegando al fin y comienza a percibir cierta angustia por la pérdida de la memoria. Este estadio puede durar entre dos y tres años.
Posteriormente el enfermo entra en la etapa de la pérdida de la memoria severa. "Es una pérdida lenta del espíritu humano", señala la neurosicóloga, pues el deterioro llega a tal grado que los pacientes pueden olvidar hasta quienes son. Durante esta fase la depresión desaparece, pero comienzan los problemas para los familiares, pues el enfermo necesita cuidado contínuo de personas preparadas. Esta etapa dura entre tres y cuatro años.
Pero a pesar de conocer el desarrollo de la enfermedad, los especialistas aún andan a tientas en cuanto a su origen. No se sabe qué produce este tipo de demencia, pero se ha visto que hay pacientes que la desarrollan por carga genética. Un preocupante ejemplo presentado en Antioquia, es el caso de un enfermo, padre de 10 hijos, de los cuales cinco la heredaron. Algunas investigaciones hablan de alteraciones genéticas o las alternaciones de las funciones morfológicas en el cromosoma 21, cambios neurológicos causados por agentes tóxicos (como el aluminio) o virus localizados en los sistemas neurotransmisores, que pueden producir degeneración o "alto riesgo" en las neuronas.
La patética conclusión de los especialistas es que es mucho lo que se ha investigado, pero realmente muy poco lo que se puede hacer por los pacientes. En realidad los únicos frentes que pueden ayudarse son la familia y la sociedad, que se ven fuertemente afectados. Durante los años 80, en varios países industrializados se inició un movimiento para hacer conocer el mal de Alzheimer. La campaña se armó sobre tres objetivos: incrementar el conocimiento y la educación del público sobre la enfermedad, proveer a los pacientes y a sus familiares de material sicológico y médico de ayuda, e incitar a las autoridades a crear políticas de ayuda médica y social.
Los expertos colombianos -que son tan sólo cinco en todo el país- aseguran que el mayor problema es el desconocimiento. Lo más urgente es comenzar a crear conciencia sobre este mal en el cuerpo médico, la familia y la sociedad con el fin de remitir adecuadamente a los pacientes que presenten los síntomas de Alzheimer. Pues aunque se trata de una enfermedad degenerativa, incurable y costosa, la atención especializada puede ayudar a que los pacientes reciban la atención que requieren. Es posible que en esta década se logre en Colombia hacer algo por un mal que parece como una grave amenaza para un alto porcentaje de la población.
EVOLUCION DE LA ENFERMEDAD
ETAPA FASE CLINICA SINTOMAS
1 NORNAL No tiene
2 Olvidos simples Olvidos subjetivos (objetos
familiares, nombres, etc.)
3 Confusión temprana Dificultad al trabajar, al hablar o
al viajar. Ansiedad.
4 Confusión tardía Disminución en la habilidad para
contar y recordar eventos de
actualidad. Negación.
5 Demencia temprana Necesita ayuda para escoger la ropa;
pierde la noción del tiempo y del
espacio.
Disminución en la recordación de
nombres familiares.
6 Demencia moderada Necesita supervisión para comer e ir
al baño. Incontinencia.
Desorientación sobre las personas.
7 Demencia tardía Pérdida severa del habla.
Parálisis motriz.

Fuente: "Enfermedad de Alzheimer. La muerte lenta del espíritu humano", GAUTIER, Serge y otros.