LA OTRA GUERRA

El medio ambiente también será una víctima de la confrontación en el Golfo Persico.

25 de febrero de 1991

El motivo de la guerra en el golfo -el petróleo se ha convertido en una nueva arma militar utilizada por Irak. La quema y el derrame de millones de barriles de crudo podría causar uno de los mayores desastres ecológicos de la historia. Mientras el mundo contempla por televisión las descargas explosivas, una ola de destrucción y enfermedad y alteraciones genéticas se está incubando.
Según informaciones del vocero de la Casa Blanca, Martin Fitzwater, el petróleo vertido en el Golfo Pérsico podría ser un problema peor que el del Exxon Valdez, que en 1989 arrojó al océano 260 mil barriles de crudo en Alaska, considerado hasta ahora el mayor derrame de crudo. Aunque no se ha establecido cuánto petróleo se ha derramado, se estima que las estaciones de bombeo de Kuwait podrían liberar en el océano 100 mil barriles diarios. El derrame, que comenzó hace cinco días, ha formado una extensa mancha que ya ha avanzado unos 15 kilómetros. Aunque existe el temor de que Hussein decida prenderle fuego, expertos en medio ambiente señalaron que el derrame mataría la vida marina en varios cientos de millas cuadradas. Incluso un experto británico aseguró que sería mejor quemar el petróleo antes de permitir que contamine los mares.
Pero esta no es la única afrenta de la guerra a la ecología mundial. Según los expertos, la activación del arsenal bélico en sí mismo, implica un potencial destructivo que afecta a todas las formas de vida y a todos los habitantes del planeta, independientemente de su lugar de residencia. Como dijo Gabriel García Márquez en el marco de la Conferencia sobre la Paz y el Desarme del Grupo de los Seis: