LA PELUCA BIONICA

Por fin los calvos encuentran una solución médica que les asegure, para siempre, una abundante cabellera.

2 de octubre de 1995

A PARTE DEL EXCEso de peso, el punto flaco de la vanidad masculina es la calvicie. Al punto que ésta se convierte, para muchos, en obsesión después de los 30 años. La aparición de unas cada vez más pronunciadas entradas o de algunas zonas de cuero cabelludo al aire hace a los hombres estremecer tanto o más que a las mujers la caída del busto. No sin razón. Al fin de cuentas ellas pueden disimular el efecto de gravedad con un wonderbra o los implantes de seno, mientras que la caída del cabello salta a la vista sin remedio. Es por ello que muchos están dispuestos a someterse a disciplinados tratamientos o a untarse cualquier menjurge que les aconsejen con tal de evitarla. De hecho, los hombres gastan anualmente en masajes o implantes capilares y toupés un presupuesto similar al que las mujeres derrochan en cirugías estéticas o cremas.
Pero a partir de ahora la calvicie dejará de ser el mayor dolor de cabeza masculino, gracias a un nuevo método que promete abundante cabellera de por vida. Se trata de una especie de peluca biónica que médicamente es conocida como el 'reemplazo de cabello por prótesis oseointegrada'.
Hasta ahora, la técnica de prótesis fijas habían logrado suplir estéticamente la caída de los dientes. También quirúrgicamente se ha logrado reemplazar órganos perdidos como ojos, orejas y nariz. Pero ante la caída del cabello los únicos recursos disponibles eran los injertos de pelo, cabello por cabello o mechón por mechón, que pueden demandar un largo período; o el uso de los famosos toupés, que si bien otorgan la cabellera deseada no ofrecen mayor seguridad en cuanto a su firmeza.
Eso parece sin embargo ser cosa del pasado. Dos especialistas estadounidenses, Anthony Pignataro y Norman Schaaf, acaban de presentar en el American Journal of Cosmetic Surgery, un nuevo sistema que promete poner fin al drama de los calvos y que viene a completar la parafernalia de elementos artificiales que sustituyen las pérdidas que afectan la vanidad humana. Así como pueden reemplazarse los dientes, la biotecnología ha creado una prótesis para ocultar la calvicie.
Se trata en pocas palabras de una peluca que se fija al cráneo del paciente. Esta nueva clase de injerto permite no sólo volver a gozar de una densa cabellera, sino contar con la seguridad de que en cualquier momento no quedarán con el cuero cabelludo expuesto a la luz pública.
Los médicos estadounidenses que desarrollaron el método utilizaron tanto la técnica quirúrgica que se ha usado para reemplazar la dentadura como el sistema de prótesis de reemplazo. Es decir una prótesis flexible de cabello que queda implantada al cráneo del paciente a través de una serie de espigos insertados en el hueso. Como hasta el momento los implantes oseointegrados se habían realizado con prótesis rígidas, la mayor dificultad que encontraron los especialistas fue la de lograr un implante estático para una prótesis flexible.
El procedimiento que ha revolucionado el mundo de los calvos se realiza en tres etapas: primero, se realiza una intervención quirúrgica para insertar, en cuatro puntos del cuero cabelludo, los implantes en el hueso del cráneo. Una semana más tarde, cuando el paciente se ha recuperado y el cuero cabelludo ha sanado, se realiza otra intervención en la cual se adhiere una especie de estribo a estos espigos fijos. Después de un breve periodo de dos o tres semanas, se coloca la prótesis de cabello.
Gracias al uso de un material plástico semisintético, esta prótesis -peluca- puede ser moldeada según la forma del cráneo y el área de calvicie de cada paciente. Pero además tiene la ventaja de que éste puede usar la peluca que le servirá de prótesis durante todo el proceso de implantación.
Si bien la literatura médica está repleta de métodos que han intentado solucionar el problema de la calvicie, esta es la primera vez que se logra una prótesis completa y fija. Las ventajas que ofrece esta opción saltan a la vista: El paciente puede estar seguro de que no perderá su abundante cabellera accidentalmente en una piscina o en un momento de intimidad. Lo máximo que tendrá que hacer, a medida que pasa el tiempo, es ir amoldando su cabello a las exigencias de los años. Al contrario del resto de los mortales, que deben teñirse las canas para ocultarlas, los portadores de esta prótesis deberán teñirse unas cuantas canas a medida que pasa el tiempo, para lograr una apariencia más natural de su tupida cabellera artificial.