La pobreza es el mayor contaminante

Klaus Töfter, director ejecutivo del PNUMA, habla sobre los avances en el tema del medio ambiente en la última década y los retos que debe enfrentar la humanidad en el siglo XXI para garantizar su desarrollo sostenible.

26 de febrero de 2002

Klaus Töpfer, director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Pnuma, estuvo de visita en Colombia en días pasados. Alemán y ambientalista con una larga trayectoria, Töfter habló con SEMANA de medio ambiente y otros temas íntimamente relacionados, como desarrollo sostenible, paz y erradicación de la pobreza, Töfter será uno de los principales protagonistas en 2002 gracias a la gran Cumbre de Medio Ambiente que se celebrará en septiembre en Johannesburgo.

SEMANA: ¿Cuál es la perspectiva del tema ambiental en un mundo sumido desde el 11 de septiembre en una sensación de crisis económica y un ambiente permeable a la guerra y la intolerancia?

Klaus Töpfer: El desafío para todo el mundo, antes y después del 11 de septiembre, es el desarrollo sostenible. Debemos combatir la pobreza de manera responsable y comprometida con las generaciones del futuro. Hablo de responsabilidad en el uso adecuado del capital ambiental y a la distribución equitativa de los bienes y servicios ambientales entre la sociedad.

SEMANA: ¿Qué tan cercano está el desarrollo sostenible?

K.T.: Aún nos falta mucho camino por recorrer para alcanzarlo. La pobreza es el mayor contaminante que existe y por ello todos nuestros esfuerzos deben estar encaminados a combatirla de manera seria y responsable.

SEMANA: ¿En qué aspectos concretos mejoró la gestión ambiental en el mundo, vista desde la perspectiva de los 10 años de la Cumbre de Rio?

K.T.: El mundo ha comenzado a entender los efectos reales del deterioro de la capa de ozono y ha asumido compromisos serios frente al tema. La pedagogía ambiental ha comenzado a formar parte de todos los procesos de nuestra sociedad. La mayoría de los países ha entrado de lleno en el cumplimiento de convenios y compromisos en asuntos como la bioseguridad, organismos genéticamente modificados, contaminantes orgánicos persistentes y otros temas que dan clara señal de progreso y madurez en el pensamiento ambiental universal. No obstante, es bueno tener presente que desde la Cumbre de Rio de Janeiro nuestro querido planeta azul soporta la presencia de millones de personas más que hace una década, particularmente en países en desarrollo intermedio.

SEMANA: ¿Cuál ha sido el alcance de los programas destinados a proteger los bosques tropicales a cambio de incentivos económicos tales como el pago de la deuda externa?

K.T.: Para nosotros es de enorme importancia la relación de doble utilidad que representan los bosques tropicales. Por un lado la posibilidad de incentivar económicamente a los países en desarrollo a través del instrumento de canje de deuda por protección del bosque constituye para ellos una perspectiva de inversión hacia el futuro. Y en segundo lugar, la protección del bosque es garantía de captura de carbono y en consecuencia, sus beneficios ambientales se convierten en beneficios compartidos. De ahí la importancia de impulsar acciones de cooperación que permitan que las comunidades de los países en desarrollo puedan custodiar la diversidad biológica y defender el conocimiento tradicional de sus pueblos indígenas como si se tratase de regalos de Dios para la humanidad presente y futura.

SEMANA: De acuerdo con su experiencia en otros países, ¿en su opinión cuál es el potencial de Colombia en ecoturismo?

K.T.: Colombia tiene en la actualidad una enorme oportunidad en materia de ecoturismo. Creo que el desarrollo de esta actividad es una de las condiciones fundamentales para propiciar esquemas de paz y seguridad en las naciones con potencial para ello, y en particular para Colombia. Este será el Año Internacional del Ecoturismo, por eso aprovecharemos esta oportunidad para subrayar la importancia que representa esta actividad para los países ricos en biodiversidad y regiones de impactante belleza natural y paisajística como Colombia.

SEMANA: Sin embargo, muchos miran con recelo el ecoturismo.

K.T.: Nuestro principal objetivo debe ser el desarrollo de un turismo sostenible, dado que este es uno de los renglones económicos más importantes en el mundo, capaz de mover más de 600.000 millones de dólares por año. Debe apuntar a una relación más armónica y amigable con el medio ambiente, si tenemos en cuenta que es una de las industrias con mayor consumo de agua y otros recursos naturales. Además, el turismo no puede poner en peligro la estabilidad de los grupos sociales en donde quiera que se desarrolle.

SEMANA: ¿Cuáles son para el Pnuma los temas puntuales que en el mundo merecen una atención inmediata?

K.T.: Los temas más importantes están relacionados con el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. A nivel global la disponibilidad de agua es una preocupación de enorme importancia por las implicaciones que tiene para la salud humana y el ambiente. También nos interesan los temas relacionados con la producción y consumo, el uso de químicos, la desertificación y los desastres naturales asociados al cambio climático, entre otros.

SEMANA: ¿Cuáles regiones del mundo merecen más atención en este momento?

K.T.: Nuestras prioridades están concentradas en Africa, Asia Central y en buena parte en China e Irán, donde hay graves problemas de sequía y desertificación. Todo esto está relacionado con los asuntos de búsqueda y consolidación de la paz en cada país, pues cada esfuerzo que se hace en materia ambiental debe estar contextualizado en torno a la paz. En el Pnuma estamos trabajando en este sentido pues concebimos la paz como nuestro principal objetivo. En conjunto, creemos que el desarrollo sostenible es un instrumento muy poderoso para la búsqueda de la paz y la aplicación de políticas que permitan el equilibrio entre el hombre y la naturaleza.