LA ONDA "SMART"

La última moda entre los intelectuales es reunirse en un bar a tomar cocteles de vitaminas que mejoran el desempeño mental.

15 de junio de 1992

EN NUEVA YORK, UN ASESOR DE COMputadores bebe cada tarde una malteada de nutrientes que le permiten intensificar su productividad por 16 horas ininterrumpidas. En Francfort, un joven compositor toma cada noche un coctel de vitaminas para que su inspiración musical alcance proporciones wagnerianas.

En Venecia, un libretista de televisión conoce la fórmula de una bebida que le permite entregar en unas cuantas semanas un trabajo que a otros les demandaría meses... Ellos son clientes habituales de un nuevo estilo de bares donde se venden exclusivamente cocteles para activar el cerebro.

Se les conoce como "Smart Bars" y aparecieron hace dos años en Londres.
Hoy hacen furor en las grandes capitales del mundo.
Aparentemente son un bar como cualquier otro pero el barman, en lugar de tragos y licores, prepara jugos de frutas y leches malteadas mezcladas con vitaminas, minerales y otros nutrientes que estimulan las células cerebrales. Al caer la tarde, estos lugares se llenan de intelectuales y ejecutivos en sus 30, quienes están más interesados en mantener y mejorar su desempeño mental que en ahogar sus penas y aliviar el estrés con el alcohol. Las fórmulas son variadas y sus nombres estrafalarios como el Psuper-psonic-psyber tonic" y entre sus ingredientes se encuentran todo tipo de sustancias naturales y sintéticas, que el barman mezcla en la barra a petición del cliente con jugos de frutas, sodas y hielo.

Aunque la medida parece saludable, la moda de los elíxires de la energía mental ha generado una fuerte polémica. Sus defensores sostienen que no hay nada malo en ingerir sustancias que ayuden a mantener los niveles de actividad mental y reemplazar las sustancias naturales del cerebro que disminuyen con la edad; pero las autoridades de salud advierten del peligro potencial que entraña esta "tanqueada" diaria.

La mayoría de las fórmulas para optimizar su desempeño intelectual y estimular su creatividad han sido extraídas del libro "Smart Drugs & Nutrients", publicado hace dos años por, el gerontólogo Ward Dean y el científico John Morgenthaler y que el año pasado vendió 75 mil ejemplares y hoy va por su séptima edición. Este manual de autoayuda para fortalecer el cerebro, describe detalladamente cerca de 50 sustancias y drogas que actúan como tónicos cerebrales. La mayoría de los cocteles que se preparan en estos sitios se basan en las fórmulas de Morgenthaler y Dean, como el Albert's Ale bautizado en honor de Einstein que es promovido por un bar de San Diego como la forma de obtener la memoria y el potencial intelectual del famoso genio.

Pero mientras el propio Morgenthaler asegura que el fenómeno "smart" es inofensivo. "La única recomendación a los clientes es evitar el gingseng si tienen problemas de tensión alta y la phosphatidylcholine uno de los ingredientes del Albert's Ale si son maniacodepresivos. Estas son las únicas excepciones", dice Morgenthaler, quien aclara que todas las dosis de estas bebidas son muy bajas cerca de 10 gotas "lo cual es considerado seguro y no tóxico". Pero otros expertos no están tan seguros de esto. Y sostienen que si bien tomar vitaminas y nutrientes para mejorar las funciones cerebrales es menos nocivo que consumir alcohol y drogas, consideran que activar artificialmente el cerebro con sustancias que son utilizadas para pacientes neurológicos puede representar un peligro cuyas consecuencias aun se desconocen.

Los ingredientes de estos cocteles son de dos clases.
De un lado, nutrientes naturales como ginseng, vitamina B3, Ginkgo, lecitina, etc. los cuales se expenden libremente en los almacenes naturistas para aumentar las capacidades intelectuales. Sin embargo deben ser consumidos en dosis mínimas para evitar efectos colaterales. Pero en la lista de sustancias se encuentran también varias drogas que han sido aprobadas para pacientes con deficiencias y enfermedades tales como demencia senil, mal de Alzheimer o daño cerebral causado por el alcoholismo. Para algunos médicos, esta nueva locura de los intelectuales puede representar un riesgo ya que poco o nada se ha estudiado sobre el efecto de estas drogas en la estimulación cerebral de personas normales. Y aunque muchas de las sustancias utilizadas sólo pueden ser vendidas bajo fórmula, muchos médicos entusiastas del "smart" están dispuestos a recetarlas. Aunque las drogas "smart" tendrán que pasar por rigurosos estudios para ser aprobados por la FDA, actualmente los laboratorios farmacéuticos estiman que dadas las dimensiones del fenómeno "smart", el mercado comercial de estos productos podría sobrepasar los mil millones de dólares al año.

Lo cierto es que después del boom de la buena forma física de los 80 los 90 se vislumbran como la década del desempeño mental. Al parecer, los jóvenes yuppies que han alcanzado la cumbre del éxito no desean ceder su puesto a las nuevas generaciones y tratan de prolongar al máximo el buen estado de sus neuronas.

El tiempo dirá si como ha sucedido con muchos atletas, esa sobredosis de estimulantes cerebrales no los llevará también al retiro prematuro y sin gloria.-